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Pedro Saz Pérez concluye la tetralogía de novela histórica ‘El legado de la sabina’ Pedro Saz Pérez concluye la tetralogía de novela histórica ‘El legado de la sabina’
Pedro Saz Pérez publicó la primera novela de la serie en 2013, sin saber qué se convertiría en una tetralogía

Pedro Saz Pérez concluye la tetralogía de novela histórica ‘El legado de la sabina’

‘El lugar dónde nacen las sabinas’ narra la vida y el regreso a España de una familia exiliada
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Con El lugar donde nacen las sabinas (Círculo Rojo), el historiador y escritor Pedro Saz Pérez cierra un círculo que arrancó en 2013, con la publicación de El silencio del sabinar, la primera de las cuatro novelas que componen la tetralogía que ha titulado El legado del sabinar.

Con una estructura que reúne elementos históricos y de ficción, a través de varias familias inventadas de Monterde de Albarracín, localidad de donde procede la familia del valenciano y a la que le unen fuertes vínculos vitales, la última entrega de la serie cubre cronológicamente la etapa que va de 1948 a los años 80, en la que los acontecimientos sociales y políticos que afectaron a España, y en concreto a Teruel y la sierra de Albarracín, son el telón de fondo sobre el que se mueven los personajes, cuidadosamente caracterizados por Saz.

La última publicación de quien fuera director del Centro de Estudios Locales de Albarracín ya está disponible en Valencia, donde está afincado, y está previsto que durante este mes de enero llegue a las librerías de Teruel.

Historia a través de un siglo

La tetralogía completa está formada por El silencio del sabinar (2013), Cruce de caminos (2018), Sabinaquemada (2019) y El lugar donde nacen las sabinas (2022). Las tres primeras están publicadas por el Centro de Estudios de la Comunidad de Albarracín (Cecal) y la última en Círculo Rojo. En síntesis la serie completa narra la trayectoria, durante el siglo XX, de varias familias de Monterde de Albarracín, a quienes el tiempo les depara un destino en parte común, y en parte muy diferente. La tetralogía comienza con los descendientes de cada estirpe, visitando un cementerio durante un 1 de noviembre cualquiera de comienzos del siglo XXI. Cada uno de ellos tiene sus propios motivos para honrar a sus muertos, y a partir de ahí comienza un enorme flashback que no concluirá hasta la última página del cuarto libro.

Con excepción de algunas referencias a la propia familia de Pedro Saz, todos los personajes son ficticios, y pertenecen a familias que resultan arquetípicas en cuanto al hecho central que marcó el siglo XX en España, la Guerra Civil. Así, una pertenece -o pertenecerá, ya que el primer libro arranca con el siglo XX, treinta y seis años antes de la contienda- al bando de los vencedores, otra al de los perdedores, otra a los oportunistas que aciertan a arrimarse al poder apropiado en cada momento, otra a los que viven aislados en las sociedad rurales y casi nunca aparecen en las estadísticas, y por último otra a la de los que fueron duramente represaliados.

Ese punto de partida le sirve a Pedro Saz, historiador de formación y autor de numerosos ensayos y publicaciones de corte histórico, para dar un repaso a algunos de los acontecimientos más trascendentes del siglo XX a través de las diferentes ópticas de quienes, procediendo de un pequeño pueblo de la sierra de Albarracín como Monterde, las vivieron. “No se trata de analizar esos sucesos históricos en profundidad”, explica el autor, “porque el objetivo era escribir novela y no un manual de Historia. Se trata de contar cómo era la vida de aquellos que vivían en un pequeño pueblo, y como venía siendo determinada por los sucesos históricos que se iban encontrando a su paso, que son el telón de fondo y el escenario de su historia”.

Portada de la última novela de Pedro Saz, ‘El lugar donde nacen las sabinas’

El silencio del sabinar abarca un periodo que va de 1900 a 1936, con la crisis colonial, la dictadura de Primo de Rivera, la II República y el comienzo de la guerra civil. Cruce de caminos y Sabinaquemada iban a ser un solo libro, pero finalmente Saz los dividió en dos, el primero de ellos para la guerra, propiamente dicha, y el segundo para la época más dura de la posguerra y la represión, hasta 1948. Y el último volumen y colofón, El lugar donde nacen las sabinas, abarca desde 1948 hasta los años 80 en España, a través de la mirada de una familia que emigra a Toulouse y que regresa a España, como hicieron tantos, tras la muerte de Franco.

A través de la ficción, Saz narra la proclamación de la República y el ambiente revolucionario con la efervescencia ideológica o la deseada reforma agraria, la cuestión del ejército con los cupos de soldados, la lucha de los pueblos turolenses por salir del aislamiento en un momento en el que apenas tenían carreteras que los conectaran con el resto del mundo, el frente bélico y la grave repercusión que tuvo la contienda en todos los órdenes de la vida, la represión posterior, episodios concretos como la toma de Monterde ya en época del maquis o el célebre asalto al tren pagador, la emigración y el exilio, tema fundamental de la última novela, o la efervescencia social en la izquierda de los años 70 junto con el inmovilismo amenazador de la extrema derecha.

