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15.200 kilómetros y cinco años para fotografiar  678 ermitas por toda  la provincia de Teruel 15.200 kilómetros y cinco años para fotografiar  678 ermitas por toda  la provincia de Teruel
Antonio Fontenla en las inmediaciones de San Miguel de Espinalbar, en Valderrobres

15.200 kilómetros y cinco años para fotografiar 678 ermitas por toda la provincia de Teruel

Antonio Fontenla recorre todos los pueblos turolenses que tienen capillas para captarlas con su objetivo
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Cruz Aguilar

15.200 kilómetros, 13.292 imágenes y cinco años de tiempo para fotografiar un total de 678 ermitas de las 691 que hay catalogadas en la provincia de Teruel. El artífice de este archivo documental sin precedentes es Antonio Fontenla, un fotógrafo de Utrillas que comenzó captando los templos más cercanos y que acabó embarcado en el proyecto de fotografiar los de toda la provincia.

Está elaborando fichas de cada una de ellas en las que se incluye tanto las imágenes como los datos de construcción y restauración si la hubiera. Plantea que el estado de estos bienes religiosos es dispar, aunque señala que 492 están bastante bien conservadas. Hay algunas que en el momento en que las visitó se encontraban inmersas en obras de restauración y hay algunas de las que apenas se conservan algunas ruinas. Se ha dejado 13 sin visitar porque son de propiedad privada y no están abiertas al público.

La ermita del Santo Sepulcro del Calvario de Alcorisa. Antonio Fontenla

Lo primero que hizo fue localizarlas todas y crear una base de datos, a partir de ahí buscó en el Sigpac, el sistema de localización geográfica, donde encontró muchas, aunque no todas. A partir de ahí continuó su trabajo para completar la búsqueda a través de las páginas webs de Ayuntamientos y comarcas y detalla que algunos de estos sitios de internet “son muy completos”.

Empezó “por casualidad”, desvela, porque tiraba fotografías de las ermitas que encontraba en sus caminatas desde Utrillas hasta los pueblos cercanos. “Luego ya me lo tomé más en serio y me planteé hacer las de la provincia de Teruel”, explica, para añadir que la drástica subida del gasóleo ralentizó sus salidas y, con ello, el proyecto, que ahora ya está totalmente concluido.

La ermita del Santo Sepulcro del Calvario de Alcorisa. Antonio Fontenla

Mancha de aceite

Su trabajo de recopilación de ermitas se expandió como una mancha de aceite, partiendo de Utrillas, para extenderse hasta todos los rincones de la provincia. “Hacía hasta 300 kilómetros en un día, entre llegar al pueblo y los recorridos por allí”, detalla. La media de ermitas que documentaba en una jornada era de entre 10 y 14 y siempre intentaba fotografiarlas tanto externa como internamente, aunque reconoce que en muchos casos no le fue posible. Ha recorrido prácticamente todos los pueblos de la provincia de Teruel, aunque matiza que no todos porque hay algunos que no tienen ermita.

En cuevas

Una docena de las capillas que hay en la provincia se han dedicado a otros usos. Su nueva utilidad es de lo más variopinta y va desde almacén municipal al de aperos agrícolas. En Calomarde el muro lateral de la ermita se ha utilizado para adosar a él una plaza de toros. Precisamente son esos templos a los que se les ha dotado de nuevos usos los que más pena le han dado al viajero, quien apunta que hay algunos otros que están en tal estado de ruina que son irrecuperables.

La ermita de la Magdalena, en Valderrobres, está en el interior de una cueva. Antonio Fontenla

De las 691 ermitas localizadas, diez son santuarios, seis conventos y otras cuatro están integradas en monasterios, según el inventario realizado por Fontenla.

En la provincia de Teruel hay dos templos situados en una cueva. Se localizan en Valderrobres y La Portellada y ambos presentan una gran vistosidad por la capacidad de adaptar el edificio a la roca que constituye tanto parte de las paredes como la cubierta.

Antonio Fontenla relata la dificultad que ha tenido para acceder a alguna de las ermitas debido a los infructuosos caminos que había hasta ellas o incluso hay varias a las que ha tenido que llegar a pie. “Activaba el localizador del móvil por si acaso, porque iba solo por medio del monte”, relata.

Decoración de la cúpula de la Virgen del Rosario, en La Mata de los Olmos

Lamenta no haber podido fotografiar algunas de las ermitas en su interior, pero también recuerda con cariño las múltiples veces que algún lugareño le ha abierto las puertas de los templos y le ha hecho de guía turístico inesperado.v Sin embargo, reconoce que es una pena que la mayoría no se hayan podido fotografiar por dentro. También considera que hubiera sido bueno aprovechar sus viajes para capturar con su objetivo las diferentes poblaciones turolenses, algo que, sin embargo, no llevó a cabo porque le hubiera ralentizado mucho en sus salidas.

Aunque no realizó el trabajo con el objetivo de publicarlo, está abierto a hacerlo si alguien lo considera oportuno. Plantea que las ermitas constituyen un patrimonio “totalmente desconocido y precioso”, que va más allá de los sitios clásicos que visita la gente.

Interior de la ermita de San Gregorio, en Aguaviva. Antonio Fontenla

Entre las capillas que más le han llamado la atención está la del Santo Sepulcro, de Alcorisa: “Es un deleite, está todo el camino empedrado, desde el pueblo, por todo el calvario, hasta arriba, es precioso”, destaca. También le sorprendió la de la Virgen del Consuelo de Camañas, donde está el único pantocrátor románico de toda la provincia de Teruel, algo que sorprendió al viajero puesto que no esperaba encontrar esas pinturas medievales en el pequeño templo.

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