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El árbol de la España despoblada que se quiere hacer famoso en Europa El árbol de la España despoblada que se quiere hacer famoso en Europa
Imagen de la imponente Sabina de Blancas. Cedida por Uge Fuertes

El árbol de la España despoblada que se quiere hacer famoso en Europa

La Sabina de Blancas necesita 4.000 votos para alcanzar a su rival como candidato a Árbol Europeo del Año 2022
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Quedan solo diez días para que terminen las votaciones para elegir al representante español en el concurso del Árbol Europeo del Año, y aunque la Sabina de Blancas marcha segunda de las once candidaturas presentadas, su principal competidor, el Carballo (roble, en gallego) del Bosque del Banquete de Conxo, en Santiago de Compostela, le lleva una ventaja de cerca de 4.000 votos.

A día de ayer el Carballo del Banquete de Conxo contabilizaba 15,465 votos, por 11,728 la Sabina de Blancas. Ambos muy por delante del tercer candidato español a Árbol Europeo del Año 2022, un Drago en Icod de los Vinos (Tenerife) que tiene 4.742 votos. Es posible votar hasta el próximo 20 de noviembre en la web www.arboleuropeo.es.

Pese a la desventaja, los responsables de la candidatura turolense, la Asociación de Amigos de Blancas, confían en ser capaces de mantener la incertidumbre hasta los últimos días, en los que ya no podrá verse el número de votos de los candidatos a través de la web, e incluso ser capaces de darle la vuelta a la tortilla y seguir los pasos del Chopo Cabecero de Aguilar del Alfambra, que en 2015 pasó el corte nacional y logró la tercera plaza en la clasificación final del Árbol Europeo del Año.

Después de que la Sabina de Blancas arrancase las votaciones con fuerza hace menos de dos semanas, poco a poco el Carballo gallego ha ido ganando fuerza. “Nosotros vamos a seguir peleándolo con ilusión”, explicaba ayer Pablo Esteban, presidente de la Asociación Amigos de Blancas. “Pero no perdemos de vista que somos un pueblo pequeñito de una provincia pequeñita, y que aún así hayamos obtenido apoyos de tanta gente como para estar segundos de todos los candidatos españoles no es poca cosa”. El alcalde de la localidad, Román Valenzuela, reconoce que “además de tener mucha más población -unas mil veces más que Blancas-, Santiago de Compostela tiene muchos peregrinos que la visitan”, así que “está muy complicado alcanzarles”. Con todo, “vamos a intentar seguir movilizando a más gente a través de los medios de comunicación y las redes sociales, llegar a cuanta más gente mejor, y a ver qué pasa”.

La asociación, con el apoyo de la Diputación Provincial de Teruel, el Ayuntamiento de Blancas y los vecinos -”que se han volcado”, según Esteban, han impulsados muchas y muy variadas iniciativas para promocionar la candidatura.

Taller de Darío Escriche

La próxima tendrá lugar este mismo sábado, con el taller ¿Qué pintan los árboles? que impartirá el artista Darío Escriche. Está previsto que tenga lugar a las 11 horas al pie de la Sabina, si la meteorología lo permite. Es posible reservar una de las 20 plazas en amigosdeblancas.org, al precio simbólico de 10 euros. En el taller, el artista de Fuentes Calientes compartirá la pasión que siente por la naturaleza y, en concreto, por los árboles, como elemento de inspiración artística y también como herramienta de creación, ya que buena parte de sus grabados o esculturas los obtiene a partir de materia orgánica reciclada procedente de árboles.

Además la Asociación Amigos de Blancas ya ha obtenido a través de las redes sociales el apoyo de varias personalidades reconocidas del mundo de la cultura, como la actriz Laura Gómez Lacueva, cuya abuela por cierto nació en Blancas, Luis Larrodera o Carmen París, que ofreció un concierto el pasado 26 de agosto en la localidad del Jiloca para impulsar la candidatura. En los últimos días de votación se han propuesto lograr el apoyo de otro jiloquense ilustre, Luis Alegre, para publicitar la Sabina a través de las redes sociales.

