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Las obras de Ana María Matute y Cristina Fernández Cubas, entre los contenidos destacados de Turia Las obras de Ana María Matute y Cristina Fernández Cubas, entre los contenidos destacados de Turia
La escritora Ana María Matute protagoniza el nuevo número de la revista Turia

Las obras de Ana María Matute y Cristina Fernández Cubas, entre los contenidos destacados de Turia

El próximo número de la publicación recoge también textos inéditos de la escritora norteamericana Lionel Shriver, Sara Barquinero y Daniel Gascón
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La revista cultural Turia publica en su nuevo número, que se distribuye este mes de junio en España y otros países, un sumario con interesantes artículos inéditos protagonizados por grandes autores de la literatura contemporánea, como Ana María Matute o Cristina Fernández Cubas. La poesía también tiene su espacio con autores como Gioconda Belli, Ángeles Mora, Manuel Vilas y Luis Antonio de Villena. Este número, el 155, se presentará oficialmente en la Biblioteca Nacional de España, en Madrid, el próximo 25 de junio.

En ese listado de valiosos nombres propios que han elaborado algunas de las mejores y más impactantes obras de nuestra época, hay que citar a escritoras como Ana María Matute, que fue miembro de la Real Academia, Premio Cervantes en 2010 y cuyo centenario de nacimiento se celebra este 2025 y que se definía a sí misma como “una contadora de historias”, en las que siempre hizo una apasionada defensa de la fantasía y de la imaginación como parte indisociable de la realidad de la vida, ha informado la Diputación Provincial de Teruel en una nota de prensa.

Otra excelente autora que sigue gozando del favor de los lectores y de la crítica es la barcelonesa Cristina Fernández Cubas, también ganadora de tres grandes premios: el de las Letras españolas, que se concede a toda una trayectoria, el Nacional de Narrativa y el de la Crítica. El artículo analiza especialmente sus libros posteriores al 2006 y subraya “su aportación al cuento literario fantástico, y a esa dimensión intermedia que supone la novela corta, pues en sus narraciones predomina lo sugerido sobre lo evidente, en una realidad que no solo tiene aspectos visibles, sino también otros inquietantes e inexplicables”.

Junto a esas aproximaciones a la obra de dos sobresalientes escritoras de nuestro tiempo, que invitan a leerlas y a conocerlas mejor, destaca también el atractivo texto que Turia publica sobre un lugar fascinante y de enorme belleza como es la localidad portuguesa de Sintra. Bajo el título de Visiones encantadas de Sintra. De Southey a Bernhard, pasando por Campbell e Isherwood, se traza un recorrido por la huella literaria que ha dejado ese hermoso paraje en grandes autores de las letras universales. Un pequeño paraíso natural y patrimonial que, a lo largo de la historia, nunca ha dejado indiferente a quien lo visita. Un deslumbramiento del que han dejado constancia en sus obras infinidad de autores, desde los grandes del romanticismo como Lord Byron hasta escritores de nuestros días como Thomas Bernhard. No por casualidad, Sintra está considerada Patrimonio Mundial de la Unesco por su paisaje cultural desde 1992.

Además de estos contenidos de análisis y divulgación literaria, la revista realiza una apuesta clara por la mejor literatura actual. Buen ejemplo de su vocación cosmopolita y de su deseo de ofrecer buenas lecturas a buenos lectores, es la publicación de un anticipo editorial de la relevante autora norteamericana Lionel Shriver. Se trata de un avance de su último libro, titulado Manía, editado en los USA el pasado año y que será publicado en España el próximo otoño por Anagrama. En Manía, ésta reconocida escritora y periodista que se consagró mundialmente en 2005 gracias a su novela Tenemos que hablar de Kevin, ha elaborado una oportuna sátira narrativa sobre la llamada “cultura de la cancelación”.

La potente sección que Turia dedica a narrativa se nutre también de material inédito de Sara Barquinero, considerada escritora revelación de 2024 por su novela Los escorpiones. Otro notable nombre propio de nuestra cultura que participa en esta nueva entrega de la revista es Daniel Gascón, editor en España de la revista Letras Libres y con una contrastada trayectoria como traductor y escritor. Completan la nómina el venezolano Ednodio Quintero, Miguel Serrano Larraz y Antonio Castellote.

En las páginas que la publicación dedica a publicar poesías originales, se dan cita creadores con un itinerario poético contrastado y fértil como Gioconda Belli, Luis Antonio de Villena, Manuel Vilas, Ángeles Mora, Ana Rossetti, Rosana Acquaroni, Jaime García-Márquez, Juan Antonio Tello, Luisa Miñana y Javier Pérez Walias. Junto a ellos, y como es habitual en la revista, no faltan los poemas de destacados poetas emergentes como Almudena Vidorreta, Carmen Rotger, Angélica Morales, María Gómez Lara, Montse María Ayuso, Ramiro Gairín o Alicia Louzao, entre otros.

