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Los hosteleros de Gúdar-Javalambre viven un febrero Los hosteleros de Gúdar-Javalambre viven un febrero
Varios esquiadores, muchos de ellos escolares, en la estación de Valdelinares este lunes. Aramón

Los hosteleros de Gúdar-Javalambre viven un febrero "espectacular" gracias al esquí

Colas de kilómetros para llegar a las pistas y cocinas que no cierran para poder atender a los clientes
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Cruz Aguilar

En algunos restaurantes de Alcalá de la Selva este fin de semana se han batido récords de comensales. También los hoteles de las zonas de influencia de las estaciones de esquí tienen prácticamente todas sus camas para los fines de semana reservadas desde hace tiempo y, en el caso de producirse alguna cancelación, en apenas diez minutos se cubre. El mes de febrero es el agosto de las sierras de Gúdar y Javalambre gracias a la nieve, pero este año todavía hay más demanda turística debido a que los visitantes se han concentrado en este mes al estar en diciembre y enero las estaciones de esquí cerradas.

La temporada “se ha acortado mucho” y eso ha generado que ahora en febrero haya una gran demanda. “Este fin de semana ha sido espectacular y febrero está todo lleno gracias a la nieve”, comenta Amparo Atienza, trabajadora en El Rincón de Juanjo, en Alcalá de la Selva. En el establecimiento han dado hasta tres turnos de comidas y el sábado es el día que más menús sirvieron de las últimas tres décadas. “Esta temporada se ha quedado tan corta que todo el mundo aprovecha estos días”, dice Atienza, para añadir que en marzo la gente ya tiene en mente las fallas y la playa y se olvida de la nieve.

En el mismo sentido se pronunció Nuria Ros, gerente del Hotel Selva Nevada de Alcalá, quien señala que “se nota que las estaciones han estado cerradas en diciembre y enero y eso ha hecho que la gente se agrupe en febrero. Tenemos los alojamientos a tope y los restaurantes no damos abasto de toda la gente que viene”, dice, y eso que aunque en las pistas sí hay nieve, en los pueblos apenas quedan restos.

Esquiadores de Alicante y Murcia

Por otro lado, Ros precisa que cada vez reciben a más esquiadores de Alicante y Murcia, que son los que principalmente hacen noche porque de Valencia y Castellón se suelen desplazar a pasar el día. Plantea que las dos semanas que quedan de febrero “son clave” porque además coinciden con la época de carnaval y en varias provincias hay puentes escolares, lo que redunda en una ocupación de en torno al 80% incluso entre semana.

Juan Carlos Escuder, que además de hostelero tiene varios comercios en Mora de Rubielos reconoce estar “sorprendido” de la gran cantidad de personas que reciben: “Estamos teniendo tanta saturación que es imposible digerir más”, asegura.

En varios estaurantes de estas zonas de esquí la cocina no se ha cerrado durante los fines de semana de febrero para atender a la gran cantidad de comensales. Una ampliación de horario de difícil encaje con los problemas para completar plantillas que tienen muchos establecimientos.

Las colas de coches se prolongaban desde unos cuatro kilómetros antes de llegar a la estación en las horas punta y Escuder asegura que ha habido un resurgir de las excursiones en autobús. Dela que durante años apenas subían transportes colectivos, pero él contó en apenas un rato el pasado domingo por la mañana una docena de autocares. Escuder relata que esas excursiones de un día se nutren con nuevos perfiles de esquiadores, como  latinos y personas del Este de Europa, que hasta hace poco no eran habituales en las estaciones.

Sierra de Javalambre

También en la Sierra de Javalambre la ocupación es muy alta: “La gente tenía muchas ganas de nieve, tanto los turistas como los trabajadores”, explica Ricardo Navarro,  gerente y propietario de Cabañas de Javalambre. Especifica que febrero es tradicionalmente un buen mes y lo habitual es estar completos, aunque este 2023 tienen incluso lista de espera para algunos fines de semana. “Este año parece extraordinario porque diciembre y enero han sido muy malos”, lamenta.

El hostelero confía en que el frío se mantenga durante el mes de marzo y las estaciones puedan estar operativas en Semana Santa, que es a comienzos de abril.

De todas formas, aunque febrero suele ser bueno y este año lo está siendo más si cabe, los hosteleros lamentan que las pérdidas de la Navidad y el mes de enero son irrecuperables. “Estamos salvando un poco los muebles, pero no podemos recuperar lo que se perdió”, dice Nuria Ros. En el mismo sentido se pronuncia Ricardo Navarro, quien precisa que las noches que se pierden “son como un producto caducado”, se van a la basura.

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