La Politécnica de Madrid premia el proyecto Ecopozos de alumnos del IES Salvador Victoria

El proyecto Ecopozos, creado por alumnos de la localidad turolenses de Monreal del Campo se aupó con el primer premio del concurso que organiza la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) para promover las vocaciones tecnológicas en las poblaciones rurales, gracias a una idea para garantizar el agua en los abrevaderos rurales.

Se trata de la competición Digitaliza tu Pueblo, que coordina el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación de la UPM y cuyo objetivo es reducir la brecha digital de las poblaciones rurales potenciando la formación de los más jóvenes en competencias de tecnologías de la información y la comunicación.

Ecopozos

Esta edición del concurso la ganó el proyecto Ecopozos, que propone garantizar que haya siempre agua en los abrevaderos dispersos por el campo.

Los autores de la propuesta son cuatro alumnos del instituto de enseñanza secundaria Salvador Victoria, de Monreal del Campo, que obtuvo por tercera vez consecutiva el primer premio de este concurso organizado por la UPM, según indica el centro en una nota recogida por EFE. Se trata de Alejandro Beltrán, Darío Gómez, Israel Hernández y Carlos Marco.

El proyecto ganador parte de un problema observado por los propios estudiantes, como es la escasez de agua que registran durante el verano las balsas a las que acuden a beber los animales del monte. Aunque esos abrevaderos suelen disponer de un sistema que bombea agua del correspondiente pozo gracias a unos paneles solares, este deja de funcionar por la noche porque no dispone de acumuladores de energía.

Por ello los alumnos ganadores presentaron un prototipo con una batería y un regulador de carga que permite operar también durante las horas nocturnas. Además, para evitar que los animales se queden sin agua en caso de que falle el interruptor de boya, el sistema electrónico, formado por una placa Arduino con un sensor de nivel de líquido, conecta la bomba cuando es necesario al tiempo que envía una notificación al teléfono móvil del encargado del pozo.

El segundo premio recayó en el instituto Jorge Manrique, de Motilla de Palancar (Cuenca), por el proyecto Patita Solidaria, que busca ayudar a los voluntarios del centro de protección animal de la localidad mediante la creación de unos comederos y bebederos automáticos.

Bronce para el Valle del Jiloca

Por otro lado, un equipo del instituto Valle del Jiloca en Calamocha ha ganado el tercer premio con una propuesta, Poketcats, que busca dar a conocer la historia del pueblo a sus vecinos más jóvenes, con una yincana de orientación que propone diversas pruebas a través de una aplicación móvil.

Las propuestas presentadas este curso sumaban inicialmente un total de 49, procedentes de 21 centros de 15 provincias.

Otros proyectos a concurso

Además del proyecto Ecopozos que se impuso en esta edición del concurso, el IES Salvador Victoria presentó otros tres proyectos más a la competición diseñados con el objetivo de poner soluciones a “problemas reales de Monreal o de los alrededores”, explicó la profesora de Tecnología en el centro educativo, Pilar Latorre, que recordó que ésta había sido la cuarta participación del centro en estos premios.

Después de haber detectado la proliferación de algas en el caucel del río Jiloca, alumnos de 4º de la ESO propusieron un proyecto como solución al proceso de eutrofización y que llegó a la fase final de la competición. A causa de este proceso, las algas proliferan en exceso en el cauce provocando la acumulación de residuos y basura. Es un barco robótico que navega por el río limpiando las algas y recogiendo la basura.

Otro grupo de alumnos propuso un robot bautizado Agrobot para recoger los productos de los huertos para resolver el problema que la despoblación está generando en la falta de producción de hortalizas de proximidad.

Para prevenir la invasión de animales silvestres en las carreteras, el proyecto Scare Wild Boar quería reducir los accidentes cinegéticos delimitando determinadas zonas mediante ultrasonidos olo audibles para los jabalíes, pudiendo completarse con una zona que se iluminara automáticamente cuando la atravesase uno de estos animales.

Todos estos proyectos y otro más que no llegaron a presentarse al concurso son parte de la formación del propio centro que cuenta, además, con el apoyo de la empresa Pyrsa para adquisición del material.