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Montserrat Martí Caballé: “Los jóvenes no son tontos y saben apreciar el valor de la ópera cuando la escuchan” Montserrat Martí Caballé: “Los jóvenes no son tontos y saben apreciar el valor de la ópera cuando la escuchan”
Montserrat Martí cantará el domingo ópera y zarzuela, un género que en su opinión “nunca ha tenido nada de chico”

Montserrat Martí Caballé: “Los jóvenes no son tontos y saben apreciar el valor de la ópera cuando la escuchan”

La catalana ofrecerá este domingo en Los Planos un concierto lírico acompañada por la Banda de Música Santa Cecilia de Teruel
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Aunque es hija de soprano y de tenor, Montserrat Martí Caballé iba para bailarina y empezó a cantar solo cuando una lesión le impidió seguir su formación en la Escuela del Ballet Lírico de Madrid. Sin embargo durante los últimos casi 30 años se ha labrado un nombre que no necesita ir de la mano de nadie, por más que ella misma insista que es una cantante “terrenal”, mientras que su madre, Montserrat Caballé, “era de otra galaxia”. Arrancó su carrera en 1993 y desde entonces ha interpretado algunos de los papeles más carismáticos de la ópera Europea y ha cantado en salas de todo el mundo.

Este domingo actuará en el Pabellón de los Planos en un concierto que tendrá lugar a partir de las 18 horas, organizado con motivo del 30 aniversario del Club Voleibol Teruel. Su repertorio estará formado por zarzuela y ópera, la entrada cuesta 15 euros y los beneficios serán donados a AECC Teruel.

-Llega a Teruel días después de actuar en Toledo, Úbeda, Ontinyent... ¿Comienza a normalizarse la situación en los espectáculos de música en directo tras dos años de pandemia?

-En realidad desde julio de 2021 se han venido haciendo conciertos, aunque es verdad que no todo el mundo ha querido arriesgarse... Hoy en día creo que está todo bastante normalizado de momento, y empiezan a cerrarse cosas que llevan dos años paradas. Yo tenía prevista una actuación en Río de Janeiro que ha ido aplazándose progresivamente desde principios de 2020, y parece que finalmente podrá tener lugar el 16 de abril.

-Será la segunda vez que actúe en la provincia, después de abrir el Festival Puerta al Mediterráneo en Rubielos de Mora en 2016...

-Sí, así es. La verdad es que fue un festival muy especial y recuerdo la amabilidad de la gente y lo precioso que es Rubielos. Entonces actué junto a Nacho del Río y David Montolío, y ese espectáculo me llevó a hacer alguna cosa más con él después.

-Por primera vez va a cantar con banda de música, en lugar de con orquesta...

-Bueno, en realidad va a ser la primera vez en mucho tiempo, pero ya lo hice cuando comenzaba, en mis inicios. El maestro Cervera Collado organizaba en su pueblo, Alborache, sus cursos de dirección y yo cantaba allí con Banda. Pero a ese respecto estoy muy tranquila, no me da ningún miedo.

-¿En qué sentido se incrementa la dificultad cantando con Banda?

-Más que nada es por las adaptaciones que hay que hacer de los temas a la instrumentación de banda, que no tiene cuerdas. Pero en cuanto a la calidad que puedan tener los músicos estoy muy tranquila porque las bandas de música que hay por la zona de Levante y Aragón están formados por muy buenos músicos, a la altura de cualquier orquesta europea. Quizá el mayor problema pueda ser el tiempo de ensayos, porque tengo entendido que por culpa del aumento de los contagios la Banda de Teruel estuvo varias semanas sin ensayar, pero lo sacaremos adelante.

-¿Cómo se organiza un concierto de este tipo, en el que apenas tendrá dos contactos con los músicos antes del estreno?

-Hoy en día se puede. Yo le envié a Daniel Ibáñez, el director de la Banda Santa Cecilia, grabaciones y partituras con las marcas de mi respiración, para que él vaya adelantando trabajo y nos permita ir al grano y no perder ni un solo minuto cuando hagamos los ensayos todos juntos. Ensayaremos juntos el viernes 4 por la tarde-noche, el sábado no podíamos creo que porque el espacio estaba ocupado, según me dijeron, y el domingo por la mañana haremos las pruebas de sonido.

-¿Qué le parece el repertorio elegido? No podía obviarse que uno de los criterios de selección es que pudiera ser defendido por una banda de música no profesional...

-Hemos hablando mucho sobre el repertorio, y la verdad es que es muy parecido al que hice con la Filarmónica de Requena y el maestro Francisco Rodrigo (en septiembre de 2021). Es verdad que hemos tenido que hacerlo pensando en obras fáciles de adaptar para banda, o que ya existieran arreglos, porque si tuviéramos que hacer los arreglos de todos los temas desde cero se tardaría mucho. Pero creo que es un repertorio bonito y muy bien elegido, con ópera y zarzuela. Es una selección muy popular y a la vez muy bonita, así que creo que el público la va a disfrutar mucho.

-¿Y del espacio qué me dice? Mucha gente va a trabajar duro para que suene lo mejor posible, pero un pabellón deportivo no es un auditorio...

-Últimamente se han utilizado mucho este tipo de espacios para que la gente pueda mantener las distancias. Suelen tener mucho cemento y una acústica que nada tiene que ver con la ópera, así que suele ponerse sonido amplificado. Pero un micrófono de ambiente más bien, no un micrófono que llegaría a distorsionar el sonido cuando la sala no está concebida para este tipo de música.

