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El viaje de Pepe Guinea, al desnudo, en la Torre Blanca de Albarracín El viaje de Pepe Guinea, al desnudo, en la Torre Blanca de Albarracín
Dos personas observan una de las fotografías que forman parte de la exposición ‘La distancia justa’, de Pepe Guinea, que se expone en la Torre Blanca de Albarracín. FSMA

El viaje de Pepe Guinea, al desnudo, en la Torre Blanca de Albarracín

El madrileño expone ‘La distancia justa’, proyecto ganador de la Beca DKV Seguros 2019
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La Torre Blanca de Albarracín acoge hasta el próximo 8 de diciembre la exposición de fotografía La distancia justa, el proyecto del madrileño Pepe Guinea que resultó ganador de la Beca DKV Seguros durante el Congreso de Fotografía y Periodismo de Albarracín 2019. Se trata de una serie de imágenes en las que Guinea documenta el proceso médico que atravesó durante 2016, en el que fue sometido a una delicada intervención quirúrgica y a un largo proceso de terapia a resultas de un tumor cerebral que le fue diagnosticado en 2010.

Según el propio autor, “la fotografía se convirtió en una importante herramienta terapéutica que me ayudó a afrontar y superar algo tan difícil como un cáncer”. Aunque Guinea comenzó a fotografíar durante su adolescencia, su actividad profesional como programador le obligó a aparcar su afición. Y durante su convalecencia médica decidió retomarla por dos motivos fundamentales. El primero es que “el diagnóstico me llevó a revisar lo que había hecho durante todos estos años, analizar qué cosas me habían ilusionado. Y me encontré con la sensación de que la fotografía me había hecho pasar muy buenos ratos, me había sentido muy cómodo con ella y de algún modo la había dejado en pause, porque no había crecido en ella todo lo que pude, y era un buen momento para retomarla”. El segundo motivo es que la fotografía era una actividad creativa que Pepe Guinea iba a poder llevar a cabo durante ese periodo de convalecencia, “en el que tendría pocas posibilidades de hacer otras cosas”. Por eso La distancia justa no fue un proyecto fotográfico “que naciera de forma absolutamente consciente” en el sentido de que fuera trazado y planificado desde antes de iniciarse, “sino que ha sido algo mucho más visceral, más intuitivo”, como algo que ha ido consolidándose a medida que crecía.

LeyendaPepe Guinea (centro), durante la inauguración de la muestra en el contexto del pasado Congreso de Fotografía y Periodismo

Contar una historia

Si contar una historia a través de la fotografía es complejo, todavía lo es más cuando esa historia es tan subjetiva y personal como la que narra La distancia justa. Y su principal mérito es que consigue el objetivo de trasladar al espectador al espacio -físico y mental- que Pepe Guinea pretende describir. A través de imágenes completamente figurativas y crudas; crudas en el sentido de que apenas contienen poesía visual explícita -en primer lugar porque el autor considera que no es necesaria, y en segundo porque desde los pasillos de un hospital o de su propia casa los recursos fotográficos con los que puede contarse son limitados-, el fotógrafo logra transmitir una serie de conceptos absolutamente abstractos y universalizables, como la ansiedad, la duda, la inseguridad, el miedo, la constancia o la voluntad de sobrevivir.

Pero todo lo anterior no significa que Pepe Guinea tenga que descuidar necesariamente los aspectos formales de sus imágenes. Entre ellos destacan los cuidadosos encuadres que transmiten cotidianeidad a través de planos naturales al ojo humano, en algunos casos planos subjetivos, huyendo deliberadamente de planos extremos o aberrantes. Y una iluminación bien planteada, en la que la luz y los tonos luminosos dominan en sus composiciones, quizá por su propia necesidad de vislumbrar brillo a lo largo de un trayecto vital penoso, o por contrastar con las sombras con las que el espectador tenderá a identificar de forma preconcebida el cáncer o cualquier otra enfermedad.

LeyendaUna de las fotos de Guinea que refleja parte del tratamiento médico que requirió el tumor que le fue diagnosticado. P.Guinea

El propio título de la exposición, La distancia justa, hace referencia a un aspecto formal de la fotografía que pone en referencia con el significado conceptual de la exposición y su proceso de producción. Esa distancia justa es un paralelismo entre el acto de ajustar el enfoque del sujeto principal de la imagen, que viene determinado -entre otras cosas- por la distancia que existe entre este y el fotógrafo, y el hecho de que Guinea ha necesitado acercarse o alejarse “de las diferentes situaciones que he ido viviendo para poder tener un mayor de grado de comprensión o aceptación sobre ellas”. Cuando uno acerca o aleja el punto de enfoque en un plano está decidiendo sobre qué elementos centra la atención; “en ocasiones en el corazón y en ocasiones en la mente”, asegura Guinea, quien admite que “en algunos momentos necesité tomar una mayor distancia emocional para no sentirme sobrepasado por las circunstancias y en otros momentos me ayudó centrarme en los detalles, en lo concreto”.

