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Urgen al Ministerio para la Transición Ecológica la central de salto reversible en el Nudo Mudéjar Urgen al Ministerio para la Transición Ecológica la central de salto reversible en el Nudo Mudéjar
Emplazamiento del proyecto, según lo proyectado por Global Energy Services

Urgen al Ministerio para la Transición Ecológica la central de salto reversible en el Nudo Mudéjar

Los Foros de la Concordia y el Club de Roma apoyan el almacenamiento energético y la reconversión del olivar y el almendro entre Alcañiz y Andorra
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La Fundación Foros de la Concordia y el Club de Roma urgen al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) que declare de interés general el proyecto de central reversible en el Nudo Mudéjar, entre Alcañiz y Andorra, que tendría la doble función de almacenamiento energético y aprovechamiento para riegos de apoyo a los cultivos de olivar y almendra en el Bajo Aragón.

Así lo incluyó en un documento este grupo de eruditos a modo de conclusiones de la jornada Agua y futuro en el nudo Mudéjar, celebrada el pasado viernes en el CaixaForum de Zaragoza y limitada a una veintena de directivos de empresas eléctricas, catedráticos de energía y agronomía, empresarios agrarios, representantes de comunidades de regantes, alcaldes y miembros del Club de Roma y los Foros de la Concordia.

Estas dos últimas organizaciones impulsan un proceso de consenso por el futuro energético de lo que llaman Biorregión Cantábrico-Mediterránea (Aragón, Cantabria, País Vasco, Castilla y León, Navarra, Cataluña, Comunidad Valencia y Baleares), una “unidad básica funcional de sostenibilidad y resiliencia”.

Esperanza frente al fatalismo

El foro se dedicó de forma monográfica al Proyecto Andore, que integra una central reversible junto a Puigmoreno y todo un plan de reconversión agrícola en la zona de transición justa de Andorra a través de la irrigación de 23.000 hectáreas de secano con la construcción de una balsa al lado de la central térmica que cerró sus puertas en junio de 2020.

El territorio, recuerda la fundación, está azotado por una concatenación de crisis: la de la minería del carbón, la agroalimentaria del olivo y almendro de secano por el déficit hídrico y la consiguiente falta de competitividad, y la desconexión de la planta de generación a carbón del sistema eléctrico nacional.

No obstante, apuntan los eruditos, “la transición justa del nudo Mudéjar abre una oportunidad” para “pasar del fatalismo a la esperanza”.

Andore es una central de bombeo hidráulico “con una dimensión social y territorial”, conceptos definidos como “de rostro humano” para esta línea de pensamiento. “La sinergia virtuosa del proyecto permite almacenar energía a gran escala y suministrar agua a precios competitivos para la reconversión del olivo y almendro”, por lo que “se crea riqueza y empleo” al tiempo que se contribuye a la “sostenibilidad agroalimentaria y energética de España”, defienden.

Según recuerdan en el citado documento, la transición energética necesita responder al almacenamiento de energía porque “es un factor limitante para el desarrollo”. En este contexto, “la cercanía del Ebro conjugada con la readjudicación de 1,3 gigavatios (GW) de la extinga central térmica, brindan una oportunidad de inversión en la zona”.

Proyecto paradigmático

Es por ello que piden al Gobierno de España que, como parte de la transición justa, considere de interés general las infraestructuras hidráulicas y de riegos de apoyo para que el Estado asuma posteriormente compromisos financieros con la ejecución de las infraestructuras.

Asimismo, entienden que el Gobierno de Aragón debe implicarse también “para acelerar los trámites burocráticos y cooperar en la financiación de regadíos”.

“Es perentorio que las obras hidráulicas sean beneficiarias de los fondos europeos” de recuperación de la economía, indican.

Además, consideran adecuado que se constituya una nueva comunidad de usuarios para promover futuros riegos entre las cuencas del Guadalope y Martín.

En definitiva, sugieren que Andore sea considerado como proyecto paradigmático dentro de la Biorregión planteada, “por ubicarse en un territorio vacío y estar incardinado con la transición justa del nudo energético Mudéjar”.