Al final, si hay un tema general subyacente a toda la saga, no es otro que “las decisiones que toman las personas que se ven obligadas a decidir entre luchar por tener un mundo mejor o más justo, o vivir una vida tranquila”, explica el autor.

Vida en el exilio

El lugar de donde nacen las sabinas retoma la historia en 1948 cuando Rubén, Violeta, y su hija Libertad huyen de España buscando la libertad en el sur de Francia. No se desvinculan de su pasado anarquista ni de sus lazos con la patria chica, hasta que Libertad, ya adulta, regresa a España, en concreto al barrio valenciano de Benimaclet, donde la movilización obrera y estudiantil es especialmente activa durante los primeros años de la Transición.

Este cuarto libro es “quizá el más novelado de todos”, admite Saz, donde más hincapié ha hecho en la caracterización psicológica de los personajes, aunque no deja de lado el contexto histórico de la narración, que sigue determinando su vida. “En la vida de los personajes se cruzarán acontecimientos reales como las jornadas anarcosindicalistas que tuvieron lugar en Teruel en mayo de 1981, la acampada libertaria en Frías de Albarracín o el Congreso de la CNT de Valencia”, por citar tres ejemplos. Y la sombra del pasado político de los protagonistas no desaparece con la muerte de Franco, lo que será el disparadero para que la intriga y el peligro siga moviendo a la lectura de sus páginas. Saz inventa una organización denominada la Orden de Thule -que en realidad fue una de las asociaciones que dieron pie a la creación del partido Nazi de Hitler, en Alemania, para referirse a las organizaciones de extrema derecha que, como Guerrilleros de Cristo Rey o Fuerza Nueva, siguieron recurriendo a la violencia y el asesinato.

Del mismo modo que Pedro Saz centra la mayor parte de la saga en el universo geográfico de Monterde y el resto de la Sierra de Albarracín, que conoce perfectamente, en la última parte de la novela toma como referencia Benimaclet, el barrio valenciano donde nació y donde se afinca la pareja protagonista. “Recuerdo la efervescencia política y social que se vivía en el barrio, que era obrero y estudiantil”, explica el autor, “y el estupor y sorpresa que despertaba en los españoles que regresaban tras 40 años de ausencia, y que no podían creerse que hubiera tanta movilización política”.

Aunque la gran mayoría de las vicisitudes por las que atraviesan los personas de las cuatro novelas es basan en experiencias que Saz ha conocido a través de su propia familia, de amigos o de multitud de entrevistas que ha mantenido en los últimos años, decidió que todos los personajes fueran ficticios porque le permitía buscar la representatividad y no tener que constreñirse en exceso a la verdad histórica. De hecho mucha de la peripecia vital que se narra en sus novelas podrían ser extrapolables a las de cualquier persona procedente de un pueblo, esté en la sierra de Albarracín, en el resto de la provincia de Teruel e incluso en cualquier provincia española. “Aunque en este último caso los paralelismos pueden ser más limitados, porque lo que marcó los años de la guerra en Teruel y las consecuencias de los años siguientes fue la existencia del frente de guerra”, algo que no sucedió en todas las provincias.

Esta última novela, que puede leerse de forma independiente con respecto a las otras tres de la tetralogía, tiene especial valor para Saz ya que “en el mundo de la novela se produce un aparente salto desde la guerra civil a la Transición”, en el sentido de que la etapa de la dictadura desde la perspectiva del exilio no ha sido suficientemente tratado en la ficción, “pese a que hay infinidad de historias por contar, historias que tuvieron lugar en Francia, en Argelia, en México...”.

Por el momento Pedro Saz aporta su grano de arena con El lugar donde nacen las sabinas.

El autor tiene previsto presentar el libro en lugares como Albarracín o Guadalaviar, a partir de la primavera del año que acaba de comenzar.

Historiador volcado en la sierra de Albarracín

Saz nació en Valencia en 1955 aunque tiene una gran vinculación con Monterde de Albarracín, de donde procede toda su familia. Doctor en Historia por la Universidad de Valencia, ha centrado su faceta investigadora en la etapa contemporánea, dedicando especial énfasis a la sierra de Albarracín. Hasta su renuncia en 2019, por motivos de salud, fue presidente del Centro de Estudios de la Comunidad de Albarracín. Ha publicado Albarracín, Gea y Monterde. Persistencias y cambio (1992), La Comunidad de Albarracín 1910-1936 (1999), Anarcosindicalismo en la Comunidad de Albarracín durante la II República (2003), Entre la utopía y el desencanto. La Comunidad de Albarracín en la encrucijada del cambio (2005), El silencio del sabinar (2013), Crónicas de Toril y Masegoso durante el siglo XX (2016), Cruce de caminos (2018), Sabinaquemada (2019) y El lugar donde nacen las sabinas (2022). Además ha escrito infinidad de artículos y libros colaborativos, como Historia ilustrada de la Comunidad de Albarracín, junto a José Luis Castán y Laura Rubio.

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