Celebración de la vida

Más allá de un exquisito ejemplo de documentación, que a fin de cuentas es lo que premia la Beca DKV que anualmente se concede en el contexto del Congreso de Fotografía y Periodismo de Albarracín, La distancia justa también es “una celebración de la vida” -contagiosa- “y un homenaje a todas las personas que me han acompañado”. Y también una referencia a futuros, una especie de guía de viaje a través de un territorio por el que nadie se adentra por gusto, pero que desafortunadamente seguirá estando concurrido. “Cuando conocí mi diagnóstico busqué información sobre cómo otras personas habían enfrentado el proceso, y lo cierto es que apenas encontré nada”, explica Pepe Guinea. “Eso me hizo pensar que quizá yo sí que quería dejar testimonio de mi viaje, y encuentro que es bonito compartirlo con gente que quizá acaba de aterrizar en este proceso, y que de algún modo pueda ayudar”.

LeyendaAutofoto tomada por el madrileño durante su convalecencia. P. Guinea

En la actualidad Pepe Guinea sigue fotografiando. Entre otros asuntos, se encuentra inmerso en un proyecto solidario de fotografía de retrato vinculado a la plataforma Cris Contra el Cáncer, que recauda fondos para la investigación contra esta enfermedad. Ese proyecto de algún modo continúa con otro que inició casi en paralelo al de La distancia justa, consistente en hacer retratos de todas aquellas personas que le visitaron en su casa o en el hospital, ya que el fotógrafo no podía buscar a sus modelos fuera de estos lugares. Los proyectos que ha completado Guinea o que están en proceso de creación actualmente pueden verse en la web del autor, www.pepeguinea.space.

Y aunque las imágenes siguen surgiendo de la cámara de Guinea, en muchos casos “no son ideas claras que estén encerradas dentro de un proyecto concreto”, según él mismo admite. El madrileño reconoce que, de igual modo que hace poco más de una década decidió refugiarse en la fotografía y utilizar los recuerdos gratos y vitales que le transmitía como una herramienta terapéutica, “ahora que la situación es mejor para mí, sobre todo desde que me he venido a vivir al campo -en plena Sierra de Madrid-, estoy asociando mucho la actividad fotográfica con este periodo tan duro de mi vida”, y no pocas veces le resulta difícil volver a coger la cámara por las implicaciones que tiene para él. “A día de hoy creo que tengo que digerir un poco más la fotografía, no descarto incluso tener que dejarla durante un tiempo para que en el futuro esté más limpia para mí”.

LeyendaDetalle de un plano subjetivo que describe las largas estancias hospitalarias que requirió el fotógrafo a lo largo de 2016. P. Guinea

Currículo

Pepe Guinea retomó la fotografía en 2010 después de un largo periodo de inactividad en ese campo, y desde entonces se ha formado a través de cursos de la Escuela EFTI de Madrid y el Máster PhotoEspaña en Teorías y Proyectos Artísticos. Ha participado en exposiciones colectivas como Instante Continuo (PhotoEspaña 2015, Alcobendas), Festival Circulations (Festival de la Jeune Photographie Europèene 2016 (París), Ponte en mi piel (Santander, 2016), SanFest de Madrid 2017 o el Festival de Fotografía Española Solidaria (Phes 2018, Madrid).

La muestra La distancia justa de la Torre Blanca de Albarracín es la segunda individual que expone, tras Encuentros, de la Real Sociedad Fotográfica que pudo verse en Madrid en diciembre de 2017.

Además ha obtenido diferentes reconocimientos, como la Beca DKV del Seminario de Fotografía y Periodismo de Albarracín 2019, o diferentes menciones y nominaciones en Athens Photo Festival 2018 y 2017, ND Awards Photo 2017, Fine Art Photography Awards 2017, Descubrimientos de PhotoEspaña 2015 y 2017 o el Monochrome Photography Awards 2017 en la cateía de retrato amateur.

Es posible seguir su trabajo a través de su página web, www.pepeguinea.space.

 

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