Christian Castro rescata un punto de oro para el Utrillas al filo del final (1-1)

El CD Utrillas logró rescatar un punto en el último suspiro frente al CD Cariñena, uno de los equipos revelación de este arranque liguero. Lo hizo con un gol agónico de Christian Castro en el minuto 93, cuando el encuentro parecía sentenciado tras el tanto visitante de Álex Fuertes en el 90. Un empate (1-1) que, por cómo se desarrolló el partido, sabe a justicia para los de Pitu Lerga, que fueron mejores durante gran parte del choque. El conjunto minero arrancó el duelo con intensidad, decidido a hacer valer su condición de local. Durante los primeros veinte minutos, el Utrillas sometió al Cariñena con presión alta, movilidad en el medio y llegada constante por las bandas.

Con este contexto, las ocasiones no tardaron en llegar. En un saque de esquina, el balón quedó muerto sobre la línea de gol y solo la intervención desesperada de un defensor evitó el tanto inicial. Poco después, Paul conectó un cabezazo potente que obligó a Aarón a realizar una parada extraordinaria, una de esas intervenciones que mantienen a su equipo en el partido. A partir de ahí, el ritmo bajó. El Cariñena, consciente del empuje local, se replegó con orden, cerró espacios y ralentizó el juego. El Utrillas, pese a dominar el balón, empezó a encontrar menos huecos ante una zaga visitante muy compacta. El primer tiempo se fue diluyendo sin grandes sobresaltos, con la sensación de que los de Lerga merecían algo más.

Tras el descanso, el guion no cambió demasiado. El Cariñena mantuvo su planteamiento conservador, acumulando hombres por detrás del balón y apostando por el contragolpe. El Utrillas, por su parte, buscaba con insistencia romper la muralla rival. Pese al esfuerzo colectivo y a los cambios introducidos por Lerga, las ideas escaseaban y las llegadas claras se hicieron contadas. El paso de los minutos generó cierta ansiedad en las filas locales. Los mineros adelantaron líneas, asumiendo riesgos en defensa para intentar abrir el marcador. Fue entonces cuando llegó el golpe más cruel: en el minuto 90, el Cariñena aprovechó un contragolpe perfecto para poner el 0-1 por medio de Álex Fuertes, recién incorporado al terreno de juego. El gol cayó como un jarro de agua fría sobre La Vega.

 

Pero si algo define al Utrillas es su espíritu inquebrantable. Con el tiempo reglamentario cumplido, los de Lerga se lanzaron con todo al ataque. Centros al área, segundas jugadas y balones colgados buscando un milagro. Y este llegó. En el minuto 93, una prolongación dejó a Christian solo frente a Aarón. El delantero no falló: golpe seco, balón al fondo de la red y estallido de alegría en la grada.

El empate final (1-1) supuso un premio merecido al esfuerzo, a la fe y al orgullo de un equipo que no bajó los brazos en ningún momento. La Vega celebró el tanto como una victoria moral, consciente de que los suyos habían hecho méritos más que suficientes para no irse de vacío. El Utrillas suma así su tercer empate de la temporada, un punto que le permite mantener viva la lucha por escapar de la zona baja. Más allá del resultado, el equipo mostró compromiso, trabajo y una notable solidez defensiva pese a las ausencias.

El Cariñena, por su parte, confirma que su buen inicio no es casualidad: equipo rocoso, ordenado y eficaz que supo aprovechar su única gran oportunidad. Sin embargo, el relato de este partido pertenece al Utrillas, al carácter de un grupo que nunca se rinde y que, una vez más, demostró que su mayor fortaleza está en la unión y el esfuerzo colectivo. La victoria sigue siendo necesaria para el conjunto minero, pero estos pequeños puntos también suman para la importante batalla que, en vista de lo visto, muy posiblemente tengan que librar más adelante por la permanencia.