El gen Palop logra dos porterías a cero para propulsar al CD Teruel

Dos partidos lleva Alejandro Palop, dos partidos en los que ha honrado el apellido que acompaña a su nombre. Y es que el guardameta acumula dos de dos porterías a cero y no precisamente porque no tuviera trabajo. Una seguridad bajo palos la suya que se ha traducido también en dos victorias más del CD Teruel; la última, la de este fin de semana ante la UD Ibiza, la primera fuera de casa. Un buen precedente de cara a la importante misión que tendrá esta misma semana en la primera fase de la Copa del Rey.

Hace dos jornadas, cuando el CD Teruel recibió en Pinilla al Sevilla Atlético, Vicente Parras sorprendió a todos con una novedad en el once. Concretamente en la portería. Rubén Gálvez dejó su sitio a Alejandro Palop. Tenía que ser ante el cuadro hispalense su debut, un club especial para su padre, Andrés Palop, y que, de alguna forma, también lo será para el rojillo. Inesperado en un primer momento, aunque todo cobró sentido poco después.

Rubén Gálvez no podrá estar bajo los palos en el primer encuentro de Copa del CD Teruel, ya que deberá cumplir un partido de sanción que le viene de su época en el Recreativo de Huelva, por lo que Palop será el encargado de candar la jaula rojilla. Así pues, antes de estrenarse en un escenario de semejantes características, Parras decidió concederle dos partidos para foguearse. Pero resulta que ha hecho más que eso.

“Palop ha estado muy bien, con mucha personalidad y muy tranquilo. Creo que ha acertado en todas las decisiones que ha tomado. Cuando más nos estaban empujando, que a lo mejor un portero que debutaba pudiera haber querido tener más protagonismo, ha sabido mantenerse debajo de los palos y dejar de hacer el trabajo a los centrales, así que creo que ha tenido un debut muy bueno. Tenemos dos porteros muy buenos, tenemos a Gálvez, que nos hizo una parada de partido en Sabadell increíble, y ahora sabemos también que con Palop ahí tenemos un buen recambio”, explicó el técnico rojillo al respecto del debut del meta valenciano.

Y es que el día de su debut el cancerbero demostró una madurez excepcional que solo se explica con su linaje. Bajo palos fue inquebrantable. Es cierto que no manoteó ningún esférico de la misma escuadra, pero no es menos cierto que demostró reflejos y seguridad al moverse rápido y con acierto, y al blocar o despejar el mayor número de balones que orbitaron sus dominios sin conceder segundas oportunidades en el área. Incluso, evidenció su capacidad para jugar con los pies, pues puso un balón largo hacia Sergio Moreno que acabó significado una ocasión de gol rojilla.

Esta misma línea es la que siguió el domingo pasado ante la UD Ibiza en el Can Misses, donde destacaron por encima de todas un par de intervenciones que bien salvaron al conjunto rojillo. La primera en los primeros instantes de juego y la segunda, más avanzado el reloj, con una tremenda estirada para negar con el antebrazo el tanto pitiuso.

Así pues, sus paradas le han valido ya seis puntos al conjunto turolense y en la entidad rojilla tienen plena confianza en su figura para que, este miércoles sus intervenciones signifiquen el pase a la siguiente fase de la Copa del Rey.

Desacreditada en muchas ocasiones la figura del portero, que a veces es providencial, Palop, al igual que venía haciendo Gálvez, se encargó de reivindicarla estos dos últimos domingos. Como también lo hacía el mítico arquero del Valencia CF y posterior preparador de porteros en la selección campeona del mundo y de Europa, José Manuel Ochotorena, fallecido este lunes, quien de alguna manera también contribuyó a fraguar el gen Palop que ahora reside en Alejandro al entrenar en más de una ocasión a su padre. En un mundo donde todos quieren meter gol, figuras como las de ellos deciden pararlos.