La empresa Marie Claire prevé un ERE total y el cierre de la fábrica el 30 de junio

EFE - Redacción/ Castellón - Teruel

La compañía textil Marie Claire se encuentra al borde del cierre tras haber llegado a una situación insostenible económicamente, y mientras agota las posibilidades de encontrar financiación externa, el escenario más probable es la presentación de un ERE de extinción que dejará a 288 trabajadores en la calle y en una situación “dramática” ante la falta de alternativa laboral.

El municipio de Vilafranca del Cid, en la comarca castellonense de Els Ports, es la sede del centro de producción de la compañía y entre sus vecinos la noticia cayó como un jarro de agua fría. “Es como en un funeral”, explicó el representante de UGT en el comité de empresa, Cándido Andrés.

Tanto el pasado lunes como en la reunión mantenida este miércoles por la tarde, la compañía insistió de nuevo en las dificultades económicas por las que atraviesa la empresa, que se remontan a años atrás y que hacen peligrar la viabilidad de la misma y el cierre de la planta de Vilafranca, algo que ya anunció hace algunas semanas si no encontraban un inversor. Esta semana han vuelto a condicionar mantener la planta abierta a partir del 30 de junio a una inyección económica externa.

La empresa mantiene conversaciones con sus principales acreedores para renegociar su deuda, al tiempo que realiza una búsqueda activa de inversores interesados en respaldar el proyecto de relanzamiento de la marca.

Financiación

Según comentaron desde UGT y CCOO, la búsqueda de financiación o el intento de compra por otra compañía es el “plan B”, que ven como poco probable, no así el “plan A” que supondría el inicio de la negociación para aprobar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción.

Los representantes de los trabajadores aseguraron  que la empresa dispone de más plazo para negociar e insisten en “seguir intentando buscar soluciones de viabilidad a la empresa, aunque sea con un 30% de la plantilla”, a la vez que exigen a los directivos “claridad”.

La compañía se estableció en Castellón en el año 1907 y ha llegado a emplear a 1.000 personas. Ha supuesto el sustento económico para cientos de familias durante más de un siglo, entre ellas numerosas de la zona del Maestrazgo turolense. Además, se ha adaptado a los tiempos y a las modas y es la única industria de la zona, por lo que su cierre es un “drama económico y social”.

José María Gutiérrez, secretario general de la Federación de Industria de CCOO-PV en las comarcas del norte de Castellón, especificó que la empresa comunicó el lunesel preconcurso de acreedores y la intención de presentar el ERE, aunque las partes se reunirán el próximo lunes para exponer la memoria explicativa y el informe técnico de la situación.

La firma, continuó Gutiérrez, ha atravesado por dificultades durante la última década, no solo por la covid y por el reciente aumento de los costes energéticos y de materias primas, sino también porque es una marca que “hace un producto de calidad” que cada vez encaja menos en el mercado textil.

Cierres

Desde el cierre de su centro logístico en Borriol en 2021, trabajadores y compañía han hecho un esfuerzo por reflotarla. La Generalitat concedió una ayuda de 21,5 millones para el desarrollo de nuevas líneas de negocio en 2022, a través del Fondo Valenciano de Resiliencia, para contribuir al desarrollo económico de la comarca y contribuir a la fijación de la población en los municipios de la zona.

Sin embargo, “la masa salarial que tienen ahora mismo, junto con coste energía y materias primas ha abocado a una situación inasumible para la compañía”.

Actualmente hay 130 trabajadores en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte), que debían reincorporarse a su puesto de trabajo el 1 de julio y que, de cumplirse los pronósticos de la empresa textil, ya no lo harán.

Por otro lado, otros 90 empleados continúan trabajando en producción y 68 en otras áreas como las oficinas de Castelló. Todos ellos se verían afectados por una pérdida de empleo, en su mayoría en la comarca de Els Ports y L’Alt Maestrat donde no existe ninguna otra industria en la que se pudieran intentar una recolocación, una situación en la que también están una treintena de personas del Maestrazgo de Teruel, la mayoría de ellas de La Iglesuela del Cid, aunque también hay familias afectadas en Mosqueruela y Cantavieja.

“Un drama” en la comarca

Gutiérrez mostró su preocupación ante esta “muy mala noticia”, y calificó el probable cierre de Marie Claire como de “drama”. Además, los trabajadores, señaló, no están cerca de la jubilación y resulta complicado buscar otra salida profesional . En esta situación se encuentran la mayor parte de los empleados de la provincia de Teruel, que tienen edades comprendidas entre los poco más de 40 y los 60 años.

“Si la única industria que hay desaparece, nos vemos abocados de nuevo a la despoblación” porque la gente tendrá que moverse para “buscar su fuente de ingresos”, agregó el secretario general de la Federación de Industria de CCOO-PV.

Cándido Andrés, que es vecino de Vilafranca, aseguró que, pese a que está “todo en el aire” porque la empresa deberá dar explicaciones y todavía no han presentado el ERE, “ha sido un golpe muy duro para la comarca”.

“Hoy el pueblo es un funeral”, manifestó Andrés, quien concretó que no sólo se verá afectado por la pérdida directa de empleo sino también por la indirecta, y además “aquí en una comarca en la que ya venimos sufriendo la despoblación”.

En el caso de La Iglesuela del Cid, que tiene una veintena de vecinos trabajando en la Marie Claire, la empresa textil es la que más empleo da ya que en el Maestrrazgo turolense no hay grandes industrias y, por ello, la empleabilidad femenina es escasa.