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Rodrigo Álvarez y su comendador desafían al viento y las frías temperaturas en Alfambra Rodrigo Álvarez y su comendador desafían al viento y las frías temperaturas en Alfambra
La plaza de Montegaudio, donde concluyó el desfile de las órdenes, fue uno de los centros neurálgicos de la recreación durante la jornada del sábado. M.A.

Rodrigo Álvarez y su comendador desafían al viento y las frías temperaturas en Alfambra

El domingo concluyen los actos de la 18 edición de la recreación de la Encomienda de Montegaudio
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La recreación histórica de la Encomienda de Montegaudio culminará hoy su XVIII edición en Alfambra en lo que es una de las celebraciones más originales y especiales de la Semana Santa española. Este año la fiesta, declarada de Interés Turístico en Aragón en 2014, ha vuelto a batir records, cuadriplicando la población habitual del pueblo y con 21 jaimas -dos más que el pasado año- en la calle durante los cuatro días de celebración, y eso pese a las adversidades meteorológicas, que obligaron a suspender varios actos previstos en la tarde del viernes. Sin embargo el alcalde de Alfambra, José Manuel Monferrer Crespo, asegura que son “bravos” y pudieron llevar a cabo el resto del programa.

A Enrique Gonzalvo Abril, presidente de la Asociación Encomienda de Montegaudio que organiza la recreación con el apoyo del Ayuntamiento y de la Comisión de Fiestas, y que además encarnó al primer Maestre de la Orden, Rodrigo Álvarez III; y a Ramón García Costelló, que este año tomó el relevo de Andrea Esteban en el cargo honorífico de Comendador, se le unieron ayer otros personajes de excepción en la celebración. Y es que el vicepresidente primero del Gobierno de Aragón, Alejandro Nolasco, el consejero de Turismo y Medioambiente Manuel Blasco y el presidente de la Diputación Provincial de Teruel, Joaquín Juste, visitaron durante la mañana de ayer la localidad para conocer de primera mano la recreación.

Una Orden poderosa

Rodrigo Álvarez III, conde de Sarria, fue un noble gallego que a su regreso de Tierra Santa, donde prestó servicios a la Corona Portuguesa durante la II Cruzada, refundó en torno al castillo de Alfambra la Orden de Santa María del Monte Gaudio de Jerusalén, en 1174, más conocida como la Orden de Montegaudio, que había sido creada en la costa palestina en 1148.

Montegaudio, que tuvo su sede maestral en el castillo de Alfambra por la cesión de este por Alfonso II de Aragón, no llego a sobrevivir al siglo XII, porque en 1196 fue absorbida por el Temple, pero en el último cuarto de esa centuria fue una de las órdenes militares más importantes de la cristiandad, con abundante presencia internacional, incluida Tierra Santa.
 

Chorus Simul, procedente de la provincia de Castellón, ofrecieron una exhibición de danzas medievales. M.A.


Desde hace veinte años Alfambra vive una Semana Santa diferente al del resto de España con una recreación medieval que revive ese momento histórico, en el que Rodrigo Álvarez toma posesión del castillo de Alfambra como sede maestral de Montegaudio y nombra a su Comendador, la persona encargada de gestionar las tierras y habitantes sujetos a ese territorio que quedaron desde ese momento bajo el Fuero de Alfambra. Ese es otro de los momentos centrales de la fiesta, además del desfile de las Órdenes Militares por la localidad, al que suelen acudir grupos recreacionistas de Teruel, de Castellón o de Hondarribia (Guipuzcoa).

La recreación, que cumple este fin de semana 18 ediciones porque la pandemia obligó a cancelar dos de ellas, se ha fundido con otras más antiguas, como la plantada del chopo tradicional de la noche del Sábado Santo, y desde que se creó no ha hecho más que crecer.

Enrique Gonzalvo, presidente de la Asociación Montegaudio, asegura que “año a año la gente está más implicada y más ilusionada. Este año hemos llegado a 21 jaimas, dos más que el pasado. Y en la asociación somos 400 socios, que para un pueblo como el nuestro son muchos socios”.

Cada año los quintos de Alfambra se van incorporando, de forma que “hay jaima de chicos de 17, 18 y 19 años que son quienes tienen el futuro de esta fiesta, y estamos muy contentos de que a través de ella se mantenga el vínculo con el pueblo”.

