Escucha vive un verano de cine

El Ayuntamiento de Escucha y la Asociación Patrimonio Minero de la localidad, con la colaboración de la Asociación Peña Taurina Celestino Martín de Escucha y la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (ampa) han organizado en la localidad minera un verano cargado de actividades. Ya en el mes de julio se llevaron a cabo actuaciones en el Pump Track, fitness en el agua, natación para bebés, el teatro del CPEPA de Montalbán, Athenea Teatro Joven o un concierto de violín dentro la mina Se Verá, actual Museo Minero.

La pasada semana, el escaperoom La mochila de Eva dio inicio a un intenso programa que continuó el sábado con un taller de fotografía con móvil, una master class de Pedro Blesa para conocer trucos y estrategias que permitieron a los asistentes mejorar el uso de la cámara en el móvil; y el domingo se proyectó el film El niño de las monjas, primera película que pudo verse en el cine Latorre de Escucha, en 1954. Tras la proyección se realizó un cine fórum sobre la vida del cine en la localidad en un recorrido hasta 1982, año de su cierre, que llenó el espacio de recuerdos, anécdotas y curiosidades, en una actividad que forma parte del proyecto de recuperación del patrimonio inmaterial de Escucha y Valdeconejos.

Entre las actividades, no faltaron momentos para las infantiles que se concentraron en un taller de marcapáginas, con la entrega previa de un cuadernillo cultural que rellenarían los chicos a lo largo de la semana para descubrir la historia, toponimia y personajes del pueblo a través del juego. Otro de los días se cerró La maleta del tiempo, una cápsula de recuerdos que se reabrirá dentro de doce años y permitirá descubrir los contenidos acumulados, y que se guardó en el interior de la mina Se Verá. Esta cápsula del tiempo completo las fotografías, juguetes o deseos que ya habían guardado los chicos del colegio y al que se unieron los que viene a pasar el verano al pueblo.

Asimismo, en la plaza del Olmo pudieron disfrutar de juegos matemáticos en la calle, elaboraron pulseras numéricas o jugaron al microrrobot minero (avanzando entre casillas de carbón y castilletes), resolvieron un puzle mudéjar de personajes aragoneses, antes de concluir con una demostración de la Sabiduría de la multitud, juego estadístico en el que adultos y peques trataron de adivinar el número de bolas contenidos en una urna.

El domingo, los Cuentos a la fresca de Angelines Carbó despidieron los actos de la semana. Se trata de una sesión de narración oral que tiene la particularidad de que son los propios vecinos quienes suben al escenario para ejercer de cuenteros, realizar adivinanzas, cantar o contar.

También hubo actividades en la naturaleza: en la localidad vecina de Valdeconejos se llevó a cabo una ruta senderista por los parajes de Carra Teruel y, otro de los días, un paseo etnográfico guió a los participantes a los antiguos hornos y tejería de Escucha, un patrimonio y un oficio ya perdido que se pretendía enseñar.

Una de las noches hubo tiempo para observar el cielo y su luna llena, en una actividad astronómica nocturna que coordinó Pedro Blesa.

El patrimonio más cercano de Escucha se visibilizó en una visita guiada al Museo Taurino que mostró la colección pictórica de la Peña Taurina Celestino Martín, de la mano del profesor Jordi Macián, que llenó de explicaciones y saberes un rincón repleto de arte y no muy bien conocido por los propios escuitenses. Por otra parte, el patrimonio inmaterial local volvió a su cita en una tertulia que intentó, en un encuentro para el recuerdo, rescatar la trayectoria del desaparecido CD Escucha y las anécdotas de un equipo que inició su andadura en una escombrera de carbón, lugar donde se ubico el primitivo campo de futbol. Y quedó tiempo para la salud en una taller de RCP (reanimación cardiopulmonar) dirigido por David Palomar, una actividad, necesaria y didáctica, muy aplaudida por el público asistente.

Y como agosto es largo, aún quedará tiempo para la realización de unos talleres de crecimiento personal, talleres para niños, el espectáculo El amor gitano en la música clásica, el musical de La Cenicienta y más eventos que harán las delicias de los vecinos de Escucha en un verano de película; estas últimas actividades están subvencionados por el programa Dinamiz-ARTJ del Instituto de Transición Justa.

Las actividades han contado con la participación activa de los vecinos y su objetivo final ha sido llenar de cultura y patrimonio un espacio dirigido tanto a los vecinos del pueblo como a los numerosos escuitenses que vuelven a llenar sus casas por el verano.