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Rescate del perro en el aljibe de Calanda. Guardia Civil

La Guardia Civil rescata a un perro abandonado siete días en un aljibe e investiga a una persona por maltrato animal en Calanda

Según la investigación de los agentes, el animal no se pudo caer de manera accidental y presentaba síntomas de desnutrición
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Dos especialistas del Grupo de Rescate de Intervención de Montaña (Greim) de Mora de Rubielos rescataron el pasado día 7 de septiembre a un perro que se encontraba en el interior del aljibe del Convento del Desierto de Calanda, a ocho metros de profundidad. El animal no pudo caerse de manera fortuita puesto que el único acceso al pozo estaba cerrado con una verja, que los agentes tuvieron que retirar para descender haciendo rapel hasta el interior. Una vez allí, le colocaron un arnés al perro para poderlo extraer con una polea.

Una senderista que transitaba por la zona dio el aviso a la Guardia Civil de que había un perro en el interior de un pozo y hasta el lugar se desplazó una patrulla de seguridad ciudadana de Alcorisa, que alertó a su vez al equipo de rescate de montaña, puesto que la extracción del perro requería bajar hasta el pozo, que tiene una profundidad de ocho metros, para colocarle los amarres.

Los agentes le dieron de comer y, como ya era de noche, el Greim se desplazó a las 6:00 horas del día siguiente. “Lo primero que hicimos fue comprobar que no había otra forma de acceso al interior del aljibe”, explica Manuel Ortega, que era el agente de guardia del equipo de rescate con sede en Mora de Rubielos. Le echaron al perro sus propios bocadillos, que devoró enseguida, y prepararon todo para el rescate. El propio Ortega bajó al pozo mientras su compañero Javier Estévez le apoyaba desde arriba. Para acceder al interior, instalaron dos cuerdas semiestáticas y entraron mediante la técnica de rapel. Para evitar que en el ascenso sufriera daños el can, uno de los agentes se quedó en el interior del aljibe guiando la cuerda.

“El animal estaba súper agradecido, se dejó poner el arnés y el bozal, que no hubiera hecho falta, porque era muy dócil”, relata el agente, quien precisa que una vez realizado el rescate se pusieron en contacto con una veterinaria y la protectora de animales de Alcañiz para atender al perro, que presentaba un grave estado de desnutrición y deshidratación puesto que, calculan, estuvo al menos siete días en el interior del pozo.

Además, tras el rescate, los agentes del Seprona de Alcañiz procedieron a la lectura del microchip que llevaba el perro y que ayudó a identificar a su dueño, que está siendo investigado como posible autor de un presunto delito de maltrato animal. Las diligencias instruidas fueron puestas a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Alcañiz.

El agente Javier Estévez destacó que fue una intervención en la que colaboraron tres equipos especializados de la Guardia Civil y matizó que, como institución, “tiene distintas herramientas y trabajando en conjunto puede desarrollar una labor magnífica”, aseveró.

No fue una caída fortuita

 

El animal no pudo caer de forma fortuita al interior del pozo puesto que estaba cerrado con una reja, que luego fue atornillada de nuevo por los propios agentes de la benemérita. Desde la boca del aljibe al interior había entre siete y ocho metros y el animal pudo salvar su vida por el montículo de restos de vegetación y tierra que había justo en el centro, que debieron amortiguar el golpe de la caída, según indicaron los agentes.

El aljibe no tenía agua en su interior, y el animal estuvo más de siete días en su interior, a tenor del grado de desnutrición y deshidratación que presentaba. Finalmente una senderista oyó los aullidos y, tras constatar que había un animal en el pozo, dio el aviso a la Guardia Civil.

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