Irene Lario pinta el mural ‘Bocamina’ en la pared de una finca en Escucha

Escucha presumirá un poco más de su historia minera con el mural que la artista local Irene Lario está pintando en la pared de una finca particular. Bajo el título Bocamina, Lario está reproduciendo una de las galerías más emblemáticas de la mina se Se Verá. Esta es la segunda obra mural que la pintora ha desarrollado en el municipio.

Se trata de una iniciativa privada que surgió casi por casualidad. “Vi a una persona que estaba arreglando las paredes de su lugar de esparcimiento y le pregunté que qué le parecería si pintaba allí un mural”, explicó la artista, que tiene muy avanzada la obra que se ha plantado en un paño de muro de más de 12 metros cuadrados. En un primer momento barajó en recuperar un boceto que se había proyectado hace algún tiempo para pintarse en Utrillas, pero al final se apostó por una referencia más local, “más del pueblo”. “Entonces yo hice unas fotos de la mina del Museo Minero de Escucha y elegí esta galería, que es una galería como súper fotografiada”, relató Lario, que subrayó ser “socia de la Asociación del Patrimonio Minero de Escucha en la que intentamos darle importancia a todo este pasado minero”.

El proyecto comenzó a principios de mes con cuatro jornadas de trabajo y se confía en poder terminarlo antes de que empiece octubre con dos o tres días más.

Irene Lario no se enmarca dentro de ninguna técnica artística y se define como “multidisciplinar” y, aunque en la actualidad trabaja sobre todo la acuarela, no ha dudado en coger los pinceles con pintura acrílica para dar vida a un paño desnudo de pared. Sobre el proceso para trasladar la imagen de la galería a la pared, Lario explicó que “lo que hacemos es hacer la proyección del boceto en la pared. Entonces, una vez ya tenemos el dibujo más o menos planteado, es cuando pinto con pintura mural plástica”, dijo.

Esta será la segunda obra mural que Irene Lario tenga en Escucha. La primera se pintó hace unos años en el paño exterior de una de las paredes de su huerto y en él se plasmó el paisaje de escucha, “con sus campos y ribazos”, y la imagen de una amiga suya mirando el horizonte.