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Las Cortes de Aragón pedirán que el uso del agua de la térmica de Andorra pase a ser agrícola Las Cortes de Aragón pedirán que el uso del agua de la térmica de Andorra pase a ser agrícola
Los parlamentarios de la comisión de Agricultura, en su reunión del martes. Cortes de Aragón

Las Cortes de Aragón pedirán que el uso del agua de la térmica de Andorra pase a ser agrícola

Acuerdo de la Comisión de Agricultura para facilitar el desarrollo de los regadíos
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La Comisión de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de las Cortes de Aragón aprobó este martes que el Gobierno de Aragón inste al Gobierno de España a la modificación de la calificación respecto al uso del agua de la central térmica de Andorra con el fin de sustituir su uso industrial por un uso agrícola y así para facilitar la modernización de 15.000 hectáreas de regadíos entre Andorra y Calanda.

Este acuerdo es el resultado del debate de una Proposición No de Ley presentada por el grupo parlamentario de Ciudadanos (Cs), en el que también se solicitaba “seguir trabajando para que la segunda fase de la elevación de aguas del Ebro a Andorra sea una realidad” al tiempo que se reclamó al Ejecutivo aragonés que apueste por la modernización de regadíos en el Bajo Aragón tras la finalización de las obras del embalse de Santolea.

Los agricultores del Guadalope se han visto afectados por el cierre de la central térmica de Andorra, después de que Endesa dejara de aportar un millón y medio de euros al año para gastos en la cuenca por la reserva de 18 hectómetros cúbicos que tenían garantizados en el embalse de Santolea para la refrigeración de la planta. Los regantes llevan meses demandando soluciones por las cuantiosas pérdidas que tendrán que asumir. Según Cs, los agricultores calculan que los precios que pagan por regar cada hectárea de tierra se multiplicarán por tres con la clausura de la térmica.

Guadalope

Actualmente, la superficie de regadío incluida desde Mas de las Matas hasta Caspe supera las 15.000 hectáreas y, además, la cuenca del Guadalope abastece a 81 núcleos de población y a tres centrales hidroeléctricas.

El portavoz de Cs en la Comisión de Agricultura, Ramiro Domínguez dijo que alcanzar un acuerdo era “vital para la supervivencia de parte del sector primario en el Bajo Aragón”. No en vano, hizo hincapié en que “el cierre de la central térmica de Andorra es una crisis tremenda para el Bajo Aragón y es aquí donde también se tendrían que hacer regadíos, puesto que son fundamentales”, añadió.

El diputado enfatizó que una vez terminadas las obras del nuevo embalse de Santolea, “hay que apostar por la modernización de regadíos en la zona”.

El parlamentario de la formación naranja aseveró que hay un “problema de agua de boca” en el Bajo Aragón y, en concreto, en Andorra, por lo que reclamó “que se siga trabajando para termina la obra de la elevación de agua de boca desde el Ebro”, una actuación que depende de la Administración del Estado.

Según el parlamentario de Cs, hay una zona entre La Puebla de Híjar, Andorra y Vinaceite susceptible de regarse con el agua elevada a Andorra, y aunque reconoció que hay estudios que señalan que no es viable, otros apuntan lo contrario.

Puntos de la PNL

Todos los puntos de la PNL fueron aprobados, aunque no con el mismo resultado, ya que la mayor parte de la proposición salió adelante por unanimidad, salvo el punto que reclamaba la ejecución de la segunda fase de elevación de agua a Andorra, que no fue respaldada ni por CHA ni por PSOE. No obstante, el voto de estos partidos no alteró el resultado final.

El portavoz del PSOE en la Comisión de Agricultura, Darío Villagrasa, enfatizó que “el Gobierno de Aragón lleva años destinando cantidades muy importantes de dinero a la modernización de regadíos”, y recordó que “ha habido tres convocatorias importantes en los últimos meses que han movilizado más de 78 millones en ese sentido”. Villagrasa presentó una enmienda in voce, que Domínguez aceptó, en la que se pedía al Ejecutivo que se siga apostando por la modernización de tierras en regadío.

Joaquín Juste, portavoz el PP,  reiteró que la clausura de la central de Andorra ha tenido graves consecuencias y algunas de ellas las estamos empezando a ver ahora”. El parlamentario popular recordó que “Endesa ya pidió el pasado 10 de marzo la extinción de la concesión de aguas para la refrigeración de la central” y aportó algunos datos sobre los  costes adicionales que deberán asumir de ahora en adelante: “una hectárea de almendro y olivo que pagaba hasta ahora un canon de 0,036 euros por metro cúbico pasará a pagar 0,090 euros, es decir, de pagar alrededor de 3.200 euros tendrán que asumir ahora un coste de 7.200 euros, mientras que en otros cultivos como el maiz podría llegarse a los 10.500 euros”, dijo el portavoz popular, quien defendió la necesidad de los embalses, puesto que “si no se almacena agua, no se podrá regar”.

Embalse

En este sentido, el parlamentario del PP recalcó que la construcción del nuevo embalse de Santolea, que aumenta la capacidad de almacenamiento hasta los 104 hectómetros cúbicos, supone una riqueza fundamental para la expansión de los regadíos en el Bajo Aragón, lo que supone dejar de tener secarrales y disponer de vergeles, de tener explotaciones que inviables a otras que sí lo son. “Disponer de agua nos garantizará que la gente se quede en el territorio y tengamos una agroindustria que generará riqueza”, concluyó.

Desde Podemos-Equo, Ignacio Escartín defendió que “los agricultores tengan más disponibilidad de agua para regar”, pero recalcó que “ya hay alternativas a la elevación de agua del Ebro” como serían los pozos de agua subterránea o los saldos hidroeléctricos”.

Escartín se mostró a favor de la modernización de regadíos y del uso sostenible del agua e insistió en “estudiar los costes de las obras”, pero hizo hincapié en que en el Bajo Aragón solamente se podrán crear nuevas zonas de regadío en aquellos lugares donde no se hayan proyectado parques eólicos o fotovoltaicos.

Por otra parte, el portavoz de Podemos recordó la mala calidad del agua del Ebro, a diferencia del agua del Guadalope, criticó la construcción de “grandes embalses insostenibles”, porque “nos hipotecan con deudas a futuro”. Para el parlamentario de Podemos, la elevación de aguas del Ebro ha significado “enterrar 30 millones de euros y no queremos enterar otros tantos”.

Razones medioambientales

La misma opinión manifestó el portavoz de CHA, Joaquín Palacín, quien rechazó el proyecto de elevación “por razones medioambientales, económicas, sociales e incluso de calidad del agua”, mientras que defendió la modernización de regadíos como una opción de futuro”.

Desde Vox, Santiago Morón calificó de “desastre” el cierre de la central de Andorra y lamentó que los agricultores del Guadalope tengan que hacerse cargo de los sobrecostes que implicará que la eléctrica deje de pagar el canon.

Por último, desde el Partido Aragonés (PAR), la diputada Esther Peirat defendió que la central térmica de Andorra ha sido un acicate para el desarrollo local, provincial, autonómico y estatal del territorio. Según la parlamentaria, ahora “Andorra necesita ese agua —la del Ebro— como agua de mayo”. La parlamentaria aragonesista demandó que “los compromisos adquiridos con respecto a Andorra deben cumplirse y éste —la elevación de aguas— es uno”, sentenció.

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