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Fósiles de Loscos ayudarán a entender cómo las plantas salieron del mar y conquistaron la tierra Fósiles de Loscos ayudarán a entender cómo las plantas salieron del mar y conquistaron la tierra
Samuel Zamora, en Loscos, muestra dos grandes bloques de piedras con fósiles de plantas del Devónico

Fósiles de Loscos ayudarán a entender cómo las plantas salieron del mar y conquistaron la tierra

Una Beca Leonardo BBVA permitirá estudiar plantas de hace 400 millones de años aparecidas durante la construcción de dos parques eólicos
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A veces los yacimientos paleontológicos singulares aparecen donde menos puedan imaginarse. Por ese motivo en la construcción de obras o explotaciones mineras se realizan trabajos de supervisión paleontológica que en ocasiones arrojan sorpresas gratificantes. Es lo que ocurrió al principio de la pandemia cuando se construían unos parques eólicos en Loscos, dentro de la provincia de Teruel, y en Luesma, en la de Zaragoza. Fruto de esas labores se pudieron rescatar más de 2.000 fósiles de plantas de hace más de 400 millones de años nunca antes vistas en España. Son de principios del Devónico, una era geológica en la que las plantas comenzaron a conquistar las masas continentales. Ahora, la Fundación BBVA ha otorgado una Beca Leonardo al investigador del Centro Nacional de Geología del CSIC, Samuel Zamora, para intentar entender a partir de este abundante registro fósil el origen de las primeras plantas terrestres en la Península Ibérica.

El proyecto de investigación que ha recibido la Beca Leonardo se titula Origin of terrestrial ecosystems in Iberia (El origen de los ecosistemas terrestres en Iberia). Es uno de los 58 proyectos seleccionados entre un total de 1.116 solicitudes presentadas en la convocatoria de 2023, y está dotado con una aportación de 40.000 euros. El plazo para desarrollarlo es de 18 meses, aunque Zamora considera que este es el inicio de un proyecto que va a abrir una nueva línea de investigación que se lo prolongará en el tiempo.

Es difícil conseguir una Beca Leonardo por lo competitivas que son. Se valora tanto la excelencia del currículum del solicitante como la originalidad del proyecto presentado. Y la originalida del proyecto a desarrollar con los fósiles de estas plantas del Devónico reside en que prácticamente no se sabe nada de ese registro fósil de plantas terrestres en lo que hoy es España hace 400 millones de años.

Los paisajes terrestres que estamos acostumbrados a ver los forman las plantas, base de la alimentación de los animales herbívoros, a los que siguen en la cadena trófica los carnívoros. Pero en el origen de la vida en este planeta las masas continentales no tenían nada, ni plantas ni animales, ya que la vida surgió y se desarrolló a lo largo de millones de años en los mares primigenios sin colonizar la tierra firme.

Trabajos de control paleontológico durante las obras de construcción del parque eólico en la zona de Loscos

Hace 4.000 millones de años se formaron los primeros océanos de la Tierra con los compuestos necesarios para dar origen a los aminoácidos, que son la base de la vida. Los primeros seres vivos, las bacterias y las algas azules, aparecieron hace 3.500 millones de años y mil millones de años después comenzaron a desarrollarse los organismos más complejos, siempre en los océanos porque sobre la superficie terrestre no había forma de vida alguna.

Los primeros seres pluricelulares parecidos a esponjas y medusas datan de hace unos 630 millones de años y no es hasta hace 540 millones de años, en la llamada explosión Cámbrica, cuando se produce una gran eclosión de la vida en los océanos al inicio del Paleozoico. Dentro de esta era, a comienzos del Devónico, hace unos 450 millones de años, es cuando los primeros seres vivos empiezan a conquistar la tierra firme, donde antes no había vida.

Los primeros en hacerlo fueron las plantas, que dan el salto de los océanos al continente para colonizarlo, y cuando lo hicieron les siguieron más tarde los artrópodos para alimentarse de esas plantas, y después los anfibios. Así es como surgió la vida en las masas continentales.

