El Ayuntamiento de Camarena de la Sierra prohíbe la circulación de quads en su término municipal

El Ayuntamiento de Camarena de la Sierra ha sacado una ordenanza municipal pionera en Aragón que prohibe circular quads, buggies y motos de trial en pistas del término municipal que no estén asfaltadas. Esta medida no afecta a los vecinos que cuentan con autorizaciones para este tipo de vehículos destinados a usos ganaderos, agrícolas, forestales o cinegéticos.

El alcalde de la localidad, Francisco Narro, manifestó que esta ordenanza municipal se aprobó con el fin de evitar la presencia continua de este tipo de vehículos en las pistas de tierra del municipio puesto que provocaban en ellas graves destrozos. “Teníamos que repararlas continuamente porque había grupos de aficionados a estos deportes de motor que acudían continuamente desde la Comunidad Valenciana, donde su uso está prohibido desde hace tiempo”, matizó.

El término de Camarena de la Sierra limita con el de la localidad valenciana de La Puebla de San Miguel, donde estos vehículos no podían circular y se desplazaban continuamente al municipio de Gúdar-Javalambre.

Orden singular

Narro detalló que esta ordenanza es similar a otras que dependen de los Ayuntamientos, como los aprovechamientos micológicos, y detalló que antes de aprobarla consultaron con el departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón para comprobar que se ajustaba a la normativa.

“Somos la primera localidad de Aragón que aprueba una ordenanza así”, comentó Narro, quien matizó que le ha pasado la documentación a otros ediles para que la conozcan. Insistió en que la medida no afecta a las personas del municipio puesto que su uso está justificado por temas agrícolas, ganaderos, forestales o cinegéticos.

“Lo hemos hecho porque no queremos que nos destrocen todas las pistas forestales,”, comentó el alcalde de Camarena, quien aseguró que en ocasiones se desplazaban grupos de hasta 30 personas para recorrer con quads, motos de trial o buggies las pistas del municipio. La ordenanza también limita la velocidad a la que pueden circular los vehículos autorizados, que se sitúa en 30 kilómetros por hora.

Los encargados de solicitar los permisos a los conductores son tanto los agentes de la Guardia Civil como los forestales.