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Concluyen las obras de las unidades de convivencia de la residencia de Albarracín Concluyen las obras de las unidades de convivencia de la residencia de Albarracín
La gereente del IASS en la lavandería de la residencia, que ha sido ampliada dentro de la inversión realizada

Concluyen las obras de las unidades de convivencia de la residencia de Albarracín

La gerente del IASS visita el centro, que forma al personal en el modelo de Antención Integral Centrada en la Persona
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La residencia del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) de Albarracín ha culminado ya la creación de sus dos unidades de convivencia, unas obras que comenzaron en julio de 2022 y que se han ejecutado en las plantas primera y segunda del centro.

“Este centro residencial de Albarracín se suma al avance hacia el modelo de atención centrado en la persona, un cambio que pasa por las infraestructuras, como estamos viendo; pero –sobre todo- por la aplicación de un nuevo modelo de cuidados”. Así lo explicó Noelia Carbó, directora gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), que visitó el estado de la obra, junto a la arquitecta del IASS Esperanza Blanco.  Ambas estuvieron acompañadas por la directora del centro, Carmen Lozano, y el director provincial del IASS en Teruel, Michel Villalta.

Carbó recordó que la aplicación de ese nuevo modelo de cuidados pasa por la formación del personal y la implicación de familiares y residentes, un proceso que ya está en marcha en el sistema aragonés.

La arquitecta explicó que las unidades de convivencia de la residencia de Albarracín están concebidas “con la filosofía de un hogar, respetando espacios comunes de convivencia, donde los residentes puedan compartir su tiempo, realizar actividades, comer o estar con sus familiares”. “El objetivo que buscamos –incidió Esperanza Blanco- es crear ambientes hogareños que permitan replicar algunas de las costumbres que han marcado la vida de las personas para las que este espacio va a ser su hogar”.

Plazas

En concreto, una de las unidades de convivencia de Albarracín cuenta con doce plazas y la otra, con diez.

Las obras han supuesto la inversión de 1.004.058 euros, incluyendo en este presupuesto la ampliación de la lavandería y la mejora energética del edificio. El montante procede de los fondos europeos de Recuperación y Resiliencia Next Generation.

La directora del centro hizo hincapié en el proceso de formación en el modelo de atención integral centrada en la persona en el que está inmerso el personal del centro, de la mano de la fundación Matía.  “Debemos adecuar nuestra forma de trabajar a este nuevo contexto, que pone en el centro a la persona, da prioridad a sus gustos y preferencias y respeta su biografía”, detalló Carmen Lozano. Actualmente, añadió, se ha creado un “grupo motor” –como inicio de la actividad de las unidades de convivencia- que está formado por trabajadores de diferentes departamentos, residentes y familiares.

“Estamos realizando una valoración de la situación actual y de las actuaciones necesarias para implantar las unidades con este modelo de trabajo”, señaló.

La residencia de Albarracín fue inaugurada en 1977, y en 2004 pasó a titularidad del IASS. A lo largo de estos años se han ejecutado diferentes obras de mejora para la modernización de los espacios. Actualmente, viven en ella 39 residentes, que cuentan de forma habitual con atención psicológica, terapia ocupacional, y fisioterapia. Además, el centro trabaja junto al instituto de Albarracín y el CRIET para favorecer las actividades intergeneracionales.

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