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José Antonio Sobrino, en la Universidad de Verano de Teruel, durante el curso que está impartiendo

"No hay marcha atrás al calentamiento global, lo que tenemos que hacer es ir adaptándonos"

El catedrático de Física de la Tierra, José Antonio Sobrino, insiste en la urgencia de tomar medidas
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Las olas de calor y las catástrofes naturales que vivimos han llegado para quedarse por el calentamiento global, que según el catedrático de Física de la Tierra de la Universidad de Valencia y Premio Rey Jaime I de Protección del Medio Ambiente 2019, José Antonio Sobrino, no tiene marcha atrás. Lo que hay que hacer es acelerar el proceso de descarbonificar la economía, trabajar en la eficiencia energética y adaptarse para el incremento de las temperaturas, aseguró este martes Sobrino en Teruel, donde imparte un curso de la UVT sobre teledetección por satélite, una herramienta imprescindible hoy día para hacer frente al cambio climático.

Las primeras imágenes que mostró  Sobrino a sus alumnos del curso Teledetección desde satélite: Procesamiento digital de imágenes y aplicaciones Copernicus, mostraban cómo el calentamiento del planeta avanza inexorable por el cambio climático con todas las consecuencias de desertificación y deforestación que ello conlleva, que se traducirá en hambrunas y olas de calor insoportables sobre todo en las grandes ciudades por la manera como se han construido.

Para la gestión de esta situación, la teledetección se ha convertido en una herramienta que va a ser vital, puesto que contribuirá a hacer frente a un problema que se nos ha venido encima con toda su virulencia, pese a todas las advertencias hechas desde hace años. Lo que hay que hacer ahora es adaptarse y acelerar la descarbonización de la sociedad, además de conseguir una mayor eficiencia energética.

Teledetección

La teledetección es un aliado para adaptarse a esta nueva situación que vivimos, puesto que sus aplicaciones abarcan campos tan amplios que van desde la detección de incendios a la planificación urbana para reducir la temperatura de las ciudades. Cómo usar las herramientas que ya existen para hacerlo es a lo que está enseñando esta semana José Antonio Sobrino en la UVT mediante un curso que tiene un alto componente práctico que pretende familiarizar a los alumnos con programas como Copernicus, coordinado por la Comisión Europea.

Sobrino explicó antes de impartir una charla sobre este programa que el objetivo del curso es trasladar a los alumnos los fundamentos de la teledetección consistente en la observación de la Tierra desde satélites. Además de enseñarles las bases físicas de esta disciplina, el catedrático de Física de la Tierra está mostrando a los participantes cómo procesar estas imágenes mediante trabajos prácticos.

La formación está dirigida a graduados y estudiantes de ingenierías y de ciencias, además de profesionales que utilicen la teledetección en su trabajo diario, desde gestores de la Administración pública a profesionales de departamentos de Medio Ambiente, “todo aquel que utilice la teledetección como herramienta para hacer un seguimiento del estado de salud del planeta”.

Aplicaciones

El experto indicó que las aplicaciones abarcan desde la detección de incendios, la extensión de los mismos y el grado de severidad, al el estudio de la temperatura de la superficie terrestre, sobre todo por los fenómenos de isla de calor en las ciudades.

“Ahora que tenemos estas olas de calor vemos claramente cómo los materiales que se utilizan para construir las ciudades absorben calor y luego lo van desprendiendo más lentamente que las superficies naturales como la hierba, la vegetación, el agua, y esto hace que el habitante que vive en una ciudad pues sufra unas temperaturas mayores que el que lo hace en la zona rural, fundamentalmente durante la noche”, explicó Sobrino.

Estas aplicaciones permiten estudiar también la evaporación de los cultivos, puesto que su conocimiento “permite hacer un uso racional del regadío” y detectar aquellos que necesitan riego si sufren estrés hídrico. Asimismo con la teledetección se puede trabajar la productividad de los cultivos, mediante la estimación a partir de las imágenes por satélite.

“En estos tiempos que estamos de cambio climático el rendimiento de las cosechas va a ir disminuyendo debido tanto al aumento de temperatura como a la escasez de agua, y esto puede tener consecuencias a largo plazo sobre la hambruna”, advirtió el catedrático, que argumentó que con una población mundial de casi 8.000 millones de habitantes eso puede generar un problema futuro a tener en cuenta.

Gracias al programa Copernicus de la Unión Europea es posible acceder de forma gratuita a mapas que evalúan tanto la severidad de incendios como la deforestación, pero en el caso de la productividad y la evaporación en la producción agraria Sobrino reconoció que esos productos todavía no llegan a nivel usuario. Para ello se van a lanzar futuros satélites con más alta resolución para hacer seguimientos a escala de parcela, si bien consideró que el uso de la teledetección se va generalizando.

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