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De la pintura al óleo en blanco y negro al ajedrez; viaje por el arte más personal de Joaquín Macipe De la pintura al óleo en blanco y negro al ajedrez; viaje por el arte más personal de Joaquín Macipe
El pintor turolense trabajando en su estudio de Ariño

De la pintura al óleo en blanco y negro al ajedrez; viaje por el arte más personal de Joaquín Macipe

El artista de Ariño simultanea encargos profesionales con un proyecto pictórico inspirado en reyes, caballos y alfiles titulado ‘Conflictos’
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Hace pocos días, la víspera de Navidad, se clausuró una exposición colectiva en La Zona Gallery de Madrid en la que participó el artista ariñense Joaquín Macipe, cuya obra se mostró junto a la de otros once artistas de toda España. Macipe, artista multidisciplinar que sin embargo es especialmente conocido por sus trabajos en pintura e ilustración, expuso Caissa, tres pinturas creadas en óleo y pan de oro sobre tabla que forman parte de un proyecto mucho más extenso, y todavía sin finalizar, que se titula Conflictos.

La particularidad de este proyecto pictórico es que se inspira en el mundo del ajedrez para abordar el mundo de los sentimientos y de los conflictos que se generan entre los seres humanos. El ajedrez ha sido fuente de inspiración artística durante mucho tiempo; desde los surrealistas Marcel Duchamp, Max Ernst o Man Ray hasta la denuncia del nazismo que hizo Stefan Zweig en Novela de ajedrez.

‘Sedición’, oleo sobre tabla de Joaquín Macipe

Pero a diferencia de estos, la inspiración artística por los numerosos elementos metafóricos que sugiere este juego, surgido en Europa en el siglo XV como evolución del persa shatranj, mucho más antiguo, llegó antes incluso que la afición por jugarlo. “Antes de comenzar este proyecto artístico yo no jugaba al ajedrez”, admite Macipe. “De hecho comencé a pintar una serie de cuadros en blanco y negro sin referencias al juego, pero fue eso, la combinación de blancos y negros, la que me llevó a pensar en un tablero de ajedrez, y a raíz de eso comencé a investigarlo y poco después a jugarlo”.

El artista reconoce que comenzó a jugar ajedrez por una cuestión casi técnica, con el objetivo de no representar en alguna de las pinturas alguna jugada que resultara aberrante para un jugador. Sin embargo poco a poco, con las enormes posibilidades que ofrece el juego online, Joaquín Macipe fue poco a poco cayendo en las redes del juego, por lo sugerente que resulta tanto en su estética como en su propia mecánica.

“Cuando estudias los movimientos, los valores relativos de cada pieza y sus posibilidades, y las jugadas más conocidas”, explica el de Ariño, “descubres que están dentro de un mundo muy metafórico que explica muchas de las situaciones y los conflictos del ser humano”. Es el caso del gambito, cuando sacrificamos una pieza para obtener una mejor posición táctica, el enroque, el propio jaque o jaque mate, o La victoria de los medineses, título de una de sus pinturas y que en ajedrez viene a reflejar “esa situación en la que estás a punto de perder porque solo te queda el rey, y sin embargo eres capaz de conseguir que tu rival te ahogue y por tanto logres arrancar tablas”.

‘Firmar tablas’, una de las piezas que forman parte de la serie ‘Conflictos’

Por el momento se trata del proyecto más personal que está llevando a cabo Joaquín Macipe, y está todavía en proceso de creación, desde que comenzó hace en torno a cuatro o cinco años. Por el momento tiene unas 20 pinturas terminadas, y el proyecto está concebido para estar formado por 32 cuadros, tantos como piezas hay sobre el tablero cuando arranca una partida. “Aunque esto no significa que cada cuadro tenga que estar dedicado a una de ellas, sino que simplemente me pareció un número lo suficientemente significativo”, afirma el turolense.

