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César Rina: “La obra de Arturo Barea ya ha sido restituida, en los parámetros de un país que lee poco” César Rina: “La obra de Arturo Barea ya ha sido restituida, en los parámetros de un país que lee poco”
César Rina, en la Biblioteca Nacional de Madrid

César Rina: “La obra de Arturo Barea ya ha sido restituida, en los parámetros de un país que lee poco”

Coordina el dosier de la revista Turia sobre el escritor republicano
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El profesor César Rina Simón (Cáceres, 1986) presentará en número 147 de la revista cultural Turia en próximo miércoles en Badajoz, ciudad natal de escritor republicano Arturo Barea (1897-1957), a quien va dedicado el dossier monográfico de la publicación editada por el Instituto de Estudios Turolenses. Él mismo coordina un extenso informe en el que han participado catorce autores con el objetivo de situar la obra de Barea en su auténtico contexto intelectual, a la altura de otros autores de su generación más reconocidos como Max Aub o Ramón J. Sender.

¿Cómo recibió el encargo de coordinar el dossier por parte de Raúl Carlos Maícas? ¿Le pareció oportuno recuperar la figura de Arturo Barea?

-A Raúl Carlos le propone mi nombre Luis Sáez Delgado, director de la Editora Regional de Extremadura, ya que la Junta de Extremadura colabora en este número. Me pareció una oportunidad para ahondar en un autor que había tratado con anterioridad en relación a la cultura popular. Este encargo me ha obligado a aplicar nuevos enfoques, releerme toda la obra de Barea e investigarle. Raúl Carlos desde el principio me dio total libertad, ha sido un placer trabajar con él, y de hecho se entiende que Turia se haya convertido en una de las Revistas, en mayúsculas, de la literatura española.

-¿Hasta qué punto sigue siendo Arturo Barea un autor relativamente desconocido o injustamente tratado?

-Te responderé con un ejemplo. En una ocasión le preguntaron a Clarín que porqué en España no se sabía nada sobre Portugal, y éste respondió: “porque aquí se sabe poco de cualquier parte.” Esto sería aplicable a la obra de Barea. En Inglaterra o Dinamarca su obra fue muy leída y debatida en la década de los cuarenta y los cincuenta. Llegaron a proponerle para el Nobel. En España el interés ha sido tardío. Como es obvio, hasta que no cayó la dictadura no se pudo publicar en el país La forja de un rebelde. Con el cambio de siglo el interés ha crecido, ya contamos con muy buenas biografías del autor, se han reestablecido sus lugares de memoria y sus obras cuentan con numerosas ediciones, incluso en publicaciones de periódicos muy económicas que tuvieron mucha difusión. Hoy creo que sí ha sido restituido, dentro de los parámetros de un país que lee poco…

-¿Qué hace que su trayectoria sea merecedora de un dossier en Turia? ¿Por qué podemos e incluso debemos compararla a autores tan señalados como Max Aub o Ramón J. Sender?

-Con Aub y Sender le une la experiencia del exilio, la derrota de la guerra y el desarraigo por un país por el que lucharon y con el paso de los años ya ni reconocerán. La obra de Barea es de una riqueza testimonial y de una agilidad narrativa excepcional. Estamos ante uno de los mejores autores del siglo XX, dicho esto sin ningún género de dudas.

-¿Diría que su obra, en especial la trilogía 'La forja de un rebelde', tiene un valor más allá de lo literario, como testimonio histórico?


-La forja de un rebelde explica la historia de España, del colonialismo, de la guerra y de la dictadura como nadie lo ha hecho y con una perspectiva también diferente. Lo hace desde el punto de vista de las clases populares. Es el más preciso esfuerzo literario por entender, desde una
óptica biográfica, las causas de la guerra civil y las experiencias colectivas de un pueblo secularmente derrotado.

-¿En la obra de Barea predomina lo político o lo literario? ¿Es posible casar satisfactoriamente ambas esferas?

-Tradicionalmente la crítica ha negado a Barea una dimensión literaria o se le ha acusado de escribir de una forma seca, abrupta, poco artística… En realidad estas opiniones no se pueden sostener si se ha leído la obra de Barea, cuyo ritmo narrativo es vertiginoso. No es un autor neobarroco, está claro, pero es que la tradición narrativa inglesa es directa, y no olvidemos que Barea escribe y publica prácticamente toda su obra en el exilio. En su obra predomina lo testimonial, en una época en que la vida de los españoles estaba transitada por lo político es normal que esto ocupe un espacio preeminente, pero no le resta valor literario, al contrario.

