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Armando Casas, presidente de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de México: “Es un gusto recibir el homenaje de Calanda, el emblemático lugar donde nació Buñuel” Armando Casas, presidente de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de México: “Es un gusto recibir el homenaje de Calanda, el emblemático lugar donde nació Buñuel”
Armando Casas, junto al busto de Buñuel del CBC. BCIFF

Armando Casas, presidente de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de México: “Es un gusto recibir el homenaje de Calanda, el emblemático lugar donde nació Buñuel”

El director universal dirigió 21 de 32 películas en México, entre ellas ‘Nazarín’ o ‘Los Olvidados’
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La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de México recibió el pasado sábado, junto a la actriz Ángela Molina que encarnó a Conchita en la última película de Buñuel (Ese oscuro objeto del deseo, 1977), uno de los dos homenajes que brindó el XX Festival Internacional de Cine Buñuel Calanda (BCIFF). La relación entre la localidad bajoaragonesa y México es obvia tras dirigir 21 películas el calandino en su etapa mexicana. Estrecha el vínculo que la Casa Buñuel sea la sede de la Academia, según explica el presidente de la entidad, Armando Casas.

-¿Qué vinculación tiene la Academia con Calanda?

-El propio Buñuel, sencillamente. Calanda es el lugar donde nació el director y la Academia tiene como sede la casa en la que él vivió en Ciudad de México durante más de 30 años y donde murió en 1983. La conexión es directa. Además, él hizo 32 películas y 21 de ellas fueron producidas con capital mexicano, algunas de ellas coproducciones, y es su etapa más extensa. De este periodo, entre la etapa surrealista y la francesa, hay títulos tan emblemáticos como Los olvidadosNazarín y Viridiana. Además, la Academia, una de las más antiguas del mundo y que en 2026 hará 80 años, otorgó en 1951 casi todos los premios Ariel a Los Olvidados. En definitiva, hay muchos puntos de contacto y en este contexto nos quisieron entregar el reconocimiento en el 125 aniversario del nacimiento del genial cineasta.

-¿Qué papel juega la Academia dentro del BCIFF?

-Siempre ha colaborado con el festival, precisamente por esta vinculación. En este caso, vengo a hacer una conferencia sobre cine mexicano y Luis Buñuel el viernes, y presentamos una película mexicana, Armonía comunitaria, de Ollín Buendía. Es interesante para que quien no conoce suficiente sepa de la obra mexicana de Luis Buñuel.

-¿Desde cuando al Casa Buñuel, en Ciudad de México, es la sede de la Academia?

-Desde hace ocho años. Pertenece al Ministerio de Cultura de España, que la adquirió en su momento por intermediación de Javier Espada, que le dijo a la entonces ministra, Ángeles González Sinde, que sería conveniente que el Gobierno español la adquiriera. Se remodeló, pero hay que decir que un año y medio después el siguiente Gobierno español quiso cerrarla y afortunadamente el Gobierno mexicano llegó a un acuerdo con el Ministerio de Cultura español para tenerla en custodia durante 25 años. Y la usamos nosotros.

-¿Qué hacen desde allí?

-La Casa Buñuel tiene una exposición permanente, una línea del tiempo en la vida de Buñuel. Tenía esta idea original de ser un museo. La casa está muy bien conservada, con su chimenea y el lugar donde Buñuel hacía sus parrilladas, su jardín... Está funcionando como sede de la academia, desde allí opera nuestra gente. Lo que estamos haciendo son actividades académicas y abriremos este año un par de exposiciones vinculadas con el 125 aniversario del nacimiento. Una será sobre las actrices del cine mexicano en Buñuel, como María Félix o Silvia Pinal (Viridiana), y la otra sobre caricaturas y retratos de Buñuel.

-¿Ejercen, de alguna forma, la salvaguarda de la obra del genial cineasta calandino?