Macipe no tiene sin embargo ninguna prisa por terminar la serie. “En primer lugar porque hay cuadros, sobre los alguno de los primeros, que me empiezan a no convencer, así que es posible que los descarte antes de que dé por terminado el proyecto”. Y en segundo lugar porque, en contra de su trabajo como ilustrador, que lleva a cabo en algunos medios de comunicación o como cartelista y que le requieren rapidez casi extrema, su obra personal como pintor es completamente libre y no está sujeta a ninguna premura. “Cuando pinto para mí me gusta ser un pintor muy reflexivo, reflexionando sobre cada uno de los detalles, aunque algunos sean prácticamente imperceptibles. Prefiero pintar muy despacio y recrearme que producir gran cantidad de obra”, sentencia.

‘A sus pies’ muestra la pericia de Macipe en la pintura del cuerpo humano

Tampoco tiene prisa por exponer conjuntamente la serie Conflictos, ya que es un proyecto que no ha nacido con el objetivo de exponerse, más allá de que al final participe en alguna muestra. “Hasta que no esté completamente terminado no buscaré salas donde mostrarlo”, afirma Joaquín Macipe, que explica que la exposición de Caissa surgió un poco por casualidad. Como otros artistas, el de Ariño suele mostrar en Instagram o en su web (www.macipe.com) parte de su obra, y a raíz de algunas fotos que colgó recibió la oferta de la sala madrileña para exponer.

De hecho el tríptico Caissa no pertenece exactamente a la serie que actualmente está realizando, sino que la considera una especie de anexo, aunque también está inspirado en el ajedrez. De hecho el título, Caissa, hace referencia a la musa griega del ajedrez, algo así como el personaje mitológico asociado a la leyenda fundacional del juego. Las tres piezas que forman Caissa tienen la peculiaridad con respecto al resto que tienen el fondo con pan de oro, “en referencia a ese elemento de la deidad”, aunque en el fondo siguen apelando a lo mismo, al juego como metáfora del conflicto y a sus rígidas normas y estructura como el entorno en el que se desarrollan estos. Los tres cuadros también presentan la particularidad de que “representan personas jugando al ajedrez, pero con el propio ajedrez fuera del cuadro, de forma que no aparece ninguna pieza”.

‘La victoria de los medineses’, otra de las pinturas inspiradas en el ajedrez de Joaquín Macipe

Pese a haber expuesto en La Zona Gallery de Madrid, Joaquín Macipe admite que no se tiene por un pintor comercial. “No tengo necesidad de entrar en los circuitos comerciales y por eso no estoy atento a las tendencias pictóricas ni nada por el estilo”. De hecho el turolense está convencido de que “el arte tiene que ser honesto, y cuando dejas de serlo en el sentido de pintar lo que crees que se va a vender mejor, o lo que crees que va a ganar concursos o va a tener buena crítica, empiezas a perder la auténtica motivación que debe de guiarte”.

Entre bromas, Joaquín Macipe asegura que ni siquiera sabría qué tendencias abrazas si de repente quisiera empezar a vender en las galerías prestigiosas. “No tengo ni idea, la verdad... pero ya te digo que pintando en blanco y negro al óleo y haciendo figuración clásica, que es lo que me gusta a mí, te estás saliendo de todos los circuitos comerciales y concursos de pintura actuales”.

Por el momento Conflictos no tiene fecha de cierra, aunque Joaquín Ariño estima que esta se prolongará bastante en el tiempo. En la actualidad lleva otros proyectos profesionales que alterna con otros más personales. Entre estos últimos hay que mencionar el proyecto escultórico Armonatura, con el que ha participado recientemente en Berge, Alcorisa y Calanda junto a Manuel Cirugeda, Gerardo Villarroya y Estela Ferrer. Y en la actualidad está trabajando junto a Daniel Elena, escultor alcañizano responsable del Buñuel de bronce que puede verse en la plaza de España de Calanda o Promesa, el homenaje a la Semana Santa de la capital turolense, entre otras piezas, en un proyecto del que pronto oiremos hablar.

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