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Borja Romero se transforma en un refuerzo para el ataque turolense Borja Romero se transforma en un refuerzo para el ataque turolense
Borja Romero, en el encuentro del miércoles ante la SD Huesca. N. Ortiz

Borja Romero se transforma en un refuerzo para el ataque turolense

El polivalente jugador ha adelantado su posición en los dos duelos amistosos
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Javier Gascó
Borja Romero está a punto de cumplir su quinta temporada en el CD Teruel, aunque este verano parece haberse convertido en un refuerzo de lujo para el ataque de Víctor Bravo. El centrocampista andaluz, que llegó a Pinilla ocupando una demarcación defensiva, ha vuelto a dejar muestras de su polivalencia en los dos encuentros amistosos de pretemporada al adelantar su posición y jugar casi de segundo delantero, ofreciéndole una alternativa muy interesante al técnico del conjunto turolense. Por el momento, el experimento funciona bien, ya que los dos tantos que ha sumado el CD Teruel en la preparación estival han llegado con él jugando en esa zona no tan habitual.

La presencia de Borja Romero, tanto dentro como fuera del campo, es indispensable para que todo funcione mejor en el CD Teruel. El experimentado jugador ya es uno de los pesos pesados dentro del vestuario, después de completar su cuarta temporada en la medular del club rojillo.

Sin embargo, ahora parece haber asumido un nuevo rol dentro de los esquemas tácticos de Víctor Bravo. El centrocampista andaluz ha avanzado metros en lo que va de pretemporada para posicionarse en una demarcación mucho más próxima a la portería rival que a la propia. Su envergadura, con una altura de 184 centímetros, le permite pelear de manera constante con la defensa rival y generar muchos espacios que pueden aprovechar sus compañeros que habitan la banda.

Lo que en el duelo ante el Real Zaragoza pareció un parche por la falta de un delantero centro se repitió el miércoles ante la SD Huesca, con un Borja Romero volcado en el ataque y muy presente en la creación de todas las acciones de peligro de su equipo.

De hecho, el gol del otro Borja -Martínez- llegó con el andaluz en esta disposición, bajando a recibir y abriendo un enorme hueco en la banda, que Ahn supo aprovechar para correr al espacio y colgar un buen balón que terminó en el fondo de la red.

En el duelo ante el Zaragoza, Borja Romero también fue el encargado de atraer a los defensas rivales hasta la zona de la medular para así abrir un espacio que, en esa ocasión, Aparicio se encargó de aprovechar. El duelo de mañana ante el Lleida, en el que ya estará disponible el nuevo delantero turolense, Toni Gabarre, será una nueva prueba para ver si la demarcación de uno de los capitanes del equipo es la de centrocampista o si, por el contrario, debe situarse unos metros más hacia delante.

Lo que por el momento queda claro es que Borja Romero es capaz de adaptarse a cualquier estilo y ubicación. Una virtud que lo convierte en una pieza importante dentro de los planes de Víctor Bravo. La continuidad del seis turolense supone todo un refuerzo para la entidad rojilla, que en el verano de 2019 encontró un diamante en bruto que, al igual que el buen vino, mejora con los años.

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