'Ana María Matute: "Escribir es siempre protestar"'

La revista da inicio al sumario de su nuevo número con un artículo original sobre la gran escritora Ana María Matute (Barcelona, 1925 – 2014). Se trata así de aprovechar la oportunidad de que este año se celebre el centenario de su nacimiento para fomentar su lectura. Su autora es Marisa Sotelo Vázquez, catedrática de Literatura Española y directora del Departamento de Filología Hispánica, Teoría de la Literatura y Comunicación de la Universidad de Barcelona, y considerada una de las mayores especialistas en su obra.

Según Marisa Sotelo Vázquez, cuyo texto se titula significativamente Ana María Matute: "Escribir es siempre protestar", la escritora barcelonesa pertenecía a la llamada generación de “los niños de la guerra”. Es decir, a aquellos autores que cuando estalló la guerra civil tenían entre 8 y 11 años, la edad de la “infancia consciente”. Entre esos escritores, y además de ella, sobresaldrían nombres propios como los de Rafael Sánchez Ferlosio, Carmen Martín Gaite, Ignacio Aldecoa o Juan Benet. No obstante, “en el caso de Ana María Matute, aunque en muchos aspectos puede adscribirse plenamente a ese grupo, su escritura presenta desde el principio características propias, sobre todo en el tratamiento de la fantasía de que se nutre su rica imaginación y en el lenguaje deslumbrante, sugerente y eminentemente lírico, que la hacen en cierta medida inclasificable. Son cualidades que, junto a una prodigiosa intuición de la vida y de los sentimientos”, fueron subrayadas acertadamente por la crítica.

Para la autora de títulos inolvidables como Olvidado rey Gudú o Primera memoria, la tarea de escribir no fue simplemente una profesión o una vocación, sino magia, alquimia, “una manera de estar en el mundo. Una manera de ser”, más allá de las teorías o de las modas literarias que se suceden a lo largo del tiempo. Y es que, tal y como nos dirá en Turia Marisa Sotelo Vázquez, “para Ana María Matute el escritor nace y no se hace. De ahí que, si no tiene unas aptitudes innatas nunca llegará a ser un escritor auténtico. Y estas aptitudes innatas deben ir siempre acompañadas de un trabajo constante en busca de la palabra más adecuada a cada situación sin prescindir nunca de la imaginación, de la fantasía y procurando la máxima sencillez”.

En definitiva, que “el acto de escribir se convierte para Ana María Matute en una búsqueda incesante de la palabra, que no cobra todo su sentido hasta que el libro llega a manos del lector, que será partícipe privilegiado de la comunicación personal que se establece con el autor a través de la lectura”. Y, por tanto, “será esa palabra laboriosamente perseguida y llena de belleza la que nos salve a los lectores y nos permita seguir gozando de los paraísos inhabitados” que pueblan los libros de una de las más grandes novelistas españolas de nuestra época.

Cristina Fernández cubas, o cómo añadir una habitación a la casa de la vida

Nadie mejor y más autorizado para hablarnos con criterio y acierto de Cristina Fernández Cubas (Arenys de Mar, Barcelona, 1945) que Fernando Valls, profesor de Literatura Española Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona y actual presidente de la Asociación Española de Críticos Literarios.

Valls, gran estudioso de la narrativa actual, afirma en Turia sobre Cristina Fernández Cubas: “Desde que en 1980 publicara su primer libro, Mi hermana Elba que llevaba una atractiva cubierta de Claret Serrahima, la autora ha cultivado también la novela (El año de Gracia, 1985; y La puerta entreabierta, 2013), la novela corta (El columpio, 1995), el microrrelato (El viaje y El Insbut), la biografía (Emilia Pardo Bazán, 2001), el teatro (Hermanas de sangre, 1998; recuérdese que en su juventud trabajó como actriz de teatro), la narración infantil (De mayor quiero ser bruja, 2014, en la que una niña, llamada Microbio, se escapa de una hermana abusona y vive una aventura junto a la vieja y sabia bruja Bri, a la que no le falta la correspondiente escoba) y las memorias (Cosas que ya no existen, 2001).

El caso es que 45 años después, que son los que Cristina Fernández Cubas lleva publicando libros, se ha convertido en una autora reconocida e imprescindible, prestigio certificado por el aval de los lectores y de la crítica, y por tres grandes premios: el de las Letras españolas, que se concede a toda una trayectoria literaria, el Nacional de Narrativa y el de la Crítica, por los cuentos de La habitación de Nona (2015). Tusquets, su editorial de siempre, está reeditando todos sus libros, que han acabado convirtiéndose en lectura escolar, tanto en los Institutos de Bachillerato y Universidades, como en los clubes de lectura y en los talleres de escritura”.

