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Los restos de las fosas de Alcañiz pertenecen a fusilados por los anarquistas en 1936 Los restos de las fosas de Alcañiz pertenecen a fusilados por los anarquistas en 1936
Última fosa común con cal encontrada en el cementerio de Alcañiz

Los restos de las fosas de Alcañiz pertenecen a fusilados por los anarquistas en 1936

Una fotografía aérea, documentación hallada en el archivo y los enseres personales lo confirman
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El equipo de arqueólogos vinculado a la Asociación por la Recuperación e Investigación Contra el Olvido (Arico) acaba de confirmar que las víctimas de las dos fosas comunes encontradas en la parte vieja del cementerio de Alcañiz -una de ellas localizada el invierno pasado, en la que aparecieron restos de 10 personas, y otra prospectada en los últimos 15 días y con restos de al menos cinco personas- son vecinos de Alcañiz o de la zona fusilados en el verano de 1936 por las milicias anarquistas.

Así lo confirmó el arqueólogo que ha dirigido las excavaciones, Javier Ruiz, quien señaló distintos indicios que apuntan a que las víctimas de estas dos fosas son “personas de derechas”. El más importante son los objetos de valor encontrados en los cuerpos: alianza de oro, una medalla religiosa y varios puentes de oro en las mandíbulas. Aparte de ésto, los investigadores han constatado que la gran cruz realizada con piedras en esta parte del cementerio y que cubría toda la explanada ya se había colocado en 1954, por lo que deducen que se colocó como memorial dedicado a las víctimas del bando ganador de la guerra.

Ruiz y el equipo de Arico ha realizado prospecciones en el cementerio desde octubre, cuando  localizó otra fosa común con dos cuerpos en otro punto del cementerio. Esta prospección se realizó a instancias de la familia de Francisco Zueco Ferrer, un agricultor y ganadero alcañizano arrestado en 1948 -durante la represión del General Pizarro contra el maquis- y desaparecido de la cárcel de Alcañiz, donde había sido confinado y torturado durante días, según su familia, que fue la que indicó el lugar donde podrían haberlo enterrado. Para sorpresa de los investigadores, en lugar de un cuerpo aparecieron dos. Ahora los análisis de ADN tendrán que determinar si Francisco Zueco es uno de ellos.

Después de esa primera localización, los arqueólogos de Arico iniciaron dos sondeos en la parte vieja del cementerio en un proyecto promovido por la Asociación Pozos de Caudé, en el mismo cuadro donde en el invierno de 2019 se localizaron los cuerpos de 10 personas. Como resultado de estas prospecciones, salió una fosa común de  7,5 metros de largo que se encontraba parcialmente vaciada. En el interior quedaba un cuerpo completo y restos de al menos otras cuatro personas. En este caso, la fosa tenía una característica similar a la localizada en el invierno de 2019: estaba llena de cal.

Según Javier Ruiz, “al fondo de la fosa había un cuerpo completo, entero, otro cuerpo que se conservaba parcialmente y fragmentos dispersos de otros cuerpos, entre ellos un cráneo que presentaba un impacto de bala en la cabeza”, lo que evidencia la muerte violenta de las personas que fueron enterradas aquí. También el esqueleto conservado al completo presentaba un impacto de bala en la cabeza.

Según el responsable de la excavación, excavando la fosa “ha terminado saliendo un fragmento de bala, una alianza de oro que lleva grabada la fecha de 1907 y algunos objetos relacionados con los cuerpos.

La hipótesis principal con la que trabaja el equipo es que se trata de personas cuyos restos fueron exhumados en los años 40 del siglo XX, después del decreto emitido por el ministro Serrano Suñer por el que el Estado anunciaba que “correría a cargo con los costes de la exhumación de todas las personas fusiladas por los rojos”. Este dato explicaría “la enorme cantidad de documentación que hemos localizado en el archivo municipal de Alcañiz de solicitudes de exhumaciones de familias de derechas”. El equipo supone que las familias reclamaron la exhumación, pero  los enterradores se llevaron los restos dejándose parte de ellos. En el caso del cuerpo encontrado completo, “podría ser porque no fue reclamado o que los enterradores no lo vieron”.

