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Preocupación vecinal por la presencia de restos de cortas en montes de la comarca de Gúcar-Javalambre Preocupación vecinal por la presencia de restos de cortas en montes de la comarca de Gúcar-Javalambre
En la imagen, restos de cortas en los montes de Gúdar-Javalambre

Preocupación vecinal por la presencia de restos de cortas en montes de la comarca de Gúcar-Javalambre

Plantean que suponen un mayor riesgo de incendio e instan a que se obligue a las empresas a su retirada
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Cruz Aguilar

Un grupo de vecinos y propietarios de segundas residencias en la comarca de Gúdar-Javalambre muestran su preocupación por la situación en la que se encuentran algunos montes de Alcalá de la Selva, Valdelinares y Mosqueruela, donde se han cortado pinos y no se han retirado los restos.

Se trata principalmente de montes privados, pero recalcan que en alguna ocasión los restos de talas de montes públicos también han permanecido hasta dos años antes de ser retirados. Detallan que en otras regiones, como la Comunidad Valenciana, a la hora de realizar los aprovechamientos de madera se exige el triturado y extracción de los restos. “Si en Valencia se hace, con una calidad de madera inferior, no se entiende que no se lleve a cabo en Teruel”, dicen.

Los vecinos están preocupados por la situación y tienen previsto comunicarlo a los Ayuntamientos en los que se ubican los montes, Alcalá de la Selva, Valdelinares y Mosqueruela, y al que alguno de ellos ya se ha dirigido.

Desde el Servicio Provincial de Medio Ambiente en Teruel indican que todas las intervenciones en montes públicos o privados van en aras de una gestión y unos fines, que es que esas masas tengan mejor defensa frente a incendios y estén mejor adaptadas para su propio desarrollo futuro. Detallan que las masas no intervenidas “tienen una gran cantidad de biomasa y combustible, lo que las hace más vulnerables en caso de incendio”.

En cuanto a la limpieza de los restos, en el caso de los montes privados es el propietario de los mismos el responsable de la eliminación o tratamiento. En lo que respecto a los pinares públicos, los sobrantes que quedan difieren mucho según la forma en que se ha hecho la tala, puesto que cuando se utiliza maquinaria quedan muy destruidos y no son necesarios tratamientos posteriores.

También es importante el momento en el que se realizan las cortas, puesto que si se llevan a cabo a finales del invierno o durante la primavera pueden servir de atracción a insectos perforadores, algo que no ocurre si se hacen en octubre o noviembre.

Desde el Servicio Provincial reconocen que tener restos por el suelo puede provocar que haya continuidad de combustible y dificultar el tránsito por el monte. Sin embargo, matizan que también existen algunas ventajas, como que constituyen materia orgánica que se va a incorporar al suelo y contribuir al mantenimiento de la fertilidad del suelo. Además, los restos protegen al suelo de escorrentías y pueden ayudar a que el daño frente a lluvias intensas sea menor.

Los vecinos reconocen que limpiar los montes “es una utopía por su coste hoy día” ya que las actividades tradicionales que contribuían a ello, como el aprovechamiento de la leña, han desaparecido prácticamente. “Todo ello ha provocado que el monte esté muy sucio, pero si además le sumamos el abandono de restos y que cada año hace más calor, el cóctel es muy peligroso”, advierten. Por eso, plantean que desde las administraciones locales se debería impulsar la obligatoriedad de la eliminación de esos residuos.

En este sentido desde el Servicio Provincial coinciden en señalar que la realidad socioeconómica de los pueblos ha cambiado y el aprovechamiento de la leña sólo se mantiene, y de manera residual, en algunos lugares y en determinadas zonas muy favorables para su recogida.

Los vecinos y propietarios de segundas residencias alertan de que en la zona de Gúdar-Javalambre hay mucha gente que vive del turismo, que dejará de ser una fuente de ingresos si un incendio acaba con los paisajes. En opinión de este grupo habría que minimizar al máximo el riesgo de que un incendio coja suficiente fuerza y para ello es fundamental que no haya restos de cortas.

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