Síguenos
La Noche de las Ánimas llenó de misterio Teruel hasta que Julián Mesía dio por muerta a su amada La Noche de las Ánimas llenó de misterio Teruel hasta que Julián Mesía dio por muerta a su amada
La banda Santa Cecilia, los gigantes y el diablo fueron los animadores de la comitiva por el centro histórico de Teruel. J.C.E

La Noche de las Ánimas llenó de misterio Teruel hasta que Julián Mesía dio por muerta a su amada

La banda Santa Cecilia y el grupo de teatro Actuel animaron a cientos de personas con sus gags
banner click 236 banner 236

La Noche de las Ánimas no defraudó a nadie, pero fueron los más pequeños, y los que quisieron disfrutar de la fiesta, los que realmente esperaban este momento. Música popular tradicional, risas, jolgorio, sorpresas y sustos, también alguna que otra aparición inesperada. La Banda Santa Cecilia, con su grupo de música tradicional, se encargó de unir y dar continuidad a todo el festejo. “La idea es conectar lo que hace el centro histórico con la actualidad”, señaló José Manuel Alba, presidente de la banda.

Minutos antes de empezar el recorrido por las calles del centro de Teruel y para calentar motores, la banda se reúne y afina. Do y Sol son las notas que pide el director para aclimatar los pulmones en una tarde-noche no fría, pero que demanda no estar parado.

Los gigantes ya hace un rato que esperan preparados y comienza el desfile desde plaza Cristo Rey, pasando por plaza Catedral, calle Amantes, plaza del Torico, Joaquín Costa, Rubio, plaza la Marquesa, plaza Catedral (de nuevo), Amantes, plaza Venerable Francés de Aranda, Temprado, San Martín, plaza del Seminario, Yagüe de Salas y plaza Cristo Rey. Numeroso público, infantil y juvenil principalmente, al paso de la comitiva. La banda no para de tocar hasta que llega la primera representación en la plaza de La Marquesa. El grupo de teatro Actuel son los encargados de poner en escena cada una de las actuaciones.

La actuación de las brujas dio pálpito a la incertidumbre. J.C.E

Todo el mundo quiere coger sitio para ver en primera fila cómo los zombis hacen su aparición desde las tumbas y comenzaron a vagar hasta que el Enterrador (primera representación) les volvió a dar muerte de un disparo. ¿Miedo, pánico, incredulidad, asombro?

El sonido de la banda marca de nuevo la pauta para seguir el recorrido. Carreras y sorpresas en las esquinas y rincones, donde las ánimas se aparecen y zas: “¡Qué susto me he llevado!”, exclama Susana, ya adulta. La ruta sigue y llega a las puertas de la Catedral. Donde se crea un ágora alrededor de las puertas del templo, pues otra representación teatral está presta a comenzar, y el doctor Frankenstein y su criatura esperan para crear el pánico, cuando se levanta de la camilla y los más pequeños corren despavoridos al despertar al personaje y levantarse rápido como un resorte. El monstruo de Frankenstein sale corriendo y la banda vuelve al recorrido.

Suenan dulzainas y bombo. Ya están otra vez de regreso a la calle Amantes, la vía es estrecha y hay que apretarse para ver al diablo encabezar al grupo y guiado por un ánima. Atrás han quedado las aglomeraciones al paso por la plaza del Torico, donde el baile de disfraces, cuentacuentos, pintacaras y caramelos, promovido por el Centro Comercial Abierto, congregó a una multitud de padres e hijos que no pararon de corretear de una punta a la otra.

Los actores del grupo Actuel y la banda Santa Cecilia posaron juntos al terminar la Noche de las Ánimas. J.C.E

A la Noche de las Ánimas aún le quedaba mucho de ver y complacer, pues en la plaza del Obispado (Venerable Francés de Aranda) ya esperaba La sonrisa que nunca termina (tercera representación teatral de Actuel) en la que el payaso se encargó de sacar la sonrisa infantil -y también de algunos mayores- para poner un tono dulce a la noche. Las bromas, piruetas y sarcasmos lograron que los más pequeños participaran de la fiesta. Y de nuevo el sonido de las dulzainas avisaban de que el recorrido aún no había terminado.
 