-La Academia está hecha de cineastas para cineastas en activo. Nos interesa la preservación y divulgación del cine mexicano, hacemos investigación y editamos libros. Es una plataforma para defender nuestro cine, cuidar nuestro patrimonio y reconocer a nuestros compañeros. En este sentido, la obra de Buñuel pertenece a muy distintas instancias. Los Olvidados, quizá la obra más conocida, pertenece a la Fundación Televisa, como Nazarín. Son ellos quienes tienen los derechos, aunque es interesante la pregunta porque la custodia física del material, el negativo, está en buen resguardo en la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), con la que tenemos magnífica relación. Nosotros tenemos una videoteca.

-Dice que Buñuel filmó 21 películas con capital mexicano en su etapa más extensa. ¿Qué representa el cineasta calandino para México?

-Es un director muy relevante, clave para el cine mexicano porque se convirtió muy rápidamente en un cineasta universal. Hay que decir que Los olvidados (1950) es una película mexicana que fue la segunda en convertirse en Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, que reconoce obras audiovisuales de valor excepcional. Evidentemente, buena parte del cine mexicano no se entiende sin Buñuel, ni Buñuel se entiende sin la obra que hizo en mi país. Es muy relevante.

-¿Cómo recibe su institución el reconocimiento público que le ha brindado el festival?

-Con mucho entusiasmo, y más cuando en el mismo acto homenajearon a una actriz como Ángela Molina, emblemática de la etapa francesa de Buñuel y aún muy en activo, que no ha hecho solo cine en España sino en el mundo. Es una actriz reconocida, nos da mucho gusto que hayamos recibido ambos este reconocimiento a punto de cumplir 80 años como institución y en el emblemático lugar donde nació Buñuel.

-¿Sus premios Ariel equivaldrían al Goya en España?

-Así es, somos entidades similares ambas Academias, en México y en España. Yo tengo una magnífica relación con el presidente de aquí, Fernando Méndez-Leite, somos amigos desde hace 20 años. Ambos fuimos directores de nuestras escuelas de cine y nos encontramos ahora como presidentes de nuestras academias. Los Ariel se entregan desde 1946. Ambos pertenecemos a la Federación de Academias de Cine Iberoamericano (Fiacine) y tenemos reuniones constantemente.

-La Academia mexicana surge en 1946 en un momento de esplendor de la industria cinematográfica allí, con más de 80 películas el año anterior. ¿Cuál es el estatus de su cine en el mundo en la actualidad?

-La Academia surge en un momento en que estaba produciéndose mucho cine en México, digamos que la edad de oro. En este contexto trabajaron directores como Luis Buñuel, Emilio Fernández, Roberto Gavaldón, y actores como Pedro Armendáriz, Dolores del Río o Jorge Negrete. Casi 80 años después, estamos en un momento muy interesante. En los años 90 hubo un declive muy lamentable con años de 9 y 15 películas, pero entrado el siglo XXI, por efecto de unos estímulos fiscales, creció exponencialmente la producción, con hasta 240 películas al año en 2010-2011. Ahora se está haciendo mucho cine y buen cine. Llaman la atención a nivel mundial varios cineastas mexicanos que han destacado en los Óscar, como Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu. A pesar de ser cineastas de renombre internacional, siguen presentes en México, donde siguen haciendo películas. Digamos que, aunque en términos de producción el cine mexicano está muy bien, el problema es la distribución y la exhibición. No llegan suficientes películas. Hay que decir que, afortunadamente y aunque es un tema a discutir y complejo, las plataformas han permitido una apertura.

-Desde el año pasado, el festival promueve encuentros entre Aragón y México para generar estrategias de difusión del cine aragonés, y de coproducción de documentales y películas de ficción entre AragónTV, las Film Commission de Aragón y Teruel, y el Clúster Audiovisual de Aragón. ¿Que resultados está dando este proyecto?

-Los foros de producción son muy importantes para concretar proyectos. No son fáciles, pues muchos requieren más de un año, pero en eso estamos. Estaré en este foro, este lunes, como parte de México y pendiente de cómo van avanzando las coproducciones propuestas. Lo que veo es que hay que ir poco a poco. Entre España y México sí hay muchos encuentros y con Aragón se tiene que buscar el marco.
 

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