El atractivo del proyecto de investigación becado por la Fundación BBVA es que va a permitir estudiar los miles de fósiles de plantas aparecidos a raíz de las excavaciones paleontológicas de urgencia desarrolladas en las obras de esos dos parques eólicos. Eso ayudará a entender cómo fue esa conquista de los continentes en lo que hoy es España.

Una de las plantas del Devónico aparecidas en el yacimiento de Loscos

“Hubo un momento en la historia de nuestro planeta que los continentes a nivel global carecían de cualquier forma de vida”, explica Zamora, que precisa que “no fue hasta hace aproximadamente 460 millones de años, durante el Ordovícico, cuando aparecen los primeros fósiles de plantas que evidencian que algunas masas continentales empezaban a ser colonizadas”.

La pregunta que plantea el proyecto que ha conseguido la Beca Leonardo es cuándo aparecieron las primeras plantas en Iberia. Eso es lo que tratará de discernir la investigación, “el origen de las primeras plantas terrestres en nuestro país”, apunta el científico, puesto que es algo sobre lo que prácticamente no se sabe nada.

Orígenes turolenses

Hay un precedente y sus orígenes se encuentran también en Teruel, puesto que hace dos décadas investigadores de la Universidad de Valencia encontraron en un barranco de Mezquita de Loscos unos filamentos carbonosos de origen desconocido que se parecían a plantas. Ellos buscaban fósiles de vertebrados primitivos y encontraron ese registro en las capas de roca pizarra.

Cuenta el investigador del Centro Nacional de Geología, que ese hallazgo era importante porque el registro fósil estaba en rocas de la edad del Devónico Interior, “y los fósiles de plantas de esa edad son raros a nivel mundial”.

Las sospechas las confirmó un joven paleobotánico que acababa de empezar entonces su doctorado sobre el origen de las plantas terrestres, el hoy doctor Borja Cascales-Miñana, investigador del CNRS de Francia.

Este investigador “confirmó el hallazgo y publicó los resultados como las plantas terrestres más antiguas de Iberia”, explica Zamora. Años después, en 2017, el mismo paleobotánico publicó en la revista Palaeontology un hallazgo excepcional a partir de fósiles extraídos en la misma zona de Mezquita de Loscos, y definió un nuevo género y especie de planta cuyo nombre dedicó a Teruel: Teruelia diezii.

Fósil de planta aparecido en Luesma

Zamora indica que se trataba del fósil de una planta terrestre “excepcionalmente conservada”. Precisa a este respecto que “una de las características de este fósil era la presencia de esporangios u órganos reproductores muy bien conservados, lo que permitió hacer una descripción muy detallada del material y confirmar que se trataba de una de las primeras plantas terrestres conocidas”.

Teruelia diezii está considerada como la primera planta terrestre descrita en España, es decir, que formaba parte de aquellas pioneras que conquistaron las masas continentales y que dieron lugar al desarrollo de la vida en tierra firme. Todo eso fue así hasta que a principios de esta década se produjo un hallazgo que nadie se esperaba en estratos del Devónico Inferior tanto en el municipio zaragozano de Luesma como en el turolense de Loscos, la misma zona de donde procede Teruelia Diezii.

Fue en los años 2020 y 2021 con motivo de la construcción de dos parques eólicos, el primero de ellos llamado Castillo en Luesma, y el segundo denominado Piedrahita en la zona de Loscos. Los promovió la empresa EDP Renewables (EDPR) y durante la construcción encargó a los paleontólogos José Manuel Gasca y Diana Ramón la supervisión paleontológica de las obras.

El control paleontológico fue una prescripción que se hizo a la empresa para poder desarrollar los trabajos, en la línea de las medidas de protección y conservación que adopta la Administración autonómica en este tipo de actuaciones. Cuando comenzó a hacerse la excavación en las rocas del Devónico Inferior para colocar los aerogeneradores, en unos estratos de hace aproximadamente 415 millones de años, “aparecieron dos yacimientos repletos de plantas fósiles exquisitamente conservadas”, cuenta Zamora.

