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Los Amantes volverán a convertirse en danza gracias al reestreno de ‘Amares’ Los Amantes volverán a convertirse en danza gracias al reestreno de ‘Amares’
Miguel Ángel Berna y Maite Bajo (derecha) en el Mausoleo de los Amantes, charlando con Patricia García, gerente de la Fundación Amantes M. A.

Los Amantes volverán a convertirse en danza gracias al reestreno de ‘Amares’

El espectáculo de Miguel Ángel Berna será en septiembre en el Seminario
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La Leyenda de los Amantes de Teruel tiene manifestaciones y expresiones artísticas en todos los ámbitos y desde numerosas ópticas, que van de lo más tradicional a lo más vanguardista y contemporáneo. “Una de las más bellas que hemos podido disfrutar fue el espectáculo Amares de Miguel Ángel Berna”, según Patricia García, gerente de la Fundación Amantes, un espectáculo que produjo Manuel Adamo y protagonizaron en bailarín aragonés junto a Maite Bajo, y que pudo verse en Teruel, en el Principal de Zaragoza y en el Teatro de Madrid hace ya más de quince años, en 2007.

El propio Miguel Ángel Berna aseguró ayer que “es una barbaridad” la política teatral de estrenar nuevo espectáculo cada año porque “Amares podría haber estado tres o cuatro años girando por todo el mundo, en lugar de morir”. Por fortuna, casi todos los grandes espectáculos acaban renaciendo y a Amares, el sueño de música y danza inspirado en los Amantes, le ha llegado el momento. Será el sábado 9 de septiembre, a partir de las 22 horas, en la plaza del Seminario de Teruel, en un único pase que formará parte de la celebración del 25 aniversario de la creación de la Fundación Amantes de Teruel.

Renovar la tradición

Amares ya fue en su día un espectáculo de danza innovador y que sacó a los Amantes de su contexto medieval más tradicional, para fijarse en lo que tiene de universal, “que es muchísimo”, asegura Berna . “Los Amantes nos hacen reflexionar sobre el amor en toda su extensión, porque en estos tiempos que corren no sé si sabemos con certeza lo que es el amor”, asegura el bailarín. “Aquí hay una amor altruista, que ni siquiera se consuma, que habla de la vida pero también de la muerte, algo que es seguro y que trasciende, igual que trascendieron los Amantes de Teruel porque, 800 años después, siguen moviéndonos a revisitarlos desde las artes”. Por eso en su día ya significó un reto “sacar a los Amantes de su contexto medieval tan localizado y acercarla a los nuevos tiempos”, sin ánimo de dejar de lado la tradición por obsoleta, pero sí de renovarla y seguir insuflándole vida.

Pues si en su día Berna ya acercó a los Amantes a la danza contemporánea, todavía lo hará en mayor medida el espectáculo que se verá el 9 de septiembre, porque no será exactamente el mismo. “En dieciséis años todo cambia”, explicó Berna. “Nosotros hemos cambiado y los puntos de vista del arte y del público también, así que es necesario revisar el espectáculo y aprovechar esto para hacer que crezca”.

Amares, la adaptación de la leyenda turolense al lenguaje de la danza, estará protagonizado por la misma pareja que en 2007, Miguel Ángel Berna y la pucelana Maite Bajo, “una bailarina con la que he conectado siempre de tal forma que, pese a que he bailado con muchas parejas, si tuviera que elegir una pareja artística probablemente sería Maite”, afirma Berna. Ellos dos estarán durante los 70 minutos sobre el escenario -un reto físico y de concentración que muy pocos bailarines en el mundo pueden asumir-, y contarán además con un elenco de tres bailarinas muy prometedoras, Carolina Martín, María Lerma y Alejandra López. Ellas darán un toque de la tradición de la Grecia Clásica, “representando a las parcas, esas diosas del destino que van tejiendo y destejiendo lo que ya está escrito, en el nombre del nacimiento, la vida y la muerte”.

La nueva adaptación de Amares no traerá cambios sustanciales en la música original, que en su día compusieron Alberto Artigas (Gran Bob) y Joaquín Pardinilla, pero sí en la escenografía, creada en su día por un artista tan vinculado a los Amantes como Jorge Gay. Ahora se ha adaptado especialmente para ser representada en la plaza del Seminario, donde la Torre de San Martín servirá de pantalla gigante para las proyecciones de vídeo con las que cuenta el espectáculo. “El espacio es increíble”, aseguró ayer Maite Bajo, que acompañó a Berna en su visita a Teruel para presentar Amares. “Será como bailar dentro de una obra de arte”.

Bajo, junto a Berna, volverá a dar vida a un espectáculo en el que la danza vuelve a expresarse con tanta claridad como si de palabras en una lengua universal se tratara. Echa mano de muchos de los símbolos que caracterizan la leyenda amantista y de otros propios del mundo onírico y simbólico en el cual la Compañía Berna ha demostrado tantas veces la maestría con la que se maneja.

Con un pie en la tradición y otro en la vanguardia, con un pie en la vida y otro en la muerte, con un pie en lo cotidiano y otro en lo universal, la danza y la música volverán a darse la mano para que, durante setenta minutos mágicos que quién sabe si volverán a repetirse, Diego e Isabel volverán a nacer, o lo que es lo mismo, volverán a morir.

Lluvia 2 - Amares 1; el bailarín busca el empate

La representación en la céntrica plaza turolense no está exenta de cierta valentía, ya que se da la circunstancia de que las dos primeras veces que se intentó estrenar Amares en la provincia de Teruel la lluvia lo impidió. Ocurrió el 16 de junio de 2007 en el Parque de Los Fueros y volvió a ocurrir el 12 de agosto en Mora de Rubielos, durante el Festival Puerta al Mediterráneo. Finalmente consiguió representarse en Teruel el 29 de diciembre de 2007, esta vez a cubierto -en el pabellón de Los Planos-, cuando ya había podido verse en Madrid y en Zaragoza.

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