AutoClassic cierra con 6.500 visitantes su edición más íntima comercial-aficionado

La 28ª edición de AutoClassic Alcañiz cerró con una afluencia de 6.500 visitantes de viernes a domingo, según datos facilitados por la organización, convirtiéndose en punto de encuentro de referencia de aficionados y profesionales del noreste peninsular.

La muestra, que estrenaba fecha en el calendario evitando el punte de diciembre para ganar comerciantes y aficionados de calidad, acogió a un centenar de expositores en una edición que rindió homenaje al Circuito Guadalope y al coleccionista local Ángel Martínez.

Estuvieron presentes, entre otras, las empresas de comercialización de vehículo clásico Imporauto, AFVans, RetroSport, Amazon Sport, Llave Car, Clásicos Rioja y Motos de Colección Iván Cirre; así como profesionales del segmento de automobilia: piezas, recambios, miniaturas, objetos vintage o textil que aproximaron a los aficionados un amplio y variado catálogo de productos.

Protagonismo para el urbano

Pudieron contemplarse vehículos clásicos de distintas épocas, desde los que ofrecían las empresas asistentes hasta los históricos de preguerra que mostraron el Bajo Aragón Club de Vehículos Antiguos y la Federación Interclubes de Vehículos Clásicos de Aragón (FIVECA). También destacaron los tractores de otro tiempo que reunió Samac, la Sociedad de Aradores y Maquinaria Agrícola Clásica.

Esta edición de AutoClassic tuvo un marcado carácter deportivo. A lo largo de 2025, el Circuito Guadalope ha celebrado su 60 aniversario de la mano del Real Automóvil Club del mismo nombre (RACCG), con una muestra de automóviles de competición. Acompañaron MotorLand y TechnoPark, a modo de línea del tiempo de la tradición de gasolina en la ciudad.

El laureado piloto Luis Villamil participó el sábado en una intensa charla coloquio con aficionados en la que desgranó su carrera deportiva y su estrecha vinculación con el trazado urbano. En 1990, a los mandos de un Alfa 75 logró subirse a lo más alto del cajón del Premio Ciudad de Alcañiz. “Fue mi victoria más difícil en Alcañiz y de las mejores de mi carrera” aseguró. Villamil también destacó la dificultad y el riesgo que suponía competir en este trazado urbano, rememorando que “sentía menos miedo con un Fórmula 3 en Mónaco que aquí en un superturismo”.

 

Llegará la consolidación

“Estamos de celebración y por lo tanto teníamos que venir. El año que viene celebraremos también el 60 aniversario del club y volveremos”, dijo el presidente del RACCG, Jesús Baquero, que hizo un balance positivo de la feria. “El sábado hubo muchísima gente, lo pudimos comprobar en la firma de autógrafos. Ha crecido con respecto al año anterior, se ha llenado más en cuanto a expositores y está en línea ascendente. Consolidarla no es trabajo de un día, pero está muy bien el nivel”, explicó Baquero, que durante el fin de semana recibió a gente de Zaragoza, Valencia, zona norte, Madrid y Cataluña.

“MotorLand no ha nacido de la nada. Es una semilla que ha ido germinando desde 1965 hasta 2003”, subrayó Baquero. “Si en algún sitio en Aragón había que hacer un circuito por la tradición que había en la ciudad, era aquí”, algo que el club y MotorLand hacen saber siempre.

“Ha sido una buena feria en un ambiente que quiero felicitar a la organización porque ha sido súper entrañable, fácil y realmente el espíritu que hay aquí en Alcañiz con el tema automóvil se nota. Estamos muy contentos y repetiremos”, dijo Iván Fernández, de Clásicos Rioja.

No le fue tan bien la feria a Desguaces José, de Toledo, cuyo propietario, que tiene un faro del año 1910, consideraba que “no ha venido la gente necesaria, o hay escasez de dinero”. La cuestión es que “hay menos movimiento que otros años”.

Entre los aficionados, Ana Ballestero y Javier Azcón bajaron desde Ejulve con una furgoneta Citroën Azu de 1965. “Es una oportunidad de salir de casa y hacer algo diferente un domingo, ya que en Teruel no hay muchas citas de coches clásicos”, dijo ella. “No veníamos buscando ninguna pieza en concreto, pero salgo con un par de faros que no me hacían falta pero estaban bien de precio”, confesó él, que ha restaurado tres coches y una moto en los últimos años. “Tener un vehículo clásico te permite disfrutar de la conducción como no se hace con los coches modernos; sin ayudas, solo tú, el coche y el paisaje. Nada más”. Ambos disfrutaron de la exposición de vehículos, nada habituales por la carreteras debido a su antigüedad. “Algunos tienen cien años y no pueden alcanzar las velocidades de ahora ni reúnen las condiciones de seguridad”.

Dentro del programa de actividades se celebró el Concurso de Restauración de Motocicletas. Ramón Ferrer se llevó el premio con una Montesa 348 Trail de 1979 matriculada en Soria.

AutoClassic es una iniciativa que promueve el ayuntamiento. La organizó, por tercer año consecutivo, Expo Motor Events.