

4 Prácticas Digitales que Llevarán a tu Equipo y Empresa al Éxito en 2026
Como ya sabemos, el mundo empresarial va a un ritmo frenético y, en este proceso, la digitalización juega un rol fundamental. Como consecuencia de eso, en 2026 ya no alcanza con utilizar algunas tecnologías sueltas para estar al día, el éxito dependerá de la habilidad para utilizar un sistema digital completo que haga que la empresa sea más rápida, eficiente y fuerte en todo lo que hace.
Además de la tecnología, las personas que la constituyen también son fundamentales y, a su vez, también están adaptándose a los cambios. Se espera una rotación estructural del 23% en los puestos de trabajo en los próximos cinco años.
Por ello, como veremos a lo largo de este artículo, para tener éxito en 2026 será necesario invertir en tecnología y en cómo se organiza la empresa, junto con también enseñar habilidades digitales al equipo.
Hablar de IA a esta altura no es ningúna novedad ni sorpresa, mucho menos aplicada a la gestión de tareas empresariales. Ya sabemos que la inteligencia artificial puede transformar radicalmente la concepción de la realización de tareas, trascendiendo la mera copia robótica y dando paso a una «copia inteligente» auténtica.
Esta función consigue que las máquinas realicen tareas repetitivas, dirijan trabajos complejos y tomen decisiones basadas en el análisis de datos. Una prueba de esto es que las empresas que ya han implementado el uso de automatización a través de IA han reportado un aumento del 40% en la productividad, ahorrando en costes y tiempo significativamente.
La IA se puede aplicar a varios ámbitos: Por ejemplo, en RRHH, la IA puede manejar con soltura el proceso de contratación, desde revisar documentos hasta planificar la formación. Gracias a esto, los encargados en recursos humanos pueden invertir más tiempo en la capacitación y en la naturaleza de la organización, en lugar de en la administración.
Asimismo, en el ámbito de las finanzas, la IA se encarga de generar informes diarios y detectar irregularidades al observar la forma en que se llevan a cabo las operaciones, ayudando a que se notifique a tiempo y brindando a la empresa un margen para evitarlo antes de que sea demasiado tarde.
Por último está también la atención al cliente en la que los chats virtuales ofrecen asistencia continua y resuelven problemas de manera proactiva. Esto es un win-win ya que los clientes ven sus dudas y respuestas resueltas inmediatamente y la empresa puede ahorrar costes y tranquilidad gracias a su uso.
2. Privacidad y normativas de datos
En la era de los datos en la que nos encontramos, la confianza de los clientes va de la mano con qué tan claro y seguro se gestiona su información. El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea ha establecido un marco normativo riguroso que afecta a cualquier empresa a nivel global que procese datos de ciudadanos europeos. Si no se cumple esta ley, las empresas pueden recibir multas de hasta el 4 % de sus ventas anuales. Esto demuestra que la privacidad de los datos es muy importante para las empresas, tanto financieramente como legalmente.
De cara al año 2026, el cumplimiento normativo exigirá a las empresas online una serie de acciones específicas basadas en estos pilares:
Aunque a veces parece que encargarse de la privacidad de los datos es una molestia, en realidad es una forma de invertir en la confianza y la buena fama de la marca. Ser claros y cumplir las normas crea una base sólida de lealtad con los clientes, lo que puede traer beneficios reales.
Afortunadamente se puede contar con distintas herramientas online que nos proveen empresas como Usercentrics para ayudarnos a cumplir con esta normativa. Ya sea sabiendo cómo crear una política de cookies, decidir el tipo de banner que tendrá nuestra web o cómo gestionar los datos de forma eficiente, podemos delegar en estas herramientas para ganar en nuestra tranquilidad y la de los clientes.

3. Formación constante
Detrás de toda transformación exitosa, encontramos a las personas, el denominado «talento». Sin embargo, la falta de especialistas digitales es uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las empresas. El 78 % de los trabajadores españoles ya solicita formación en tecnologías digitales e IA, lo que pone de manifiesto la necesidad de abordar esta brecha de manera proactiva.
Para 2026, las empresas punteras usarán métodos de capacitación avanzados para hacer crecer a sus equipos. Una forma es usar programas externos, como el programa Kit Digital, que apoya a las pymes para usar soluciones digitales y formarse en ciberseguridad e inteligencia artificial. Otra opción es la formación interna con métodos nuevos. La gamificación o el microaprendizaje, por ejemplo, convierten la formación en algo divertido e interactivo, con rankings, premios y retos para animar a los empleados.
A la hora de buscar maneras originales y fiables de formar a nuestro equipo podemos hacer uso de webs de anuncios para localizar profesionales en el ámbito que necesitemos. La mejor opción es utilizar webs específicas en formación como puede ser Tus clases particulares, donde encontramos una gran oferta junto con todo tipo de información para elegir el mejor perfil.
La formación, de este modo, puede ser individual para cada empleado, como si fueran clases privadas, o en grupos reducidos. Este método hecho a medida puede ser positivo para reconocer que no todos los empleados necesitan las mismas habilidades y que la formación debe ser tan adaptable como la empresa.
