Cristina Fallarás asegura que Libros es todo un símbolo de “cómo la cultura llama al diálogo”

La cultura llama al diálogo. Para la periodista y activista feminista Cristina Fallarás está claro, pero este domingo, que descubrió la placa con su nombre en la misma fachada posterior de la iglesia de Libros, le quedó un poco más. Destacó que Libros es “un símbolo de cómo la cultura llama al diálogo” y aseguró que la placa con su nombre en una templo así lo demuestra. “Es una alegría, pero en toda la vida hubiera pensado que tendría una placa en una iglesia”, aseguró entre risas, de las que pasó a la emoción, al descubrirla.

La charla entre Fallarás y la directora del Festival Mi Pueblo Lee, Maribel Medina, sirvió para poner fin a la V Feria Libri en Libros y al acto asistieron en torno a un centenar de personas que aprovecharon para intercambiar con la escritora inquietudes y mostrarle su aprecio y el agradecimiento por la labor que desarrolla en las redes sociales para dar visibilidad a las mujeres víctimas de todo tipo de violencia.

El festival cultural demostró además que literatura y fiesta no están reñidas y la música de charanga recibió a Cristina Fallarás y animó a buena parte de los asistentes a disfrutar de la música. En este sentido el alcalde, Raúl Arana, especificó que Libri es “un día más de fiesta, aunque de otro tipo, para la gente del pueblo”.

El regidor municipal incidió en que la base del festival es la literatura, de ahí que este año hayan contado con “polos opuestos”, al citar en poco más de 24 horas a Fallarás, al periodista Vicente Vallés y al escritor y cantautor Marwan.

Medina también incidió en estas ideas, al asegurar que “la literatura no desune, sino que une a gente distinta” y Libri no atiende a la política, sino a la cultura, que “habla de conversar y discutir desde espacios diferentes”, dijo. Para Maribel Medina “multiplicar por cinco la población” de una localidad en torno a la literatura “es todo un milagro”.

Este domingo la intensidad de Cristina Fallarás a ritmo del grupo de viento de la Sociedad Musical de Ademuz se contagió a otros asistentes. La escritora acudió a Libros con su mujer, su hija y su hermana, una compañía que no suele tener cuando presenta en las grandes ciudades, donde el intercambio de impresiones con los lectores es mucho menor, según reconoció ella misma. De hecho en la localidad junto al Turia no dejó de atender a lectoras y seguidoras en redes que le felicitaban por su trabajo y aprovechaban, de paso, para hacerse una foto con ella: “Me parece muy valiente lo que haces”, le comentaba una mujer mientras Fallarás dedicaba un libro para su hijo.

La periodista apuesta por que “la cultura pise el terreno rural”, algo que tilda de “imprescindible” debido a la ausencia de librerías y bibliotecas. Este año en Libros montaron por primera vez varias casetas que aglutinaban a un tres librerías y una editorial. Una de las libreras, María Luisa Perruca, señaló que las ventas habían sido buenas aunque sólo de los títulos de los autores que acudieron hasta la localidad.

Contarlo y liberarse

Fallarás expuso que recoger los testimonios de las víctimas le ha acercado a muchas mujeres y en cada presentación o coloquio suma nuevos. Este domingo acudieron a oírla muchas personas, principalmente mujeres, para escucharla y alabar su implicación. Entre ellas estaba Ana, de Ademuz, quien destacó el trabajo “necesario” que hace desde su cuenta de Instagram: “Ella tiene el altavoz y el poder al ser periodista y persona pública y da voz a miles de mujeres que por sí mismas no serían creídas ni escuchadas”, indicó. Para Nuria, de la Sierra de Albarracín, Cristina Fallarás ha iniciado un camino sin precedentes y destacó su valentía “para dar visibilidad a situaciones que estaban silenciadas”. Además, la mujer pone el acento en el valor que tiene celebrar un festival de este calibre en una localidad que no llega al centenar de habitantes como Libros. Amparo, de Teruel, lectora y seguidora en las redes valoró el trabajo que hace para visibilizar esa violencia: “Todas, quien más y quien menos, la hemos sufrido y no siempre somos capaces de comunicar”, dijo, para añadir que verbalizarlo es una forma de liberación.