La Asociación Montegaudio está consiguiendo además de la recreación no sea cuestión de cuatro días al año, ya que más allá de los trabajos para organizarla “hacemos un montón de actividades a lo largo del año para aglutinar a esa población alfambrina que anda por otros lugares viviendo”.

Subida a la Encomienda

Este año la Subida a la Encomienda se enfrentó a una dura prueba por el frío y la lluvia. La tarde del viernes estuvo pasada por agua desde las 17 horas, lo que obligó a suspender el nombramiento del Gran Maestre de la Orden y el torneo medieval Interjaimas, una de las novedades de este año que pretendía enfrentar a las jaimas de Alfambra en diferentes pruebas. “El sábado y el domingo están tan cargados de actos que no podremos celebrarlo, porque ese torneo iba a durar prácticamente tres horas”, explicaba ayer el alcalde de la localidad, José Manuel Monferrer. “Sin embargo intentaremos hacerlo durante el verano”.

La representación del Romance de la Enterrada viva es otro de los puntos culminantes de la fiesta, que sí que pudo celebrarse en la tarde de ayer. Se trata de una leyenda que se recuperó al mismo tiempo que el Fuero de Alfambra, en la que se refiere cómo María Ponce, esposa de Rodrigo Álvarez III, se enamoriscó del rey moro de Camañas, y fingió morir tomando un narcótico para poder reunirse con él. Tras ocho meses de consumar el engaño, finalmente la condesa fue reconocida por un cristiano de Alfambra y todo el ardid se vino abajo.

Enrique Gonzalvo Abril se mostraba ayer orgulloso de tener en su pueblo “una Semana Santa diferente, en la que reivindicamos nuestras tradiciones, y recuperamos nuestro pasado medieval y la importancia que la Encomienda de Montegaudio tuvo, y donde además intentamos que los más pequeños conozcan nuestra historia”.
 

La comitiva del desfile de órdenes militares de Alfambra, a su paso por la calle del Dr. López. M.A.

Apoyar la recreación

En su visita de este sábado, Alejandro Nolasco, Vicepresidente Primero de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia, enfatizó que este tipo de actividades sirven para “mantener vivos los pueblos, generar riqueza y luchar contra la despoblación”, y a su vez “demuestran el enorme potencial de nuestro territorio”. El turolense subrayó que esta recreación de la Subida a la Encomienda, que tiene la catalogación de Interés Turístico de Aragón desde 2014, “no tiene techo”.

Nolasco manifestó su intención de “apoyar” y “fomentar” que “los vecinos y los visitantes se unan y participen en la fiesta”, y matizó que “aunque ya lleva 18 años realizándose”, todavía “puede potenciarse más todavía”.

Nolasco explicó que hay dos vías para promocionar este tipo de recreaciones, “una es aumentar todas las partidas que tengan que ver con una dotación mayor y que este tipo de fiestas puedan contar con más recursos”, y otra “proporcionando mejores infraestructuras y comunicaciones”. “Esta es la pescadilla que se muerde la cola”, afirmó el vicepresidente de Aragón, “en Despoblación sabemos bien que no hay una solución, sino que hay muchas soluciones”.

Sector estratégico

Por su parte, el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco recalcó que el sector turístico es “estratégico” para la comunidad autónoma de Aragón y en ese sentido el ejecutivo está “manos a la obra”. “Esta misma semana he estado en Sobrarbe, Aínsa, Boltaña, Alagón, en el Bajo Aragón y terminamos la semana aquí en Alfambra ayudando a potenciar su historia medieval. Lo cierto es que el Turismo en Aragón sigue siendo un sector estratégico y queremos pontenciarlo, porque junto con la agroalimentación es una fuente de ingresos en muchísimos municipios”.

Manuel Blasco mencionó los castillos turolenses como ejemplo de recursos turísticos en los que hay que invertir en la provincia de Teruel por parte del Gobierno de Aragón. “Estoy trabajando con ayuntamientos como el de Celadas, Escorihuela o Cedrillas, entre otros, para inventir en la rehabilitación de sus castillos, igual que los hay en Valderrobres, Mora, Peracense o el Albarración. En cada una de esas poblaciones están entre los veinte y los treinta mil turistas al año, que generan mucha economía. Y en esta parte de la provincia quedan todavía restos arqueológicos importantes, que son una futura fuente de posibles ingresos”.

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