Además el escultor Jesús Guallar ha colocado a escasos 800 metros de la Sabina de Blancas una reproducción escultórica en hierro, que no ha nacido con motivo de la candidatura, sino que más bien la inspiró, ya que este proyecto de hierro forjado que va acompañado de un crowdfunding -se puede acceder a través de www.amigosdeblancas.org- que ha recaudado más de 2.000 euros, fue anterior y, de hecho, hizo que la asociación se planteara presentar su Sabina al concurso de Árbol Europeo del Año, después del revuelo mediático que había causado la Carrasca de Lecina, que logró el galardón este año.

El propio presidente de la Diputación Provincial de Teruel, Manolo Rando, aseguró hace pocos días que “el éxito de la Sabina de Blancas será el de toda la provincia”. La institución se volcó en apoyar la candidatura, financiando el concierto de Carmen París y poniéndose en contacto con todos los ayuntamientos de Teruel para involucrar a sus vecinos en la votación a favor de Blancas. En la carta que envió a los alcaldes, Rando explicaba que la candidatura es “un premio para la Asociación Amigos de Blancas, que tanto esfuerzo ha puesto en promocionarla, y todos los vecinos que se han cobijado bajo sus ramas para escuchar y contar leyendas. Pero será también un triunfo para nuestro medio natural, para la promoción turística del territorio y finalmente, de la ambición colectiva de toda una provincia por hacer valer lo que es nuestro”.

¿Qué tiene esa sabina?

Aunque el Carballo de Santiago de Compostela es un ejemplar espectacular, a la Sabina de Blancas tampoco le faltan motivos para ser el candidato español a Árbol Europeo de Año. Por razones biológicas y también sentimentales, ya que pocos árboles como este representan más fielmente el espíritu de la España Vaciada. No por azar este árbol, quizá el más continental de la Península Ibérica, encuentra sus mayores poblaciones en provincias como Teruel, Cuenca, Guadalajara o Soria. La sabina se ha especializado en sobrevivir en ambientes extremos, en climas con -30 grados en invierno y 40 en verano, donde habitualmente ningún otro árbol prolifera -aunque puede aparecer junto a quejigos, pino albar o encinas, lo habitual es que sus poblaciones sean monoespecíficas-. Sus poblaciones, como ocurre en el medio rural, son siempre dispersas porque posee un extenso sistema radicular para aprovechar al máximo la poca humedad disponible, por lo que no forma bosques densos sino dehesas de una treintena de ejemplares por hectárea. Y pese a ser un superviviente nato, el cambio de las actividades productivas, en este caso de la agricultura, ha provocado que la mayor parte de esas dehesas hayan desaparecido y en muchos puntos solo queden ejemplares aislados, como es el caso de la Sabina de Blancas.

En opinión de Uge Fuertes, naturalista, agente forestal y vecino de Monreal del Campo, la importancia de esta sabina aspirante a Árbol Europeo 2022 es que “es el más grande del valle del Jiloca y, desde luego, un icono en la zona. Queda como testigo de lo que en otros tiempos fue la zona. Seguramente en su día gran parte de los páramos del Jiloca eran dehesas de sabina”, que con los años fueron eliminándose porque crecían en áreas cultivables.

“Esto nos debería hacer pensar dos cosas”, propone Fuertes. “Por un lado valorar mucho el árbol, desde luego, por su valor, su tamaño y su antigüedad”. En la web arboleuropeo.es se data la Sabina de Blancas entre 1.000 y 1.500 años de edad, y aunque en realidad es imposible conocer la edad del ejemplar sin una estimación detallada por parte de un dendrocronólogo, desde luego es de varios siglos. “Pero por otro”, continua Uge Fuertes, “debería hacernos pensar en que es un superviviente de todos estos sabinares que hubo por aquí y que ya no están. Es una especie de monumento a la memoria de su especie”.

Especie simbiótica

Las sabinas guardan más sorpresas, y es que pese a vivir relativamente aisladas y en lugares más o menos remotos, no pueden hacerlo sin ayuda del resto de la naturaleza. “Su reproducción es compleja, porque su semilla tiene una cubierta dura y necesita pasar por el tracto digestivo de un ave, generalmente zorzales, para poder germinar”, explica Fuertes. La de Blancas, al ser tan visible en medio del páramo, es un auténtico imán para esas aves. “He observado sobre sus ramas cernícalos, alcotanes, mochuelos posados y por supuesto muchos pajarillos”.