Los paleontólogos encargados de la supervisión vieron que aquello era importante y contactaron con el investigador del CSIC, Samuel Zamora, que no es experto en plantas fósiles pero sí en invertebrados del Paleozoico, que fue quien se percató de la importancia que tenía ese hallazgo.

“Las excavaciones permitieron recuperar más de 2.000 ejemplares que incluyen una diversidad de plantas nunca antes vista en nuestro país”, manifiesta Zamora. Junto al volumen de material, el científico incide en que “muchos de esos fósiles conservan los órganos reproductores y van a permitir conocer mejor cómo fueron las primeras plantas de la Península Ibérica.

Zamora afirma que la empresa EDPR fue la primera en colaborar con este proyecto al comunicarle los profesionales la importancia que tenía. Adaptó el desarrollo de la construcción de los parques eólicos para que se pudieran hacer las excavaciones de urgencia y proteger así el patrimonio paleontológico.

Fósil de planta encontrado en Loscos

Durante este tiempo ha trabajado en la preparación de algunos fósiles, para lo cual contó con una pequeña ayuda económica de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, pero queda pendiente de preparar un buen número de estos materiales.

Zamora sostiene que con este proyecto “se pretende no solo estudiar los fósiles encontrados sino también entender los ambientes donde estos fósiles aparecen”. La beca permitirá formar a alguien para que avance en la investigación porque no se trata solo de estudiar las especies encontradas, sino de profundizar más en el conocimiento de estos ecosistemas primitivos.

Conquista de la tierra

“Las primeras plantas de Iberia no estuvieron solas y junto a ellas también han aparecido algunos artrópodos fósiles muy importantes”, argumenta el científico del CSIC, que apunta que “con la conquista de la tierra por las plantas se crearon los ecosistemas adecuados para que otros organismos como artrópodos y vertebrados se adentraran a explorar estos nuevos hábitats”.

Las máquinas que entraron a excavar en el lugar donde se han construido estos dos parques eólicos lo que hicieron fue abrir una ventana excepcional al pasado para profundizar en el conocimiento de esta etapa de la evolución de la vida sobre nuestro planeta. Entre las plantas que han aparecido hay algunas que todavía conservan esporas en su interior, así como raíces, algo que es muy poco frecuente.

Los estudios que se hagan permitirán también determinar si se trata de niveles continentales como se sospecha, puesto que esas plantas pudieron haber vivido ahí o haber sido arrancadas por algún fenomeno natural y transportadas hasta allí. De lo que no cabe duda es que su origen es continental.

“Uno de los momentos más importantes de la vida en la Tierra fue la conquista y prevalencia de las plantas y otros seres vivos de la tierra firme”, reflexiona Zamora. Este proceso se conoce como “terrestralización” y supuso “cambios importantísimos en la tierra y la atmósfera”.

Hasta ese momento solo los mares rebosaban de vida, “pero con estos cambios organismos como artrópodos (arácnidos e insectos) y vertebrados pudieron no solo adentrarse en estos nuevos hábitats, sino que pudieron habitarlos permanentemente”, relata el ganador de la Beca Leonardo.

Eso ocurrió en el Devónico, un “momento crítico” para estos cambios en las formas de vida del planeta, ya que fue cuando se produjo “la diversificación de las plantas terrestres que llegaron entonces a ocupar prácticamente todos los continentes”.

“Los fósiles recientemente encontrados en Luesma y Loscos van a permitir conocer mejor cómo fue este proceso de terrestralización en Iberia, ya que incluyen a las primeras plantas terrestres de esta región”, comenta Zamora para visibilizar la importancia del proyecto que piensa desarrollar con esta beca, puesto que supondrá discernir cómo fue ese proceso en el que las plantas acabaron conquistando los continentes y abrieron las puertas a que detrás de ellas lo hicieran los animales.

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