Síguenos
‘Los días de palabras muertas’, el último  y más decantado trabajo de la banda EFFE ‘Los días de palabras muertas’, el último  y más decantado trabajo de la banda EFFE
El baterista Gustavo Ramos, en primer término, ensayando en el local de EFFE con Borja Lacruz, Rubén Fernández, Diego Soriano y Fabián Navarrete. Bykofoto

‘Los días de palabras muertas’, el último y más decantado trabajo de la banda EFFE

Tras media docena de conciertos, los turolenses tienen una ambiciosa gira española por delante
banner click 244 banner 244

Tras una primera presentación en directo en la Casa de Andalucía de Teruel el 27 de mayo y un periodo de preventa en el que ha estado disponible únicamente en formato físico para adquirirlo durante los conciertos, Los días de palabras muertas, cuarto trabajo discográfico de EFFE, ya está íntegramente en plataformas musicales, además de espacios como Musical Factory o Linares, en Teruel.

El quinteto turolense ha vuelto a confiar en Kolibrí Díaz y su estudio R-5 de Orikain (Navarra)  para grabar un trabajo que cuenta con las colaboraciones especiales de Ramoncín, Kutxi Romero (Marea)  y Jerry (Cuatro Madres). Tras más de media docena de directos, tres de ellos en Teruel (Casa de Andalucía, Lebowsky y el Marín en acústico durante el Jam Fest 2023), los turolenses tienen por delante al menos nueve directos más, en lugares como la FNAC de Valencia, Bilbao o Zaragoza, en Madrid, Pamplona o en Granada, a falta de que se confirmen nuevas fechas a partir de primavera.

Los días de palabras muertas marcha en la línea de los anteriores trabajos de EFFE, con un rock español de corte clásico en el que van ganando peso el mensaje de las letras, que se meten en la arena de lo social y lo reivindicativo. Sin embargo el disco marca cierta evolución que responde a que “está trabajado con más tiempo y más calma”, explica Fabián Navarrete, voz y compositor de la banda. “Le hemos dado muchas vueltas a cada tema, para que cada uno de los músicos de la banda tuviera protagonismo en diferentes momentos, y que todo estuviera muy bien cuajado. A veces cuesta trabajo, pero no hemos dudado en tirar para atrás un riff de guitarra o un verso que no terminaba de funcionar con el resto de elementos”.

Evolución en la misma línea

Entre el eterno dilema de renovarse o mantener la línea, arriesgándose a defraudar a los viejos fans en el primer caso y de sonar siempre a lo mismo en el segundo, Navarrete entiende que el camino de enmedio es lo natural:   “Todos evolucionamos como personas y como músicos. Nosotros tenemos claro el sitio que tiene que ocupar EFFE y el sonido y la forma de trabajar que nos gusta, pero sobre esa base siempre estamos escuchando cosas nuevas, tratando de mejorar la aportación de nuestros respectivos instrumentos y, en definitiva, haciendo que las canciones evolucionen a mejor”.

En ese sentido fue importante la incorporación del guitarrista Diego Soriano a EFFE, que sustituyó a Chema Mangas durante el último trimestre de 2020, antes de la grabación de este disco. Soriano toca habitualmente una vistosa Strandberg Boden Prog NX7 de siete cuerdas, lila y sin pala, “que nos ha aportado un punto más metalero a nuestro sonido”, explica Navarrete. “Diego encajó muy bien en la banda y una de sus peculiaridades es la gran riqueza musical que aporta”.

Los doce cortes del disco son una buena representación de por dónde andan las principales referencias musicales y conceptuales de la banda, que por encima de fusiones o experimentos sigue reivindicando el sonido del rock clásico. El zaguán, A deshoras o El último son quizá los más EFFE; intensos, rápidos y 100% roqueros. “Una patada en la cara” los define Fabián, con la colaboración en el último de ellos de Jerry de Cuatro Madres, banda pamplonesa a la que les une una buena relación.

Me he pasado la vida es un tema “autobiográfico” salido del lápiz de Fabián, “aunque podría describirnos a cualquiera de los miembros de EFFE, y al 90% de los músicos como nosotros”.

En Sin nada abordan más específicamente temas sociales, en este caso el de los sintecho, “porque el rock and roll siempre ha estado allí para tocar los cojones”, afirma el cantante, mientras que en La copla visitan territorios flamencos a propósito del rock con la colaboración de Kutxi Romero. No deja de ser una peculiaridad, un guiño a bandas como Medina Zahara, que en realidad siempre han estado dentro de Navarrete. “Soy bastante melómano y la verdad es que escucho flamenco, me gusta mucho Camarón o Tomatito, y este tema salió así”.

La voz de Ramoncín aparece en Aurora Boreal, uno de los temas melancólicos del disco, “que habla de cómo todo el mundo que rodea a una persona ha cambiado con el paso de los años... quizá en este tema asoma un poco nuestro lado triste u oscuro”. También de corte melancólico es La fuga de los besos, que su autor define como “una forma de pedir perdón”, “porque cuando los roqueros nos ponemos moñas, somos muy moñas”.

Casi en el polo opuestos están canciones como Vuela y Somos, “que intentan transmitir cierto buen rollo, cierta esperanza, como que nunca está de más seguir tirando hacia delante porque al final encuentras alguna salida”.

La última ceremonia es una de las rarezas del disco, por definirla así, en el sentido de que se escapa a las armonias y a las melodías más habituales en el grupo turolense. “Igual no es un tema que te enganche a la primera escucha, pero estoy orgulloso de él... creo que si te mantienes fiel a tu rollo y a tu estilo puedes meter pinceladas de algo que se salga de lo habitual. Si cuaja es positivo para el conjunto porque le da color y riqueza”.

La tristeza y la ruina es el tema que cierra el CD, un digno final con un medio tiempo pesado y con alguna de las melodías más destacadas de todo el trabajo, en un corte en el que, al mismo tiempo, la voz de Fabián es especialmente protagonista.

Esos doce cortes se irán alternando con otros de sus tres trabajos anteriores (Cuentos de invierno, 2014, Tras la tormenta, 2017, Ni realidad ni quimera, 2019) a lo largo de una gira con concierto muy espaciados en el tiempo, pero que de momento cuenta con casi una decena de actuaciones por toda España de aquí a la primavera, y que se irá ampliando. “Este año sin embargo vamos a ser más quirúrgicos, no vamos a ir a todos los sitios donde podríamos tocar, sino a lugares donde vaya a funcionar. Cada día somos más viejos y tenemos más problemas para coger la furgoneta e irnos de bolo, así que vamos a ser algo más exigentes”.

El redactor recomienda