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Estudian cómo poner en valor los antiguos libros de coro de la capilla de la Soledad Estudian cómo poner en valor los antiguos libros de coro de la capilla de la Soledad
El concejal Carlos Andreu junto a Jesús Ponz y un libro de coro. P.A

Estudian cómo poner en valor los antiguos libros de coro de la capilla de la Soledad

La intención sería mostrar a la ciudadanía estas piezas del siglo XVII
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Junto al hallazgo del lienzo de la Última Cena en la capilla de la Soledad de la Iglesia Mayor de Alcañiz, Jesús Ponz también rescató otra joya olvidada: siete volúmenes de grandes dimensiones conocidos como libros de coro, datados entre los siglos XVII y XVIII. Aunque no existe todavía un proyecto firme para su restauración o exposición, las intenciones de ponerlos en valor han comenzado a aflorar.

Los libros se encontraban dentro de un armarito gótico que, históricamente, hacía las veces de caja fuerte del templo. Para abrirla, se requería la concurrencia de tres llaves diferentes en manos de tres sacerdotes, una medida que garantizaba la seguridad de los bienes eclesiásticos. Dentro de este compartimento de madera tallada se conservaban los siete tomos, de gran tamaño, elaborados en pergamino y con notación musical diseñada para ser leída desde lejos por los integrantes del coro.

Aunque habitualmente se les denomina “libros de partituras”, su nombre más preciso es libros de coro, utilizados por los canónigos durante las celebraciones litúrgicas. Estos volúmenes se situaban en grandes atriles rotatorios, permitiendo a varios cantores seguir las piezas simultáneamente.

Interés

En alguna ocasión, músicos especializados en repertorio antiguo se han interesado por ellos, llegando a solicitar permiso para fotografiarlos y analizarlos. Sin embargo, el acceso ha dependido siempre del beneplácito de los sacerdotes responsables.

A juicio de Ponz, una posible fórmula sería mostrar algunos ejemplares, de forma rotatoria o puntual, en futuras exposiciones dentro del patrimonio local, como podría ser en la Torre Gótica de la iglesia. No obstante, puntualizó que cualquier intervención o exposición quedaría supeditada a la autorización e impulso de la Iglesia, quien actualmente es propietaria de los bienes.

Por ahora, no existe una hoja de ruta clara para la restauración o exposición de estos libros, y ni siquiera está confirmado que se vayan a intervenir. La prioridad municipal se centra actualmente en la restauración del cuadro de la Última Cena.

 

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