4. Toma de decisiones basada en datos
Anteriormente hemos hablado de lo clave que es hacer una buena gestión y mantener a buen recaudo los datos de los clientes. Sin embargo, es necesario mencionar que los datos por sí mismos, son clave en la economía digital actual. Podríamos decir que son diamantes en bruto que, si bien utilizados, pueden ser el secreto que nos conduzca al éxito.
Para ello, debemos intentar que nuestra empresa cultive una cultura data-driven o basada en datos. Una cultura que se basa en datos ayuda a las empresas a dejar de lado las corazonadas y a tomar decisiones bien fundamentadas, mejorando, así, el uso de los recursos y aumentando sustancialmente las ganancias.
El análisis de datos también permite manejar los riesgos de manera proactiva, mejorar la capacidad de respuesta y adaptar los productos y servicios a cada cliente, afianzándolos y creando una cadena continua de compra-venta.
Para fomentar una cultura centrada en los datos, es necesario un plan de acción estratégico:
Todos estos puntos están fuertemente interrelacionados lo que hace que todos sean imprescindibles. Las inversiones en inteligencia artificial, por ejemplo, no tienen sentido si los algoritmos no se alimentan con datos de alta calidad para aprender. De manera similar, la agilidad se vuelve inútil si las decisiones rápidas que se toman en cada sprint no se basan en pruebas sólidas del mercado y del cliente.
Debemos ver la cultura basada en datos como una forma fundamental de pensar que impulsa el éxito de todas las iniciativas digitales de una empresa.
El desafío que tenemos por delante se trata de redefinir por completo el propósito de nuestra empresa en un mundo que cada vez exige más responsabilidad, transparencia y bienestar colectivo.
Romper los monopolios del conocimiento y del poder es el objetivo de este viaje. La digitalización nos brinda la oportunidad de construir una sociedad más justa e inclusiva.
Además de la tecnología, las personas que la constituyen también son fundamentales y, a su vez, también están adaptándose a los cambios. Se espera una rotación estructural del 23% en los puestos de trabajo en los próximos cinco años.
Por ello, como veremos a lo largo de este artículo, para tener éxito en 2026 será necesario invertir en tecnología y en cómo se organiza la empresa, junto con también enseñar habilidades digitales al equipo.
Los Nuevos Paradigmas Empresariales Para 2026
1. Automatización y productividadHablar de IA a esta altura no es ningúna novedad ni sorpresa, mucho menos aplicada a la gestión de tareas empresariales. Ya sabemos que la inteligencia artificial puede transformar radicalmente la concepción de la realización de tareas, trascendiendo la mera copia robótica y dando paso a una «copia inteligente» auténtica.
Esta función consigue que las máquinas realicen tareas repetitivas, dirijan trabajos complejos y tomen decisiones basadas en el análisis de datos. Una prueba de esto es que las empresas que ya han implementado el uso de automatización a través de IA han reportado un aumento del 40% en la productividad, ahorrando en costes y tiempo significativamente.
La IA se puede aplicar a varios ámbitos: Por ejemplo, en RRHH, la IA puede manejar con soltura el proceso de contratación, desde revisar documentos hasta planificar la formación. Gracias a esto, los encargados en recursos humanos pueden invertir más tiempo en la capacitación y en la naturaleza de la organización, en lugar de en la administración.
Asimismo, en el ámbito de las finanzas, la IA se encarga de generar informes diarios y detectar irregularidades al observar la forma en que se llevan a cabo las operaciones, ayudando a que se notifique a tiempo y brindando a la empresa un margen para evitarlo antes de que sea demasiado tarde.
Por último está también la atención al cliente en la que los chats virtuales ofrecen asistencia continua y resuelven problemas de manera proactiva. Esto es un win-win ya que los clientes ven sus dudas y respuestas resueltas inmediatamente y la empresa puede ahorrar costes y tranquilidad gracias a su uso.
2. Privacidad y normativas de datos
En la era de los datos en la que nos encontramos, la confianza de los clientes va de la mano con qué tan claro y seguro se gestiona su información. El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea ha establecido un marco normativo riguroso que afecta a cualquier empresa a nivel global que procese datos de ciudadanos europeos. Si no se cumple esta ley, las empresas pueden recibir multas de hasta el 4 % de sus ventas anuales. Esto demuestra que la privacidad de los datos es muy importante para las empresas, tanto financieramente como legalmente.
De cara al año 2026, el cumplimiento normativo exigirá a las empresas online una serie de acciones específicas basadas en estos pilares:
- Consentimiento explícito: Ya no alcanza con asumir tácitamente con la navegación del usuario su consentimiento para el uso de cookies. El consentimiento debe ser una «acción afirmativa» y está prohibido utilizar casillas pre marcadas en los banners de cookies.
- Transparencia: Las empresas deben mostrar total transparencia respecto a sus políticas de cookies y privacidad. Esta información debe estar claramente accesible desde el pie de página de sus respectivos sitios web. Dicha política debe especificar los tipos de cookies utilizadas, sus propósitos, quién las usa y cómo el usuario puede gestionarlas o revocar su consentimiento en cualquier momento.
