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Rodenas realiza una prospección hidrogeológica para tener un segundo pozo Rodenas realiza una prospección hidrogeológica para tener un segundo pozo
La bici de un viajero, aparcada a las puertas del albergue Cañada La Reina

Rodenas realiza una prospección hidrogeológica para tener un segundo pozo

Se está analizando el agua encontrada en el paraje de Las Chozas, en las faldas de San Ginés
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José Luis Rubio
Para asegurarse el abastecimiento de agua, el Ayuntamiento de Rodenas, en la Comarca de la Sierra de Albarracín, ha realizado una prospección hidrogeológica para la realización de un segundo pozo en el municipio. Los estudios se ha llevado a cabo en un paraje llamado Las Chozas, a unos tres kilómetros  del casco urbano y en su realización se han invertido cerca de 25.000 euros.

“Hemos hecho un sondeo para ver si conseguimos agua porque en el pueblo vamos muy ajustados”, explicó el alcalde de Rodenas, José Antonio Nicolás. En la prospección se ha encontrado agua y las muestras se han mandado a un laboratorio para analizarlas y valorar su llevada al pueblo. También habrá que conocer el caudal que pueda proporcionar el manantial y si es suficiente para acometer los trabajos de canalización hasta el pueblo. “Se está analizando para ver la calidad del agua, si es potable para el consumo humano”, confirmó.

“Si tenemos agua, tendremos que hacer el pozo ya más ancho, encamisarlo, poner toda la camisa de acero inoxidable y hacer el proyecto para la canalización del agua con una tubería. Tendremos que hacer una instalación eléctrica para poder bombear el agua del pozo”, explicó Nicolás.
El suministro de agua no es crítico en Rodenas. Al menos de momento, a pesar de tener que abastecerse de un único manantial. El alcalde confirmó que en estos momentos la situación “no está muy apretada, de momento tenemos agua, pero tenemos un solo pozo’ y recordó que “el año pasado se rompió la bomba, y cuando se rompe la bomba te quedas sin suministro” por lo que tuvieron que pedir auxilio a la Diputación de Teruel para que abasteciera al municipio con sus camiones bomba.

La situación climática, con episodios cada vez más severos de sequía, han contribuido a la necesidad de adopción de medidas preventivas, como el segundo pozo en el que se está trabajando para que “ en los años que no llueve tanto hay que tener otra posibilidad, hay que tener un plan B”. Incluso la amenaza de una avería en la bomba, como la sufrida la campaña pasada en verano y con las distribuidoras de los recambios cerradas por vacaciones, también ha sido determinante para tomar la decisión de buscar nuevos manantiales.

Aunque ya se sabe que a unos pocos metros, en el paraje de Las Chozas, en las faldas del monte San Ginés, hay agua, todavía no se sabe cuánta hay. “Sabemos que tenemos un caudal bastante más o menos importante, pero cantidad exacta no tenemos ninguna”, dijo Nicolás.

En el Ayuntamiento no se contempla la posibilidad de que este nuevo abastecimiento de agua pueda estar en funcionamiento este verano y se confía en que se cumplan los plazos para que pueda estar llevando agua a Rodenas en 2025. “SI fuésemos un pueblo con muchos recursos, a lo mejor podríamos llegar a este verano. Pero con nuestros propios recursos no estará hecho este verano”, dijo.

Refugios para excursionistas


Por otro lado, los dos albergues para excursionistas que habilitó el municipio de Rodenas hace casi cuatro años siguen siendo utilizados por deportistas. Sobre todo por aficionados a los viajes en bicicleta, después de su inclusión en la ruta cicloturista del universo de Montañas Vacías, que se ha adentrado en la zona del valle del Jiloca y alrededores con su propuesta de viaje en bicicleta De Resistencia y Esperanza: Una historia para pedalear a través del Valle del Jiloca.

“Tenemos tres refugios en el pueblo. Dos los habilitamos hace cuatro años y el otro fue anterior”, recordó el alcalde. Los tres albergues se rehabilitaron con la ayuda de los fondos Leader para evitar que el legado de las generaciones anteriores cayera en la ruina y el olvido. “Eso lo hicieron nuestros antecesores, los abuelos, y lo hicieron porque en la zona que están no hay ninguna paridera, ni ningún refugio para cuando ellos estaban trabajando con los mulos y no tenían nada para refugiarse los días de tormenta con sus animales”, explicó.

“A nosotros nos parecía mal una obra de nuestros antecesores estuviera derruida porque creemos que, aunque sólo fuera por su aspecto, deberíamos de mantenerla”, razono José Antonio Nicolás refiriéndose también a los nuevos usos de estas instalaciones, que ahora son empleadas por viajeros y deportistas.

En su rehabilitación, y aprovechando los muros hechos con piedra de rodeno, se empleó cemento con colorante, en el suelo se echó cemento también del color de la piedra de rodeno y para el techo se recurrió a un tejado de tipo sandwich imitando teja.

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