Síguenos
Dos jornadas intrascendentes para Calamocha y un sueño para Utrillas Dos jornadas intrascendentes para Calamocha y un sueño para Utrillas
El Cariñena será el próximo rival del equipo de las Cuencas Mineras. José Luis Rubio

Dos jornadas intrascendentes para Calamocha y un sueño para Utrillas

El conjunto que dirige ‘Pitu’ Lerga podría hacerse con un hueco en los ‘play-offs’ de ascenso
banner click 244 banner 244
Poco o nada le queda ya al grupo XVII de la Tercera RFEF. Apenas dos jornadas para que de por finalizada la campaña 2022-2023. Los equipos turolenses enmarcados en este grupo, el Calamocha y el Utrillas, afrontan de manera desigual este último tramo. Con la salvación asegurada para ambos equipos de manera matemática, ahora han surgido nuevos aspectos que afectan, sobre todo, al Utrillas, quien podría pasar de la pesadilla que le tocó vivir durante la mayor parte de la temporada, en la que en muchos momentos estuvo a punto de decir adiós a la categoría, a un auténtico sueño, pues el buen momento del conjunto minero, acompañado de la situación actual de la tabla clasificatoria, podría llevarlos a conseguir hacerse con un hueco en los play-offs por el ascenso. 

Tras la mala racha del Huesca B (en las últimas cuatro jornadas solo consiguió sumar un punto ante el Ejea), el Robres se proclamó campeón de la categoría. Un factor fundamental para que el Utrillas pueda soñar con el ascenso. A priori, el título de la categoría le proporcionaría al Robres el ascenso directo a la Segunda RFEF, sin embargo, este conjunto es filial del CD Ebro, equipo que actualmente milita en el grupo tres de la Segunda Federación y que, a día de hoy, se encuentra en posiciones de descenso, de manera que, si este finalmente descendiese, arrastraría al Robres a una categoría inferior, lo que le otorgaría el ascenso directo al segundo clasificado, en este caso el Huesca B, y supondría que las eliminatorias por el ascenso se darían entre los equipos integrados entre las posiciones que van del tercer al sexto clasificado. En este sentido, la buena dinámica del conjunto que dirige David Pitu Lerga, que acumula nueve partidos sin perder, los mantiene en la novena posición con 38 puntos, a tan solo tres puntos de esa sexta posición que les permitiría pelear por el ascenso y que actualmente ocupa el Almudévar.

Cuando Pitu Lerga dijo al finalizar el partido ante Illueca que su objetivo, ahora que la salvación estaba asegurada, consistía en “quedar lo mejor clasificados posible”, el técnico no era consciente del todo de lo que podría suponer que esas palabras se hicieran realidad, pues, si lo que Lerga dijo se cumple y el resto de condiciones reman a favor, el combinado de las Cuencas Mineras podría acabar viéndose en plena batalla por el ascenso. De este modo, algo que parecía impensable al principio de la temporada podría darse y los utrillenses podrían pasar de la nada al todo en cuestión de dos jornadas. 

Para lograrlo, los de La Vega tendrán que poner de su parte y llevarse los dos encuentros que restan. En este sentido, los de Lerga tienen serias posibilidades de hacerlo, ya que se enfrentarán primero al Cariñena y después al Caspe, dos equipos que se encuentran en la parte baja de la tabla y que no pasan por su mejor momento. En el caso del Cariñena, este equipo ya no se juega nada, ya que se encuentran matemáticamente descendidos, por lo que no opondrán mayor resistencia que la del honor. El Caspe, por su parte, sí que dará el todo por el todo para evitar caer en los puestos de descenso, no obstante, el Utrillas ya sabe lo que es ganarles, puesto que en el partido de ida lo hicieron de manera contundente con un 1-4 favorable.

Por otro lado, el conjunto calamochino afronta estas dos jornadas finales con la sensación de los deberes hechos, ya que ellos ya hicieron lo necesario para asegurarse de manera matemática la permanencia. Robres y Tamarite serán los últimos rivales de los calamochinos en dos partidos que se preven complicados, pero en los que los de Lagunas, a priori, no se juegan nada. Sin embargo, todavía existe una remota posibilidad de que los de Jumaya terminen despidiéndose de la Tercera RFEF, y es que si, el Calamocha fuese superado en la tabla por el Cuarte y el Caspe y, junto al Ebro, descendieran de la Segunda RFEF otros dos equipos aragoneses estos arrastrarían al Calamocha. En este sentido, a los del Jiloca les convendría lograr resultados positivos en estas dos últimas jornadas, o por lo menos mejores que los del Cuarte y el Caspe, y tendrán que estar muy pendientes a lo que pase con el Brea, enmarcado en el grupo dos de la Segunda Federación, y el Deportivo Aragón, enmarcado en el grupo tres de la Segunda Federación, ya que estos dos conjuntos son los que se encuentran en posiciones más vulnerables.

Así pues, los dos equipos turolenses de la Tercera RFEF afrontan de manera diferente las dos jornadas restantes. Los mineros las viven con la posibilidad de hacer realidad un sueño y los del Jiloca las viven con la intención de evitar que esa remota posibilidad, que los obligaría a despedirse de la categoría, se materialice.

El redactor recomienda