La Confederación Hidrográfica del Júcar iniciará la primera semana de agosto una obra de emergencia para reparar los diques de la presa de Valbona

La Confederación Hidrográfica del Júcar iniciará la primera semana de agosto una obra de emergencia para reparar los diques de tierra de la presa de Valbona (Teruel) tras la detección de problemas de estabilidad en los diques de cierre que no cumplen con los factores de seguridad exigidos por la normativa vigente y que han aconsejado el vaciado parcial del embalse para asegurar su estabilidad.

Se trata de una presa de gravedad cuya explotación comenzó en 1960, con una capacidad de 0,49 hm3 para satisfacer las demandas de riego en el municipio de Valbona y colindantes, cuyo vaso cierran tres diques formados por un cuerpo de material arcilloso sobre el que descansa un estrecho encachado de escollera.

Según ha informado el organismo de cuenca, se han detectado problemas en los diques de inestabilidad local en diferentes zonas y en una precaria estabilidad global ante el deslizamiento, y esta situación, unida a la dispersividad de los materiales constitutivos de los diques y los elevados gradientes hidráulicos existentes en el pie de presa, puede dar lugar a fenómenos de erosión interna, inestabilidad y deformaciones asociadas a flujos de agua.

Por esta razón, se ha procedido al vaciado parcial del embalse como medida para asegurar su estabilidad a corto plazo, lo que supone disminuir el volumen útil de explotación alrededor del 50 %.

Dada la necesidad de reparación de los diques de tierra a la mayor brevedad posible, toda vez que la limitación del nivel del embalse por motivos de seguridad no puede garantizarse en caso de avenida, el presidente de la Confederación, Miguel Polo, autorizó el pasado 3 de julio la ejecución de las obras, declarándolas de emergencia conforme a la normativa vigente, con un presupuesto de dos millones de euros.

Las actuaciones, con una duración previstas de un año, se adjudicaron el pasado día 7, de forma provisional, a Pavasal Empresa Constructora, deberán empezar antes del 3 agosto.

Según la Confederación, incluyen en su primera etapa el necesario completado de la documentación geotécnica existente mediante la ejecución de un plan de ensayos, así como de un informe geológico-geotécnico y de trabajos topográficos para el levantamiento del área objeto de las obras.

Con todo ello, se redactará un proyecto constructivo de las obras, que consistirá en la ejecución de un filtro invertido en el pie de presa, con áridos de origen silíceo para asegurar su correcta función con protección de capas de geotextil para eliminar la contaminación de los materiales.

El filtro, ha explicado el organismo de cuenca, busca resolver los dos problemas detectados en los diques de tierra de la presa: por un lado, evita la migración de material de los diques para eliminar el riesgo de erosión interna y, por otro lado, se refuerza el talud aguas abajo de la presa, dotándola de mayor peso para alcanzar así los coeficientes de seguridad exigidos.

Esta solución podrá acometerse manteniendo operativa la presa al no ser necesario vaciar totalmente el embalse para su ejecución, lo que permitirá mantener, además del nivel de explotación para regadíos y los usos lúdicos del embalse durante la ejecución de las obras.

La solución adoptada, la más económica de las estudiadas, no requiere mantenimiento posterior y permite incluir en la propia obra el material procedente de la excavación, con lo que el residuo generado es aprovechado, ha destacado la Confederación.