

Mujeres participantes en una jornada celebrada recientemente en Calamocha organizada por Fademur
Un informe incide en el papel fundamental de las mujeres emprendedoras en el medio rural
El Observatorio del Emprendimiento en España las considera claves contra la despoblación
Un nuevo informe, en este caso del Observatorio del Emprendimiento en España (GEM), vuelve a incidir en el papel fundamental que las mujeres emprendedoras tienen en el medio rural, y de qué forma este colectivo es clave en la lucha contra la despoblación. El trabajo, dado a conocer el pasado 19 de noviembre con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Emprendedora, hace un análisis de cuál es su situación en España y valora su importancia en el proceso que vive ahora el país para hacer frente al problema demográfico. Incluye además varios casos de éxito de emprendedoras rurales, entre los que destaca el de una turolense, Begoña Polo Toribio, que en 2019 impulsó en Calomarde la empresa HortAlbar de cultivos y conservas ecológicas.
La mujer ha de estar en el centro de cualquier política que se implemente desde el Estado, las Comunidades Autónomas y los entes locales para hacer frente al problema demográfico y luchar contra la despoblación. En Aragón, junto con los jóvenes, será uno de los objetivos principales de la Ley de Dinamización del Medio Rural que se tramita en las Cortes de Aragón, al ser conscientes de que la mujer es la que asienta población, y que sin ellas será difícil revertir la situación que viven las zonas rurales afectadas por la despoblación.
En esa línea, el informe Emprendedoras Rurales en España. Análisis con datos GEM 2021-2022, ofrece un análisis pormenorizado de la situación de este colectivo y de qué manera el emprendimiento femenino es clave para la supervivencia del medio rural.
El estudio, que puede descargarse en Internet en la web del Observatorio del Emprendimiento en España, ha sido realizado con datos y consultas del proyecto Global Entrepreneurship Monitor (GEM), un observatorio internacional que desde el año 1999 se dedica a analizar de maner anual el fenómeno emprendedor en el mundo. Para su realización ha contado con la colaboración de la Empresa Nacional de Innovación (ENISA) del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, GIRA Mujeres y el programa de formación en emprendimiento de Coca Cola.
En el trabajo se incide en cómo la mujer ha sido históricamente el sustento del medio rural puesto que además de asumir el peso del hogar ha contribuido de igual forma a la economía familiar desde el trabajo que ha realizado en la sombra en labores agrícolas, ganaderas y de otro tipo. Pese a ello, el documento constata que “muchas mujeres han estado en desigualdad en cuanto a la propiedad de los bienes, la gestión o la toma de decisiones”.
Por ley esta es una cuestión que desde 2011 se quiere revertir mediante la implantación de la titularidad compartida, algo que desde entidades como Fademur e instituciones como el Gobierno de Aragón y la Diputación de Teruel están potenciando a través de jornadas como la celebrada a finales de octubre en Calamocha. En dicho encuentro se anunció que un manual ayudará a impulsar esa titularidad compartida de las explotaciones agrarias para visibilizar el papel de la mujer en las zonas rurales por ser fundamental para el desarrollo de estos territorios.
Tal es así, que los datos del informe GEM sobre Emprendedoras Rurales en España recalca en sus conclusiones finales en que “el emprendimiento en el ámbito rural ofrece grandes oportunidades para las mujeres y que, en los últimos años está siendo un medio para transformar social y económicamente el medio rural”.
Inciden los autores del trabajo en que “el papel de la mujer emprendora rural es clave para la revitalización de las zonas más despobladas”.
Argumentan en este sentido que la importancia de la mujer emprendedora en las zonas rurales radica en “su capacidad para generar empleo y crear riqueza en muchas familias, al tiempo que produce un impacto medioambiental y social destacado en el territorio local”. Además, recalca que “su compromiso es duradero, ya que normalmente se resiste a abandonar el entorno rural”.
Como dato positivo, los autores constatan en el trabajo que la actividad emprendedora femenina en las zonas rurales tiene un “marcado carácter consolidado”, puesto que la mayoría de las iniciativas de emprendimiento que se dan “se corresponden con esta fase del proceso emprendedor”.
Destacan igualmente que las tasas de abandono o cierre son menores con respecto a las emprendedoras urbanas o cuando estas iniciativas las impulsan los hombres en el medio rural, “lo que demuestra una mayor continuidad de sus negocios”.