En Valderrobres, la excavación ya ha terminado sin resultados

Exhumaciones

Los cuerpos de algunos de los fusilados por las milicias anarquistas en el verano de 1936 fueron exhumados a principios de los años 40, después del decreto de Serrano Suñer. Aún con todo, no todas las familias consiguieron recuperar los cuerpos de sus allegados, como demuestra la fosa descubierta en diciembre de 2019 con los cuerpos de 10 personas. Se trata, ahora ya se ha confirmado, de “otra saca de gentes de derechas del pueblo”, apuntó el investigador. Esa fosa   y la encontrada esta semana son “prácticamente iguales, tienen cal y dentro han aparecido objetos de valor, por tanto no eran jornaleros”. Sumando todo lo localizado en las dos fosas, han aparecido alianzas de oro, una moneda de plata, cuatro puentes de oro en las muelas y una medalla religiosa. El cuerpo completo de la última fosa también llevaba dos puentes de oro en las muelas. Se trataría de personas pudientes que fueron fusilados por las milicias cuando entraron en Alcañiz en el verano de 1936.

Hay otros datos que han llevado a los investigadores a confirmar que se trata de una zona de enterramiento de víctimas del bando republicano. Uno de ellos es la cruz de piedra que estaba colocada en el centro de la explanada y que fue retirada para iniciar las prospecciones. “A través de fotografía aérea, que se tomó en 1956, se ha podido comprobar que esa cruz se colocó a principios de los años 50, lo que es un claro intento de dignificación de la zona donde estaban enterradas víctimas que el bando vencedor de la guerra consideraba suyas”, dijo Ruiz.

Los arqueólogos empezaron a sospechar que la fosa era de víctimas del bando republicano cuando vieron los enseres personales que aparecían. Con la fotografía aérea localizada recientemente “nos queda bastante claro que es lo que ya imaginábamos”. Además, añadió Ruiz, “el resto del cementerio está lleno de cruces y este cuadro no, son víctimas de los republicanos”, dijo.

La pregunta que surge tras desvelarse esta cuestión es dónde están las víctimas del bando franquista. Según Ruiz, “posiblemente esas fosas no se han conservado, porque se ha enterrado encima retirando antes los huesos y echándolos al osario”. No hay que olvidar, apuntó el investigador, que “los cementerios están en constante transformación y necesitan espacio; hay que enterrar a más gente y llega un momento en el que las fosas se utilizan para enterrar a otros, hay un uso constante y hay que sacar a unos para meter a otros”. En este sentido, comentó que, “en el resto del cementerio hay cruces de los años 50, 60 y 70 en el suelo y lo que hubiere de fosas franquistas ha desaparecido, porque se ha enterrado encima”.

Así las cosas, según el arqueólogo “en este cuadro no quedarán fosas de represaliados por el franquismo y posiblemente sí queden de fusilados por las milicias. Si hay solicitudes de las familias, se puede continuar excavando”, añadió.

Valderrobres

El equipo de arqueólogos se desplazó esta semana a Valderrobres para intentar localizar los restos de Joaquín Ferrer Alaber, secretario del Comité Revolucionario de Ráfales, que podría haber sido fusilado junto a Salvino Gisbert Demar. Francisco Sánchez, presidente de la Asociación Pozos de Caudé -promotora de las prospecciones- confirmó que la excavación no ha dado frutos y no se han localizado restos. “Los arqueólogos estuvieron  dos días trabajando, incluso con máquinas, pero no ha aparecido nada”, explicó. Las dos cruces que señalarían el lugar del posible enterramiento sería una pista falsa, según Sánchez. “No sabemos si están a unos metros o incluso dentro del cementerio, la cuestión es que ha sido una gran desilusión, sobre todo para la familia, que había acudido a ayudar en la búsqueda”.

 

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