-Es que en Teruel no hay un gran auditorio concebido ni para este tipo de música ni para ninguna...

-No tenía noticia de ello, la verdad... En sitios más pequeños en cuanto a población a veces te encuentras auditorios impresionantes muy bien construidos y muy bien sonorizados, así que sorprende que una ciudad como Teruel no lo tenga. Si este concierto sirve para reivindicarlo un poquito, será una estupenda noticia.

La soprano actuará por segunda vez en la provincia de Teruel

-Hoy en día tenemos mil opciones para escuchar cualquier música en cualquier lugar, pero creo que uno se engancha a ella cuando la escucha en vivo. En el género lírico muy especialmente.

-Claro. En mi campo lo bonito y lo realmente valioso es que la voz del artista no pasa por ningún tipo de amplificación, por ninguna máquina que la trata, como ocurre en las grabaciones y en conciertos de otro tipo. Eso lo hace muy especial, pero del mismo modo si eres fan de un artista pop también vas a querer escucharlo en directo, porque aunque sí utilice amplificación nunca es lo mismo. Recuerdo cuando existía la Beca Ibercaja para el concurso de Voces de Aragón, que mi madre viajaba mucho y nos solía enviar vídeos. Mi padre siempre decía que escucharlo grabado no tiene nada que ver con el directo, porque en el salón de tu casa una voz puede parecerte enorme, sobre todo si le subes el volumen con el mando, pero en directo tienes que llenar la sala tú sola, proyectando tu voz, porque tu altavoz es tu cuerpo y tu técnica de proyección.

-Sin embargo las grabaciones sí que permiten, por un lado, llegar a más gente, y por otro guardar un registro histórico, ¿verdad?

-Desde luego. Gracias a que en los conciertos de mi madre había gente que iba con un cassette y grababa las óperas en directo, en lo que se llaman grabaciones piratas, hemos tenido un documento que después se puede seguir escuchando pese a que no existiera una grabación oficial. Y ahoras las calidades de grabación no tienen nada que ver con las de antes. Aunque el desarrollo tecnológico tiene una gran desventaja, y es que, aunque estuvieras desnuda en el escenario con tu voz, si fallabas solo te estaba escuchando el público del auditorio. ¡Hoy en día como se te ocurra dar un gallo al minuto siguiente lo saben hasta en Australia! (Risas).

-¿En España sabemos apreciar la ópera y el canto lírico?

-Desde luego, yo cada vez me doy más cuenta de que sí. En Barcelona vivo cerca de unos multicines y de vez en cuando ponen estrenos de ópera en directo desde el Metropolitan, y la gente acude a verlos. Ese tipo de cosas están teniendo mucho tirón. Y el Concurso Internacional de Canto Montserrat Caballé se ha retomado este año en el Liceo de Barcelona y se presenta gente española jovencísima y con un talento abrumador. Hace pocos meses ganó la última edición Serena Sáenz, una chica de 27 años que es increíble y que ahora se la rifan en todos los sitios. En España hay pasión por la ópera, más de lo que nos parece. Porque los jóvenes no son tontos, y por mucho que les guste su música, que puede ser cualquiera, del pop al reguetón, cuando van a un concierto de ópera aprenden que hay otros tipos de música, y desde luego que la aprecian. La clave es que les llegue toda la riqueza que existe en el mundo de la música.

-¿Y con la zarzuela qué pasa? ¿Todavía tiene el sambenito de lo del género chico?

-La zarzuela nunca ha tenido nada de chico, y puede ser tan difícil para cantar o dirigir como la ópera. En España no siempre ha estado todo lo bien considerada que debiera, creo que porque es una cosa como muy nuestra no creernos lo que tenemos en casa hasta que no nos lo dicen fuera. Mi madre no triunfó en España hasta que no lo hizo en 1965 en Nueva York, y para entonces ya hacía años que cantaba. Pero eso pasa en todos los ámbitos. He cantando junto a mi madre en el Auditorio de Barcelona para recaudar fondos a favor del Servicio de Oncología del Hospital Clinic de Barcelona, y su director, el catedrático Pere Gascón, decía que más que encontrar la cura contra el cáncer se conformaba con evitar que los biólogos españoles se marcharan a Estados Unidos.

-¿Se aprende a sobrellevar la responsabilidad y la expectativa que levanta ser la hija de Montserrat Caballé?

-(Risas) Quizá es una responsabilidad en cuanto a hacer honor a mi madre, aunque yo soy terrenal, a diferencia de ella, que era de otra galaxia. Pero yo nunca me he hecho esta pregunta, siempre me la hacéis vosotros los periodistas. De jovencita respondía que es un orgullo ser hija de mi madre, y sigue siendo así, pero desde hace años simplemente contesto que nunca he tenido que hacerme esa pregunta.

-Y además también es hija del tenor Bernabé Martí, de Villarroya de la Sierra (Zaragoza).

-Eso es. Que mucha gente no sabe que soy medio aragonesa. Papá ahora tiene 93 y tuvo que dejar de cantar porque sufrió un infarto. Nunca ha dejado de ser un gran ejemplo para sus hijos, y nos cuidó y nos formó durante las ausencias de mi madre insistiendo en que ella no estaba de vacaciones.

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