No obstante, también se constata en el trabajo, a partir de las consultas realizadas a este colectivo en el territorio, que es menor el porcentaje de mujeres rurales que manifiesta su intención de emprender en los próximos años.
A juicio de los autores, este aspecto “puede reflejar la percepción de un contexto más desfavorable para ellas a la hora de poner en marcha una iniciativa empresarial”, de ahí la importancia de implementar políticas que fortalezcan el emprendimiento femenino y que permita empoderar a las emprendedoras por lo que suponen para el asentamiento de la población en el territorio.
La mujer ha de estar en el centro de cualquier política que se implemente desde el Estado, las Comunidades Autónomas y los entes locales para hacer frente al problema demográfico y luchar contra la despoblación. En Aragón, junto con los jóvenes, será uno de los objetivos principales de la Ley de Dinamización del Medio Rural que se tramita en las Cortes de Aragón, al ser conscientes de que la mujer es la que asienta población, y que sin ellas será difícil revertir la situación que viven las zonas rurales afectadas por la despoblación.
En esa línea, el informe Emprendedoras Rurales en España. Análisis con datos GEM 2021-2022, ofrece un análisis pormenorizado de la situación de este colectivo y de qué manera el emprendimiento femenino es clave para la supervivencia del medio rural.
El estudio, que puede descargarse en Internet en la web del Observatorio del Emprendimiento en España, ha sido realizado con datos y consultas del proyecto Global Entrepreneurship Monitor (GEM), un observatorio internacional que desde el año 1999 se dedica a analizar de maner anual el fenómeno emprendedor en el mundo. Para su realización ha contado con la colaboración de la Empresa Nacional de Innovación (ENISA) del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, GIRA Mujeres y el programa de formación en emprendimiento de Coca Cola.
En el trabajo se incide en cómo la mujer ha sido históricamente el sustento del medio rural puesto que además de asumir el peso del hogar ha contribuido de igual forma a la economía familiar desde el trabajo que ha realizado en la sombra en labores agrícolas, ganaderas y de otro tipo. Pese a ello, el documento constata que “muchas mujeres han estado en desigualdad en cuanto a la propiedad de los bienes, la gestión o la toma de decisiones”.
Por ley esta es una cuestión que desde 2011 se quiere revertir mediante la implantación de la titularidad compartida, algo que desde entidades como Fademur e instituciones como el Gobierno de Aragón y la Diputación de Teruel están potenciando a través de jornadas como la celebrada a finales de octubre en Calamocha. En dicho encuentro se anunció que un manual ayudará a impulsar esa titularidad compartida de las explotaciones agrarias para visibilizar el papel de la mujer en las zonas rurales por ser fundamental para el desarrollo de estos territorios.
Tal es así, que los datos del informe GEM sobre Emprendedoras Rurales en España recalca en sus conclusiones finales en que “el emprendimiento en el ámbito rural ofrece grandes oportunidades para las mujeres y que, en los últimos años está siendo un medio para transformar social y económicamente el medio rural”.
Inciden los autores del trabajo en que “el papel de la mujer emprendora rural es clave para la revitalización de las zonas más despobladas”.
Argumentan en este sentido que la importancia de la mujer emprendedora en las zonas rurales radica en “su capacidad para generar empleo y crear riqueza en muchas familias, al tiempo que produce un impacto medioambiental y social destacado en el territorio local”. Además, recalca que “su compromiso es duradero, ya que normalmente se resiste a abandonar el entorno rural”.
Como dato positivo, los autores constatan en el trabajo que la actividad emprendedora femenina en las zonas rurales tiene un “marcado carácter consolidado”, puesto que la mayoría de las iniciativas de emprendimiento que se dan “se corresponden con esta fase del proceso emprendedor”.
Menor abandono
Destacan igualmente que las tasas de abandono o cierre son menores con respecto a las emprendedoras urbanas o cuando estas iniciativas las impulsan los hombres en el medio rural, “lo que demuestra una mayor continuidad de sus negocios”.
No obstante, también se constata en el trabajo, a partir de las consultas realizadas a este colectivo en el territorio, que es menor el porcentaje de mujeres rurales que manifiesta su intención de emprender en los próximos años.
A juicio de los autores, este aspecto “puede reflejar la percepción de un contexto más desfavorable para ellas a la hora de poner en marcha una iniciativa empresarial”, de ahí la importancia de implementar políticas que fortalezcan el emprendimiento femenino y que permita empoderar a las emprendedoras por lo que suponen para el asentamiento de la población en el territorio.