La Sabina de Blancas es además un icono vital para los vecinos de la localidad. “Mi madre es de allí y hemos hecho muchas comidas debajo de la sabina, cuando íbamos a hacer tareas del campo, porque era la única sombra que había. Y hace treinta años se hacían muchas rutas en bicicleta hasta ella”, recuerda el naturalista, quien sin embargo opina que muchas personas de otras localidades del Jiloca están descubriendo ahora la Sabina de Blancas, a raíz de la candidatura. “O quizá habían oído hablar de ella pero no la han visitado hasta que no se ha hecho famosa”.

Fuertes, que además de naturalista y agente forestal es fotógrafo de naturaleza, con varios libros publicados y un buen número de premios y distinciones internacionales, comenzó a adentrarse en la fotografía nocturna precisamente bajo las ramas de la Sabina de Blancas, hace ya más de una década.

En cualquier caso Fuertes opina que si el árbol turolense es capaz de dar la vuelta a la clasificación y supera al carballo gallego, será una buena noticia, “porque atraerá a gente y dará a conocer este árbol en concreto y a su especie”. Sin embargo subraya que si se da el caso “deberá tratarse con mucho mimo, sin poner un cartel a un metro del tronco, por ejemplo, ni convirtiendo la sabina en un parque de atracciones”. Y es que, aunque parezca exagerado, durante la pasada Semana Santa se registraron picos de varios miles de visitantes en un solo fin de semana en Lecina, donde su Carrasca fue elegida Árbol Europeo del Año en la última edición del concurso. “En ese sentido”, matiza, “los de Blancas lo están haciendo bien, incluso han hecho una réplica del árbol en hierro para que quien vaya a ver una cosa vea también la otra”.

Cómo votar

Todavía es posible apoyar y votar a la Sabina de Blancas como candidato a Árbol Europeo del Año. La página web desde donde debe hacerse es arboleuropeo.es, y hay de tiempo hasta el 20 de noviembre. Durante los últimos días de votación, desde el día 14 de noviembre, no serán visibles los resultados provisionales para incrementar la incertidumbre.

Para votar hay que facilitar un correo electrónico válido, y solo se puede emitir un voto por cada correo, aunque puede hacerse hasta cinco votos desde un mismo ordenador -una misma IP-, aunque con correos diferentes. Las bases del concurso, especificadas en la web, establecen que no serán admitidos votos procedentes de cuentas de correo temporales, duplicadas, automáticas o sospechosas de haber sido creadas de forma fraudulenta para favorecer una candidatura.

Finalizado el plazo de votación, el 27 de noviembre se hará pública la identidad del árbol ganador que representará a España en la fase final del concurso, en el que concursará un árbol por cada uno de los países europeos participantes. Esta fase final, a su vez, se someterá a votación entre el 1 y el 28 de febrero, y el ganador definitivo se conocerá finalmente el 23 de abril de 2022.

Once candidatos

De entre los once candidatos a representa a España en el concurso, solo los dos primeros, entre los que se encuentra el turolense, parecen tener opciones de hacerse con el triunfo, ya que el tercero está a una distancia de más de cinco mil votos. La diferencia entre el carballo gallego que lidera la tabla y la Sabina de Blancas, de poco menos de 4.000 votos, es una diferencia importante pero no insalvable, según los responsables de la Asociación Amigos de Blancas. El listado completo de candidatos está formado por el Carballo del Bosque del Banquete de Conxo, en Santiago de Compostela (15.637 votos), la Sabina de Blancas (11.745), el Drago de Icod de los Vinos, en Tenerife (4.753), el Roble de Los Manaderos de Piedralavés (2.158), la Encina de Los Perros en El Madroño (2.018), El Moral de las Tormentas en Sequera de Haza (1.468), la Olma de Nuevo Baztán (1.125), el Pino Esrengado de Arico (938), la Encina de Rute, en Córdoba (726), el Tejo de Arangas en Cabrales (438) y El Moral de Villoviado (392).

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