El Robres de Lucas Beltrán deja de nuevo de vacío al CD Utrillas (2-0)

El CD Utrillas volvió a quedarse sin premio en su visita al Campo Municipal San Blas. Cayó por 2-0 ante el CD Robres, filial del Ebro, en un partido espeso, dominado por la brega y los pequeños detalles, donde los locales supieron aprovechar los pocos errores que concedió un conjunto minero que compitió, pero no acertó. La tarde oscense dejó la sensación de déjà vu para los de la Cuenca Minera: solidez, trabajo y voluntad, pero sin chispa ni colmillo arriba, una ecuación que sigue sin traducirse en victorias.

El encuentro arrancó con el Utrillas bien plantado, tratando de no dejar espacios a un rival acostumbrado a hacerse fuerte en casa. El equipo de Pitu Lerga salió con energía, consciente del potencial del Robres, y apostó por la contención y el orden. Apenas transcurridos unos minutos, el primer aviso fue local: un remate de cabeza en el minuto 3 obligó a Nacho a intervenir con reflejos. Fue casi la única ocasión clara de toda la primera mitad.

El partido se atascó pronto. Ni los unos ni los otros encontraban fluidez en un terreno que pedía más físico que juego. El Utrillas se defendía bien, y buscaba salida con la potencia de Christian y las internadas de Paul, pero sin continuidad. Los robresanos, por su parte, insistían en los balones colgados y en los saques de banda largos que inquietaban a la zaga visitante, aunque sin traducirse en peligro real. Al descanso, el empate a cero hacía justicia al desarrollo de un duelo en el que las áreas apenas habían sentido vértigo.

Igualdad... Y gol local

El segundo acto comenzó con el mismo guion: un Utrillas serio atrás, intentando conectar rápido con sus hombres más adelantados, y un Robres más paciente, esperando su oportunidad. La tuvo Paul, en una de las pocas acciones nítidas de los mineros, con un disparo desde dentro del área que salió demasiado centrado y fue blocado por Cerdán. Fue una jugada que pareció despertar algo de esperanza, pero apenas unos minutos después, el castigo llegó del otro lado.

En el minuto 56, un error de entendimiento en la defensa visitante rompió el equilibrio. Los jugadores del Utrillas dieron por perdido un balón que creyeron que saldría por la línea de fondo; sin embargo, el Robres lo recuperó, centró con rapidez y Raúl apareció para empujar el 1-0. Un golpe duro, más moral que futbolístico, porque hasta ese momento el partido había estado totalmente nivelado.

Polémica con el segundo gol

El segundo tanto, apenas siete minutos más tarde, desató la polémica. En una acción confusa, el árbitro señaló saque a favor del Utrillas, mientras el asistente levantaba el banderín en sentido contrario. La duda paralizó a los jugadores visitantes, pero no al Robres, que sacó rápido y, con el conjunto minero descolocado, Vadillo firmó el 2-0 en el 63’. Las protestas de los utrillenses no cambiaron el marcador, y la desventaja resultó ya insalvable.A partir de ahí, el encuentro se convirtió en un ejercicio de resistencia para los locales y de orgullo para los visitantes. El Utrillas movió el banquillo: Sadio y Marvin entraron para refrescar el mediocampo, mientras Mallor y David Muñoz trataron de dar otro aire al frente ofensivo.

Lucas, al césped

Pero el Robres, sólido y práctico, gestionó el tiempo con veteranía, cerrando espacios y dejando que los minutos cayeran a su favor. El turolense Lucas Beltrán entró en el terreno de juego a falta de veinte minutos para el final, y su trabajo en el centro del campo se notó. Así que el tramo final fue de insistencia sin premio para los de las Cuencas Mineras. Intentaron recortar distancias con disparos lejanos, más por coraje que por claridad. Nacho, en su portería, apenas volvió a intervenir, mientras que Cerdán resolvió sin apuros los escasos balones que le llegaron.

El pitido final selló una nueva derrota para un Utrillas que no consigue trasladar al marcador su esfuerzo competitivo. Los mineros siguen sin conocer la victoria en este arranque de liga, aunque su actitud volvió a ser la de un equipo que no baja los brazos. Robres, por su parte, continúa sumando y afianzándose en la zona alta, haciendo valer su solidez como local.

Conclusión amarga

Para el Utrillas, la conclusión vuelve a ser amarga: compite, pelea y aguanta, pero no concreta. Los detalles, una vez más, marcaron la diferencia. En una categoría tan igualada como la Tercera, cada desconexión se paga caro, y el San Blas lo volvió a demostrar. La próxima jornada, los utrillenses buscarán por fin ese triunfo que les permita mirar hacia arriba con algo más que esperanza. En casa, ante el Andorra CF, en un derbi minero con más necesidad que nunca.