Julián Mesía y Ana de Atienza dieron la noche con el Sonido de las Almas . J.C.E

Por la calle Temprado para pasar por San Martín y arribar a la plaza del Seminario. Al llegar, el lugar estaba vacio pero pronto apareció el penúltimo escenario teatral Yo sobreviví a Drácula, en el que el campesino, tras una larga narración de cómo había conseguido escapar del vampiro, este, finalmente, le dio caza y chupó su sangre.

Volvió a sonar la música de la banda y la plaza Cristo Rey se preparaba para el acto final... hasta que llegaron las brujas.

Hora de Brujas

Y comenzó la representación en la que las y los alevines no quisieron perderse ni un detalle, atentos todos, sentados en primera fila. Durante la representación hubo chocolate caliente para las niñas y niños y al finalizar queimada para los mayores.

El conjuro buscaba sus frutos. ¡Patas de rana, besos de mosquito, que cada susto se vuelva carcajada!. “Cuentos e historia que no se les cuenta a los niños”.

La queimada se hizo a fuego lento para que también contribuyera al misterio. J.C.E

El Sonido de las Almas iba a comenzar, los espíritus y las hadas se habían dado cita. La historia escrita por José Baldó ya estaba en el pensamiento y en la imaginación. ¿Qué ocurrirá?. “Teruel, cuna y tumba de los Amantes Isabel y Diego, también tuvo la desgracia de conocer otros amores. Historias no aptas para corazones timoratos y débiles”, “que comience el relato”.

El joven sacerdote Julián Mesía se enamora, aunque le cueste, y la belleza de su amante lo trastoca. Suspense, silencios, pasión, que recordando al siglo XIX y a la melancolía y la tristeza de los románticos se introduce en el misterio y las dudas. Miedo. Casi locura. Desenfreno mental y sosiego; todo junto y por separado.

Último acorde en Fa mayor, propone el presidente de la banda. El misterio está a punto de concluir pero Ana de Atienza aún estaba dando vueltas, sin parar y sin salir de la cabeza de Julián Mesía. La historia terminaba, pero la Noche de las Ánimas solo había hecho que empezar.

  • 817_img-0687.jpg
  • 817_img-0609.jpg
  • 817_img-0638.jpg
  • 817_img-0692.jpg
  • 817_img-0608.jpg
  • 817_img-0627.jpg
  • 817_img-0637.jpg
  • 817_img-0621.jpg
  • 817_img-0690.jpg
  • 817_img-0695.jpg
  • 817_img-0664.jpg
  • 817_img-0631.jpg
  • 817_img-0640.jpg
  • 817_img-0594.jpg
  • 817_img-0588.jpg
  • 817_img-0610.jpg
  • 817_img-0666.jpg
  • 817_img-0585.jpg
  • 817_img-0616.jpg
  • 817_img-0618.jpg
  • 817_img-0600.jpg
  • 817_img-0578.jpg
  • 817_img-0589.jpg
  • 817_img-0687.jpg
  • 817_img-0609.jpg
  • 817_img-0638.jpg
  • 817_img-0692.jpg
  • 817_img-0608.jpg
  • 817_img-0627.jpg
  • 817_img-0637.jpg
  • 817_img-0621.jpg
  • 817_img-0690.jpg
  • 817_img-0695.jpg
  • 817_img-0664.jpg
  • 817_img-0631.jpg
  • 817_img-0640.jpg
  • 817_img-0594.jpg
  • 817_img-0588.jpg
  • 817_img-0610.jpg
  • 817_img-0666.jpg
  • 817_img-0585.jpg
  • 817_img-0616.jpg
  • 817_img-0618.jpg
  • 817_img-0600.jpg
  • 817_img-0578.jpg
  • 817_img-0589.jpg

El redactor recomienda