-Turia publica tres de los espacios que ofreció a través de la emisora de radio británica BBC, durante su exilio, bajo el pseudónimo Juan de Castilla, como adelanto a la futura publicación del todo el material que se conserva a ese respecto. ¿Más allá de que son inéditos, qué valor tienen esos textos radiofónicos?

-Gracias al trabajo de Eva Nieto Mcavoy y Nigel Townson conocemos prácticamente todas sus charlas en la BBC. Son importantes porque representan una etapa fundamental en la vida del autor y el medio de sustento económico que le permitió vivir en exilio. Son los últimos materiales inéditos de Barea que quedan por publicar. Radió charlas para la sección latinoamericana de la BBC desde 1941 hasta su muerte.

-En una entrevista realizada a Antonio Muñoz Molina en el dossier sobre Barea de Turia, el andaluz llega a afirmar que “Barea seguiría siendo un personaje incómodo en la España de hoy”. ¿Comparte esa opinión? ¿Cómo es posible eso, 45 años después de la llegada de la democracia a España?

-Barea es incómodo por múltiples motivos y en todos los espacios ideológicos. De entrada, y es un aspecto que se olvida, Barea escribe desde un posicionamiento de clase. Para él los enemigos son los generales, los obispos, los capitalistas, los terratenientes. Este discurso de confrontación de clase hoy puede sonar un tanto anacrónico. Además, durante la guerra civil, ocupó un puesto bastante impopular: jefe de la censura de la prensa extranjera del gobierno de la República. Pero su valor testimonial es tal que describe el ambiente represivo que se vivía en la defensa de Madrid, los asesinatos indiscriminados, el creciente poder soviético. De ahí su incomodidad: se compromete hasta la extenuación a un bando pero es crítico con él. En una sociedad cada vez más polarizada y donde se funciona a través del sesgo de confirmación, la autonomía intelectual de Barea desconcierta, te saca de lo previsible.

-¿En qué aspectos principales le ha parecido importante incidir en el dossier que usted ha coordinado?

-He intentado destacar que la obra de Barea permite comprender nuestro pasado. Es un manual alternativo de la historia de España, la cara b de una historia contada siempre de manera jerárquica o por los vencedores. Barea comenzó a escribir por prescripción médica, para intentar huir durante el proceso creativo de los ataques de pánico que le producían los bombardeos sobre Madrid. Y lo que era terapia se transformó en el mejor análisis de la sociedad española y la crítica más mordaz –hecha desde la experiencia y no desde el gabinete literario- de los males del país. Barea es en la literatura lo que Goya es en la pintura. Ambos experimentan los desastres y los explican con sus medios.

-El dossier está realizado por catorce autores de primerísima línea, en el ámbito de la literatura y de la historia... ¿podemos considerarlo un acercamiento completo e integral a Arturo Barea? ¿O por alguna razón todavía hay que profundizar más en algunas facetas del extremeño?

-Será la obra colectiva sobre Barea más profunda y compleja publicada hasta la fecha. Integra a los mejores especialistas sobre el autor y a voces polifónicas que incluso pueden entenderlo de forma contradictoria. Todo en un mismo número. Sí quedan tareas pendientes, y son principalmente del ámbito de la Historia. Lo que conocemos de su vida es por sus textos autobiográficos, pero no han sido contrastados con un trabajo en archivos. De Barea falta una biografía histórica. Pues el personaje, además de escribir, vivió y mucho.
 

Catorce autores de prestigio


César Rina Simón (Cáceres, 1986) es investigador Juan de la Cierva y profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Extremadura. Doctor en Historia por la Universidad de Navarra, ha sido investigador en la Universidad de Lisboa, la Fundação Calouste Gulbenkian y la Academia Europea de Yuste y profesor visitante en el Colegio de México, la UNA de México, la Universidad de Évora, la Universidad Nova de Lisboa y la Universidad de Sevilla. En 2014 recibió el premio de investigación Arturo Barea, en 2015 el 1º Accésit de los Premios Miguel Artola y en 2016 el Premio Enrique Fuentes Quintana a la mejor tesis nacional en Humanidades. Además es profesor asociado en Didáctica de las Ciencias Sociales en la Universidad de Extremadura y ha colaborado con La Umbría y la Solana como traductor.

En este dossier sobre Arturo Barea ha coordinado el trabajo de  Paul Preston, Antonio Muñoz Molina, William Chislett, Nigel Townson, Michael Eaude, Juan Marqués, Georg Pichler, Eva Nieto McAvoy, Fernando Larraz, Enrique Santos Unamuno, Guadalupe Nieto Caballero, José María Rondón y Francisco Javier Caspistegui.

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