La mañana concluyó con la entrevista que le hizo Maribel Medina y que hizo un repaso por la vida de Cristina Fallarás, una charla entre amigas “como si fuera en el salón de casa”, apuntó la directora de Mi Pueblo Lee, quien inició el recorrido por la infancia de la periodista de Zaragoza. De esa niñez, vinculada a un pueblo de la costa de Tarragona, donde iba junto a su familia todos los fines de semana, recuerda especialmente la “sensación de sol y sin zapatos”. Allí descubrió “la belleza”, frente al mar y leyendo el Romancero gitano de Federico García Lorca.

Turismo

El festival, celebrado por primera vez en Libros tras recibir el Premio Nacional de Fomento a la Lectura, ha tenido una gran repercusión al atraer a muchos turistas para recorrer las calles de escritores famosos. La última placa se colocó este domingo en la calle La Milagrosa, a partir de ahora Cristina Fallarás. Con las 16 existentes se ha cubierto la totalidad del callejero y los nuevos escritores deberán ahora poner su nombre en el Paseo Literario.

El regidor municipal indicó que tienen muchos más de 100.000 libros recopilados gracias a donaciones y a la espera de sacar adelante un proyecto para construir un hotel biblioteca cuya redacción está en su recta final. En unos meses estará listo y será el momento de buscar financiación para esos 3,5 millones de euros en los que está valorado. La elevada cuantía hace que hayan pensando en Europa como fórmula para obtener financiación.

Libros será el único lugar de la provincia de Teruel donde se mantendrá el Festival Mi Pueblo Lee según confirmó Maribel Medina, quien aseguró que las solicitudes les han desbordado y obligado a limitar uno por comunidad autónoma.

Una cuenta que ayuda a abrir por primera vez una puerta violeta que ya no se cierra

Cristina Fallarás tiene una dilatada trayectoria como periodista y una decena de libros a sus espaldas, pero sobre todo es conocida por el activismo feminista que ejerce en redes sociales. Su cuenta de Instagram @cfallaras en la que, desde hace un par de años, recoge testimonios de víctimas de agresiones tiene 260.000 seguidoras, pero la media de visualizaciones está en 25 millones al mes y entre los que leen esas narraciones hay tanto hombres como mujeres. La periodista canaliza miles de testimonios de mujeres que cuentan su agresión por primera vez, pero asegura que “es una puerta que en cuanto se abre ya no cierras”. Así, señala que algunas de esas primeras mujeres que narraron violencia sexual ahora siguen contándole otro tipo de agresiones, como obstétrica, laboral o económica.

Reconocía este domingo en Libros estar “muy orgullosa” de esa labor, aunque aseguró que es “un trabajo colectivo” cuyo éxito no radica en el canal, sino en el uso. El mérito no está sólo en la publicación de los testimonios, sino en los comentarios que otras mujeres les hacen, que propicia que las víctimas se sientan acompañadas.

A su juicio, esos mecanismos de identificación que se logran con el canal supone que las víctimas no se sientan solas, pero también en algunos casos que reconozcan violencias sufridas en su propio cuerpo al leer a otras: “Muchas me dicen que eso era lo que les pasaba y no lo habían sabido identificar”, dijo.

Fallarás reconoce que hay actualmente un retroceso en cuanto a los derechos femeninos en España, pero se centran en la “parte masculina” y su mensaje es tranquilizador porque “el avance en la parte femenina es a lo bestia”, argumentó. Además, la sensibilidad crece entre las jóvenes según las cifras de su perfil en redes, donde hace unos años la media de edad estaba en 60 años y ahora está en 23. En cuanto a los testimonios relata que “los que lo contamos somos las mayores de 45 y 50 años y las que escuchan y actúan son las menores de 30” que, además, plantea, “tiene muchas más herramientas de las que tenemos nosotras”.