En el artículo que publica Turia, Fernando Valls centra su análisis sobre todo en los libros posteriores al 2006, cuando se publica Parientes pobres del diablo, aunque no por ello deja de referirse a los primeros libros de cuentos cuando lo he estimado preciso, para proporcionarle al lector una cierta visión de conjunto. Y es que, para Valls, aunque Cristina Fernández Cubas ha cultivado diferentes géneros con rigor, ambición y acierto, cree que “es necesario destacar su aportación al cuento literario fantástico, y a esa dimensión intermedia que supone la novela corta, pues en sus narraciones predomina lo sugerido sobre lo evidente, en una realidad que no solo tiene aspectos visibles, sino también otros inquietantes e inexplicables”.

En definitiva, que “si observamos con una cierta perspectiva su trayectoria como escritora -y ahora, tantos años después, podemos hacerlo-, nos daremos cuenta de que no ha tenido nunca prisa, ni a la hora de escribir, ni a la de publicar -algo que resulta cada vez más insólito-, y, sobre todo, que ha conseguido y asentado un estilo y un mundo propio que va desarrollando, transformando y ampliando en cada uno de sus nuevos libros”.

Lionel Shriver: una demoledora y divertida crítica a la estupidez que gobierna Occidente

Manía, de Lionel Shriver, es una oportuna y recomendable novela sobre la creciente imbecilidad, sobre la estupidez que gobierna nuestras sociedades occidentales y sobre los prejuicios que genera la corrección política. Una demoledora y divertida crítica a la destructiva estrategia que supone la puesta en práctica de medidas de cancelación cultural. Al respecto, resulta muy reveladoras del espíritu de la obra las dos citas que Shriver utiliza como pórtico de su texto. La primera de ellas corresponde al ideólogo del pensamiento liberal Alexis de Tocqueville: “Cuando dejan de existir la riqueza hereditaria, los privilegios de clase y las prerrogativas de cuna, resulta evidente que la principal diferencia en la fortuna de los hombres reside en su capacidad intelectual”.

La segunda cita procede del célebre psicólogo y ensayista Carl Jung y nos dirá: “En efecto, parece cada vez más obvio que el mayor peligro para la humanidad no son el hambre, ni los microbios, ni el cáncer, sino el hombre mismo, y ello por la sencilla razón de que no existe protección adecuada contra las epidemias psíquicas, infinitamente más devastadoras que las peores catástrofes naturales”.

Su novela Manía es, según la crítica estadounidense, “una fantasía que se aferra incómodamente a la realidad actual, donde los hechos y la verdad se reconocen selectivamente según caprichos cada vez más subjetivos... Los detalles de Mania son materia de sátira sangrienta, pero el concepto rector de la novela llega directo al hueso sin anestesia. Shriver no es de las que andan de puntillas con sus personajes. Aún sabe cómo provocar al oso. En este caso, el oso somos nosotros. Según el The New York Times, Manía “es una obra ambientada en un pasado cercano paralelo pero demasiado familiar, una novela brillantemente subversiva sobre una amistad de toda la vida amenazada por guerras culturales”.

El argumento de Manía es el siguiente: “en un 2011 alternativo, el movimiento de Paridad Mental toma fuerza. Los estadounidenses ahora aceptan la verdad sagrada y universal de que no existe tal cosa como la inteligencia humana variable. Como todos somos igualmente inteligentes, la discriminación contra gente supuestamente tonta es "la última gran lucha por los derechos civiles". Se descartan exámenes, calificaciones y calificaciones laborales. Los niños son expulsados ​​por decir la palabra S (“estúpido”) y se les anima a denunciar a los padres que la utilizan en casa.

Pearson Converse, profesora de inglés en una universidad, de postura constitucionalmente rebelde, rechazó su restrictiva crianza como testigo de Jehová cuando era adolescente y, por lo tanto, siente aversión por cualquier tipo de dogma. Impotente en el aula universitaria, también se enfurece por el aplastamiento del espíritu excepcionalmente brillante de sus hijos en la escuela primaria. Afortunadamente, goza de la confianza de un mejor amigo, un comentarista de medios con quien puede hablar con franqueza sobre su desprecio socialmente inaceptable por el movimiento MP. O al menos cree que puede. . . hasta que un día el abismo político entre las dos mujeres se vuelve infranqueable y una relación de toda la vida implosiona.

Con ecos de La mancha humana de Philip Roth, contado con la voz inimitable e iconoclasta de Lionel Shriver, Manía es un libro agudo, mordaz y despiadadamente divertido sobre el camino hacia un igualitarismo delirante y autodestructivo en el que ya se encuentra nuestra sociedad.

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