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El aula de adultos de Albalate pone en valor la gastronomía del Bajo Martín El aula de adultos de Albalate pone en valor la gastronomía del Bajo Martín
No faltaron las visitas a los negocios agroalimentarios de la zona, en este caso una almazara. Comarca del Bajo Martín

El aula de adultos de Albalate pone en valor la gastronomía del Bajo Martín

Las alumnas graban y editan recetas con cerdo, caza, melocotón o tomate
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Las alumnas del aula de educación de adultos de Albalate del Arzobispo, en colaboración con el Departamento de Desarrollo Local y Turismo de la Comarca del Bajo Martín, han desarrollado durante el curso que ahora termina un proyecto sobre gastronomía tradicional que ha puesto en valor y recuperado recetas de cerdo, caza, melocotón, uva, tomate y repostería.

Huyendo del aprendizaje aburrido y teórico, las alumnas han utilizado sus propios conocimientos y los de sus convecinos para convertir su trabajo en vídeos protagonizados y editados por ellas mismas.

“Se trata de diálogos teatralizados y recetas que colgaremos en el Youtube de la comarca y en el apartado de gastronomía de la web comarcal”, explicó la agente de empleo y desarrollo local, Ana Guíu, el jueves pasado durante la presentación de estas píldoras audiovisuales en la sede del Bajo Martín.

El montaje y edición de los vídeos también ha corrido a cargo de las alumnas del aula de informática que, apoyadas por su profesora, Silvia Ainaga, han aprendido nuevas facetas que incorporar a su vida diaria.

Además, durante el curso han visitado varias empresas agroalimentarias de la comarca: Bodegas Fanbar, Panadería los Arcos y Almazara Artal, y asistido a actividades como el Mercado Agroecológico NorteTeruel (cada tercer jueves de mes en la plaza del Regallo de Andorra), una experiencia agroalimentaria con Panadería Guiral y la charla “Aragón, alimentos nobles”.

Todas ganan

Este proyecto ha permitido que el aula de adultos de Albalate trabaje de forma transversal, viva y práctica las asignaturas Memoria, Conoce dónde vives y Perfeccionamiento en informática.

La comarca también se ha beneficiado en el sentido de poner en valor su cultura mediante la promoción sus productos y gastronomía tradicional, partiendo del conocimiento y la experiencia de sus gentes. Según explicó Guíu, el objetivo de la colaboración era “planificar alguna actividad o proyecto que fuera común y en el que las alumnas pudieran enriquecer su aprendizaje”. El resultado “tenía que ser capaz de aportar algo de información, contenido u opiniones que fueran útiles a la comarca”.

Por su parte, Ainaga destacó que los vídeos que han resultado son breves, de “no más de dos minutos para que nadie se aburra y quiera verlos”. El humor y la pasión con la que están hechos garantiza pasar un buen rato.
 

Las alumnas cocinaron un guirlache en las fechas previas a la Navidad. Comarca del Bajo Martín


“Fueron valientes y, con un poco de guía, enseguida se pusieron manos a la obra para rodar estas escenas” y editarlas con el programa Canva, detalló la profesora. El resultado sirve para divulgar recetas como el guirlache, la perdiz escabechada, el tomate seco, las pajaretas, los bollos de sartén o el brazo de gitano. Las grabaciones se hicieron en el entorno de Albalate, por lo que ha servido también “para sacar sus bondades, como el castillo o el entorno del río”, dijo Ainaga, que agradeció la colaboración del Ayuntamiento de Albalate cediendo la cocina del albergue.

Pascuala Arnas es una de las actrices que aparecen en el vídeo del melocotón. “Éramos cuatro en el grupo. Algunas comentaban cómo se hacía el melocotón en almíbar o la mermelada, y a mí me tocó hablar como diciendo que este producto no solo es de Calanda, sino también de Albalate, Híjar y estos pueblos de alrededor que también llevan melocotones a la cooperativa de Calanda”, manifestó.

Valoración

Su valoración acerca de las actividades que realizan en la escuela de adultos no puede ser más positiva. “Nos viene muy bien porque ya somos un poco mayores y pasamos la tarde entretenida reaprendiendo cosas que habíamos olvidado y aprendiendo otras. Tenemos mucha unión y nos gusta ir. Silvia tiene mucha paciencia con nosotros”, subrayó Arnas, que a sus 77 años se ha apuntado a clases de teléfonos móviles y de informática para seguir progresando. También pertenece al club de lectura.

En cuanto a la gastronomía, el proyecto les ha servido para refrescar la memoria sobre recetas, aunque “como somos un poco mayores nos las sabemos porque hemos vivido la matacía del cerdo, que ese día era una fiesta; y el melocotón, cuando hay mucho, seguimos poniendo en botes y en mermeladas”.

Elena Turón, una de las alumnas que ha editado vídeos, confesó que era la única de la clase que nunca había hecho uno. No obstante, “con la ayuda de Silvia, que es un encanto de profesora, probé y me gustó mucho”, resaltó. Además, se divirtió porque los diálogos de sus compañeras “tienen golpes muy graciosos al comentar toda la gastronomía comarcal”.

El resultado final le ha sorprendido. “No pensaba que iba a quedar tan bien. El Canva es un programa muy bueno, se puede practicar muy bien. Poníamos las imágenes, luego el texto, la música, las transiciones... No me resultó difícil”, concluyó.

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