- Derechos de usuario: Debe garantizarse el derecho a la portabilidad de los datos y el «derecho al olvido», lo que implica la posibilidad de solicitud de eliminación o bloqueo de la información personal de los clientes.
Aunque a veces parece que encargarse de la privacidad de los datos es una molestia, en realidad es una forma de invertir en la confianza y la buena fama de la marca. Ser claros y cumplir las normas crea una base sólida de lealtad con los clientes, lo que puede traer beneficios reales.
Afortunadamente se puede contar con distintas herramientas online que nos proveen empresas como Usercentrics para ayudarnos a cumplir con esta normativa. Ya sea sabiendo cómo crear una política de cookies, decidir el tipo de banner que tendrá nuestra web o cómo gestionar los datos de forma eficiente, podemos delegar en estas herramientas para ganar en nuestra tranquilidad y la de los clientes.

3. Formación constante
Detrás de toda transformación exitosa, encontramos a las personas, el denominado «talento». Sin embargo, la falta de especialistas digitales es uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las empresas. El 78 % de los trabajadores españoles ya solicita formación en tecnologías digitales e IA, lo que pone de manifiesto la necesidad de abordar esta brecha de manera proactiva.
Para 2026, las empresas punteras usarán métodos de capacitación avanzados para hacer crecer a sus equipos. Una forma es usar programas externos, como el programa Kit Digital, que apoya a las pymes para usar soluciones digitales y formarse en ciberseguridad e inteligencia artificial. Otra opción es la formación interna con métodos nuevos. La gamificación o el microaprendizaje, por ejemplo, convierten la formación en algo divertido e interactivo, con rankings, premios y retos para animar a los empleados.
A la hora de buscar maneras originales y fiables de formar a nuestro equipo podemos hacer uso de webs de anuncios para localizar profesionales en el ámbito que necesitemos. La mejor opción es utilizar webs específicas en formación como puede ser Tus clases particulares, donde encontramos una gran oferta junto con todo tipo de información para elegir el mejor perfil.
La formación, de este modo, puede ser individual para cada empleado, como si fueran clases privadas, o en grupos reducidos. Este método hecho a medida puede ser positivo para reconocer que no todos los empleados necesitan las mismas habilidades y que la formación debe ser tan adaptable como la empresa.
4. Toma de decisiones basada en datos
Anteriormente hemos hablado de lo clave que es hacer una buena gestión y mantener a buen recaudo los datos de los clientes. Sin embargo, es necesario mencionar que los datos por sí mismos, son clave en la economía digital actual. Podríamos decir que son diamantes en bruto que, si bien utilizados, pueden ser el secreto que nos conduzca al éxito.
Para ello, debemos intentar que nuestra empresa cultive una cultura data-driven o basada en datos. Una cultura que se basa en datos ayuda a las empresas a dejar de lado las corazonadas y a tomar decisiones bien fundamentadas, mejorando, así, el uso de los recursos y aumentando sustancialmente las ganancias.
El análisis de datos también permite manejar los riesgos de manera proactiva, mejorar la capacidad de respuesta y adaptar los productos y servicios a cada cliente, afianzándolos y creando una cadena continua de compra-venta.
Para fomentar una cultura centrada en los datos, es necesario un plan de acción estratégico:
- Promover el uso de datos: El liderazgo debe fomentar activamente el uso de datos en las decisiones diarias.
- Invertir en tecnología: Adquirir herramientas para la recopilación, análisis y visualización de datos.
- Capacitar a los empleados: Es crucial, como mencionamos en el punto anterior, que los equipos aprendan a utilizar estas herramientas e interpretar los resultados.
- Fomentar la mejora continua: Valorar los datos como activos estratégicos para la innovación y la eficiencia.
Todos estos puntos están fuertemente interrelacionados lo que hace que todos sean imprescindibles. Las inversiones en inteligencia artificial, por ejemplo, no tienen sentido si los algoritmos no se alimentan con datos de alta calidad para aprender. De manera similar, la agilidad se vuelve inútil si las decisiones rápidas que se toman en cada sprint no se basan en pruebas sólidas del mercado y del cliente.
Debemos ver la cultura basada en datos como una forma fundamental de pensar que impulsa el éxito de todas las iniciativas digitales de una empresa.
Un viaje hacia un futuro mejor
Las cuatro prácticas descritas en este artículo no son iniciativas independientes, sino elementos de un ecosistema digital interconectado. Gracias a ellas podemos entender que la transformación digital no se reduce a una mera colección de herramientas y procedimientos, sino que representa el punto de confluencia donde convergen la tecnología, la ética y el propósito empresarial.El desafío que tenemos por delante se trata de redefinir por completo el propósito de nuestra empresa en un mundo que cada vez exige más responsabilidad, transparencia y bienestar colectivo.
Romper los monopolios del conocimiento y del poder es el objetivo de este viaje. La digitalización nos brinda la oportunidad de construir una sociedad más justa e inclusiva.