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El refugio de montaña Rabadá y Navarro reabre y potencia así el turismo de aventura El refugio de montaña Rabadá y Navarro reabre y potencia así el turismo de aventura

El refugio de montaña Rabadá y Navarro reabre y potencia así el turismo de aventura

Los nuevos guardas ofertan, además del hospedaje, barranquismo, escalada, rutas y cursos
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El refugio de montaña Rabadá y Navarro en Javalambre, Camarena de la Sierra, reabrirá sus instalaciones el próximo 21 de enero con la potenciación del turismo de aventura. Los dos nuevos guardas de refugio de montaña ofertan, además del hospedaje completo, barranquismo, rutas, escalada, cursos, encuentros, bicicleta de montaña, esquí, entrenamientos en altura, traid. El refugio de montaña Rabadá y Navarro tiene una capacidad de 90 plazas.

Los dos nuevos guardas del refugio de montaña Rabadá la pareja formada por Neus Arjona Martí y Enrique Vila Sarrión, naturales de Canals (Valencia) anunciaron que tras la adjudicación de concurso para la gestión del refugio por parte de la Federación Aragonesa de Montaña abrirán las instalaciones el próximo 21 de enero. La adjudicación del contrato para llevar el refugio tiene una duración de dos años.

Neus Arjona y Enrique Vila reseñaron que cuentan con gran experiencia en  montañismo y en turismo de aventura. “Personalmente he trabajado 13 años en un albergue de montaña de Valencia y soy guía de montaña y barranquismo, además de llevar 15 años realizando turismo de aventura y Enrique Vila es un experto montañero, ya que su pasión es la montaña”, comentó Neus Arjona.

Para Enrique Vila y Neus Arjona haber conseguido ser los guardias y gestores del refugio de montaña Rabadá y Navarro es haber cumplido una gran ilusión por el entorno tan especial como es la Sierra de Javalambre que ya conocían por sus prácticas de montaña y por haber incluso trabajado Neus de guía de montaña en el refugio. “El sitio es espectacular”, afirmaron.

Turismo

Con la reapertura del refugio de montaña Rabadá y Navarro los nuevos guardas quieren potenciar el turismo de aventura, además de ofrecer hospedaje tanto a los que están federados en clubes de montaña como a los que no.

En este punto, los guardas del refugio avanzaron que ofrecerán rutas guiadas por el entorno de la Sierra de Javalambre, barranquismo por los Amanaderos y en seco para la iniciación, cursos de escalada, cursos de rescate en montaña, formación invernal, campamentos para escolares, excursiones fin de curso, encuentros para los clubs de montaña, entrenamiento en altura, traid, bicicleta de montaña, senderismo, esquí, etc.  A ello se tiene que sumar que se puede alquilar diverso material  del turismo de aventura como las raquetas para el esquí de montaña o neoprenos para la práctica del barranquismo, o material para la práctica de vías ferratas.

El refugio Rabadá y Navarro tiene una capacidad total de 90 personas y en todas las habitaciones con literas para 6 y 8 personas se dispone de baños y duchas, calefacción y agua caliente. El precio completo de hospedaje y comida para una personas no federada y mayor de 14 años es de 48,30 euros el día y para un federado es de 40,90 euros al día. La comida de dos platos y postre para un no federado es de 12,30 euros y para un federado es de 11,30 euros.

La temporada alta del refugio de montaña de Rabada y Navarro comprende de noviembre a marzo y la apertura del refugio es durante todos los días. En la temporada baja, de abril a noviembre, la apertura es bajo demanda con un mínimo de 15 personas.

Enrique Vila y Neus Arjona también reseñaron que quieren colaborar con la economía local.

A 1.520 metros de altitud

El refugio Rabadá y Navarro se encuentra a 1.520 metros de altitud, en las estribaciones del Pico Javalambre y en 2008 tuvo una importante remodelación. La historia reciente del refugio se remonta al año 1988 cuando la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada cede a la Federación Aragonesa de Montañismo una serie de refugios de montaña situados en la Comunidad Aragonesa; uno de ellos fue el de Rabadá y Navarro. En esa época se trataba de una pequeña edificación.  Tiene por finalidad principal dar servicio y seguridad a los montañeros sea cual sea la disciplina del montañismo que practiquen, además de a los vecinos de Camarena, esquiadores, escolares, visitantes, turistas y cualquier persona que requiera de su uso, ya sea para informarse, pernoctar o para alguno de los servicios de restauración.

Sus instalaciones son accesibles a pie, (1h 15’ desde Camarena por el GR10), o vehículo por pista rodada. En el exterior del refugio y adosado a su fachada, se cuenta con un rocódromo de hormigón proyectado para realizar prácticas de escalada.

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