“La gran transformación económica, social, ambiental y territorial que supone la transición energética” debe mejorar la gestión a través de un proyecto de Estado conjunto, argumentan.

Las costas cantábrica y mediterránea, arguyen, “son grandes consumidoras de energía”, mientra que “los grandes espacios desertizados del centro del valle del Ebro son potencialmente generadores de la energía renovable necesaria”. Además, consideran oportuno que Teruel, limitada por el Ebro al norte de la provincia, obtenga valor añadido de sus aguas para potenciar el binomio agua-energía; y que Endesa, como propietaria del embalse de Mequinenza, se implique.

El Club de Roma plantea nuevas jornadas sobre almacenamiento de energía por bombeo.

La irrigación de 23.000 hectáreas crearía 3.400 empleos en diez años

El Proyecto Andore plantea la construcción de un salto reversible entre las localidades de Alcañiz e Híjar, concretamente junto a Puigmoreno, y la irrigación de casi 23.000 hectáreas de secano a través de la construcción de una balsa al lado de la central térmica de Andorra.

Durante la ejecución de las obras del almacenamiento a gran escala de energía y la transformación en regadío de las casi 22.875 hectáreas se estima que pueden generarse en torno a 400 empleos en los próximos 10 años. Esta cifra se incrementaría una vez estuvieran en funcionamiento los sistemas de riego y se calcula que el total de empleos creados podrían rondar los 3.400.

343 millones de entrada

La empresa Global Energy Services (GES) pretende construir un salto reversible que tomará el agua en el embalse de Mequinenza y lo almacenará en un depósito de carga con capacidad para 4,18 hectómetros cúbicos. El presupuesto para las obras de esta primera fase se eleva a 343 millones de euros. 

Los saltos reversibles o centrales de bombeo permiten elevar el agua cuando el precio de la electricidad está más barato y soltarla para producir energía en los momentos en los que tiene un coste más elevado. La energía acumulada cuando el embalse esté lleno oscilará entre los 104 y los 216 gigawatios hora (GWh). 

GES ya pidió en noviembre de año 2017 al entonces Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital la inclusión de las obras de la primera fase de la central de bombeo como proyecto de interés comunitario.

La localización del emplazamiento no es casual, puesto que está muy cerca del Nudo Aragón en Escatrón y del Nudo Mudéjar en Andorra, ambas subestaciones de evacuación gestionadas por Red Eléctrica.

En cuanto a las cifras de la primera fase del proyecto, el salto máximo del aprovechamiento es de 344 metros mientras que el volumen de agua anual que se mueve es de 600 hectómetros cúbicos al año.

La potencia del salto es de 318 megavatios (MW) mientras que la capacidad del depósito de carga se eleva a 4,18 hectómetros cúbicos. Según se especifica en el folleto editado por la empresa, la horquilla en la rentabilidad del proyecto es de entre el 6 y el 7%, mientras que el margen bruto anual que plantea oscila entre los 21,57 y los 26,87 millones de euros al año.

La toma del aprovechamiento reversible está en el embalse de Mequinenza, cercana a la población de Chiprana, a una cota de 101 metros sobre el nivel del mar. La conducción del salto tiene dos tramos: el primero a través de un túnel y una tubería que llega a un depósito de carga situado a 445 metros. 

El segundo tramo, previsto para la segunda fase, enlaza ese depósito con la balsa, localizada a unas cotas que oscilan entre una altitud de 390 y 445 metros. Esta acumulación de agua sería la que se emplearía para el riego a medio plazo.

La propuesta se enmarca en la gestión integrada del agua. Tiene una vertiente económica que está clara y es la generación de energía, pero además plantea un aspecto social de gran relevancia para el Bajo Aragón Histórico: la irrigación de almendros y olivos ahora de secano. Así, la balsa garantizaría el agua en la zona del Guadalope en los años de sequía y permitiría una mejor eficiencia y un menor coste a los regadíos que dependen del agua del Ebro mediante elevaciones. 

Estas previsiones para el aprovechamiento energético y su compatibilidad con el desarrollo agroalimentario están incluidas en el Plan Hidrológico del Ebro. Se espera que las empresas que concurran a los 1,3 GW del Nudo Mudéjar puedan plantear esta infraestructura.

 

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