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Benito Soriano: Benito Soriano:
Benito Soriano, tras la charla que impartió en el IES Bajo Aragón esta pasada semana

Benito Soriano: "Ciertos comportamientos obedecen a falta de habilidades para dialogar"

El Fiscal de Menores de Teruel apunta que los padres deben saber decir que no a tiempo para evitar problemas
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El Fiscal de Menores de Teruel, Benito Soriano, participó esta semana en las Jornadas de interculturalidad, diversidad, solidaridad y cooperación internacional  que organiza el Instituto Bajo Aragón hasta el tres de marzo. Ante un auditorio joven formado por alumnado de 4º de la ESO, el Fiscal explicó a los adolescentes  que la libertad que anhelan y quieren ejercer, como es lógico, tiene sus límites y que la toma de decisiones se puede ejercer a su edad siempre que no se vulneren los derechos de los demás o se cometan delitos contemplados en el Código Penal. Si es así, la adopción de determinadas decisiones tiene sus consecuencias y deben conocerlas.

-¿Con qué tipo de delitos o problemas graves en adolescentes se encuentra la Fiscalía en la provincia de Teruel? ¿Son distintos a los de otras provincias?
-Sí, son distintos. Yo siempre digo que no tengo delincuentes, sino menores que se equivocan, pero no delincuentes como los hay en ciudades más grandes, donde hay otras circunstancias que llevan a cometer delitos más graves. Lo que tenemos son comportamientos violentos y muchas veces estos obedecen a que faltan herramientas y habilidades para saber dialogar o tomar decisiones. En cuanto al acoso, sabemos que no nos llega todo el que hay, porque hay más, y sobre la violencia dentro de las familias hay muchísima y es consecuencia de una incorrecta educación.

-¿A qué se refiere?
-A que llega un momento en el que, cuando a un joven le dicen que no por primera vez en casa, él intenta no perder su estatus y, como es el que maneja, empiezan comportamientos humillantes y degradantes hacia la familia, comportamientos autoritarios... de eso tenemos bastantes casos.

-¿De tráfico de drogas?
-Solemos tener consumos que no llegan a ser delito, aunque detrás de las infracciones vemos que hay consumos de drogas muy descontrolados. En este aspecto, vemos que hay falta de habilidades para el tiempo libre, para saber qué hacer con ese tiempo libre, y también las tecnologías acaban siendo una adicción importante, y eso limita mucho.

-¿Abusos sexuales?
-En el tema sexual están llegando denuncias, pero no es un problema grave dentro de la provincia, de momento.

Dominación

-¿Violencia de género o actitudes de dominación?
-Las chicas pueden dar el gran paso para ir contra la violencia de género, y es un paso que solo pueden dar ellas, porque a partir de esta edad que tienen van a empezar a tener relaciones y no deben tolerar, no permitir, ni un mínimo comportamiento de dominación, de control. Si empiezan por ahí será lo que producirá un paso enorme en la lucha contra la violencia de género, porque el derecho penal no deja de ser un parche, un castigo a posteriori. Podemos evitar que vaya a más, porque cuando nos llegan los casos ya están muy agravados.

-¿Cuándo se usa el internamiento de un menor como medida?
-El internamiento es la última medida y solamente se utiliza para delitos muy graves. En Teruel el internamiento se pone o bien por reiteración delictiva o bien por quebrantamientos repetidos de medidas, es decir, cuando se imponen medidas con unas consecuencias y no se quiere cumplir de manera reiterada. En estos casos lo que no se puede permitir es que el adolescente se salga con la suya como ha venido haciendo en otros ámbitos.

-¿En casos en los que se decreta un internamiento a un menor hay que llevárselo a Zaragoza?
-Los centros de internamiento están fuera, en Zaragoza. Supone una privación de libertad, aunque es una medida que prácticamente no se utiliza en la provincia de Teruel.

-¿Hay suficientes recursos en la provincia?
-Yo llevo también protección de menores para supervisar las medidas de la Comunidad Autónoma en medidas de protección. En este aspecto tenemos un pequeño problema con estos padres que se ven sobrepasados con hijos que no quieren ir al instituto, que no quieren trabajar, que exigen dinero, que maltratan, humillan... A nivel administrativo, hay una pequeña carencia de recursos para estos padres. Ahora sé que ha dado algún paso Salud Mental, y sabemos que se están ampliando los recursos y que Salud Mental se lo ha tomado en serio para buscar soluciones para estos casos que quedan en tierra de nadie.

-¿En tierra de nadie por qué?
- Porque muchas veces las familias acaban denunciando, pero porque es la única solución que tienen, pero Fiscalía de Menores y Reforma de Menores se encarga del derecho penal y solo puede intervenir si hay un delito. Nosotros intervenimos introduciendo medidas que no sean muy sancionadoras y sean educativas, pero para intervenir debe producirse un delito y no nos lo podemos inventar. Hay padres que reclaman ayuda, pero ni los daños materiales entre familiares convivientes están considerados delitos por el Código Penal ni unas amenazas son un delito grave, sino leve y por ahí tampoco podemos acordar ciertas medidas. En este sentido, no se puede acudir a Fiscalía para denunciar hechos que no son delitos o no incluyen violencia importante, sobre todo si ocurre por primera vez. Sacar a un adolescente de casa es una medida muy grave y no se puede hacer si no hay conductas graves. Es decir, no se pueden matar moscas a cañonazos, porque el Derecho Penal es lo que es y Protección es lo que es.

Intervenciones

-¿Fiscalía interviene a partir de los 14 años?
-Esa edad es en la que se considera que los menores pueden cometer delitos y son imputables, aunque las medidas se adaptan a la edad y a las circunstancias. Por debajo de 14 no quiere decir que no se intervenga, porque un menor con 13 años puede pegarle un navajazo a otro; en ese caso se interviene, pero el legislador ha querido que  a esas edades la intervención sea más educativa y se lleve a cabo a través de los servicios de Protección de Menores, donde hay una sección que toma medidas. Aún así, si hace falta que un menor salga del entorno familiar, porque la familia no puede controlar esos comportamientos violentos, se lleva a un centro adecuado a esas necesidades de ese menor y se trabaja con él.

-¿Es difícil localizar el acoso escolar?
-Es difícil detectarlo, pero en cuanto se detecta, hay que trabajar desde lo más cercano. El acoso escolar hay que trabajarlo a nivel educativo, porque así se implica al resto del alumnado. Si se ve que no se puede, porque es grave o se ha detectado tarde, interviene la Fiscalía. En la actualidad no existe un delito de acoso como tal, pero pueden producirse lesiones o amenazas, o puede haber un trato degradante diario con humillaciones reiteradas... eso nos lleva a un delito de trato degradante, que es a donde se suelen llevar los acosos de esas conductas que no llegan a ser otro tipo de delito más grave.

-¿Qué le parece que se trabajen en los centros educativos estos temas en jornadas como las que organiza el IES Bajo Aragón y que el alumnado y las familias tengan contacto con el Fiscal de Menores?
-Suelo venir todos los años a hablar con los alumnos de 4º de la ESO. Esto ayuda a la relación en el ámbito educativo con la Fiscalía. Es importante que la Fiscalía sea algo cercano, tanto de cara a las familias como de cara a los jóvenes, porque es una manera de ponerle cara al Fiscal. Hay cosas que dejan poso y algo se les queda, y muchas veces, antes de tomar una decisión, se acuerdan de la historieta o de los ejemplos que les contó en una charla el Fiscal. Creo que para algo sirve. Siempre que pueda lo haré, porque es muy útil.

 

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