El Teruel B domina pero al final es el Cariñena el que se lleva los puntos

No se le pueden poner muchos peros al Teruel B en este primer cuarto de competición en Regional Preferente. El filial rojillo es valiente, aseado, no le pierde la cara a los partidos. Pero tiene serios problemas en el dominio de las dos áreas, la propia y la rival, y por ahí se le van los puntos. El Cariñena Atlético se lo hizo ver en dos dentelladas con las que amarró una victoria que pone patas arriba la zona de salvación, en la que se meten de lleno los de Víctor Fuertes tras tres derrotas consecutivas en esta competición.

El once visitante vino al Luis Milla a hacer su partido. Que, entre otras cosas, parte de la base de que los primeros minutos, el arranque de las hostilidades, pueden decantar balanzas y partidos. A los diez segundos un balón largo peinado y mal defendido ya plantó a Lorente delante del portero Sam, mandó su remate por encima del arco. No falló en la segunda, que provino de una mala salida de balón desde atrás que le habilitó para chutar duro desde la frontal y colocar el primero en el marcador. Minuto dos.

Vivas, que anduvo lento en esa acción, se sobrepuso y catalizó el juego del filial a lo largo de toda la primera mitad. De lado a lado, por ambas bandas y entre líneas, fue buscando a extremos y delanteros. Las ocasiones locales fueron cayendo. De cabeza Adrián Sánchez, Juan y Míchel en sendos avances en cada banda, Gonzalvo en una carrera larga en la que le faltó algo de aliento, una falta directa del propio Vivas bien detenida... Mereció el empate el Teruel B, pero no lo ató.

Y al descanso se llegó con la ventaja visitante, que tras la reanudación tampoco pudo ser compensada. Movió el árbol Fuertes en busca del revulsivo que le diera el gol que pudiese abrir el camino de la remontada, pero lo que encontró fue la resistencia cada vez más entusiasta y motivada de un Cariñena Atlético al que cada defensa exitosa y cada duelo ganado le sabían a victoria. La terminarían abrochando a veinte minutos del final con el cero a dos de Begue. Debe aprender el filial la lección, jugar bien no siempre es ganar, porque en las áreas están los partidos. El próximo examen será este fin de semana en el campo del San José, equipo de la zona baja, pero que ganó este fin de semana y quiere emprender una huida a la que el Teruel B le convendrá estar bien atento.

Mientras, el primer examen del Atlético Teruel como equipo plenamente instalado en la zona alta de la Regional Preferente le fue saliendo a la perfección hasta los minutos finales del partido que el domingo disputaba en el campo del Quinto. Pero los locales apretaron en el cuarto de hora final, y el Atlético se vio empujado por un campo presionante, un físico que debe ir dosificándose ante el avance del calendario, y al final por el acierto de los zaragozanos en los momentos y los minutos culminantes. Ganó el Quinto, perdió el Atlético por 2-1, pero las expectativas siguen intactas y con buen cartel.

Entre otras cosas, porque todo lo que pasó en la primera hora larga del partido le favoreció al once rojiblanco, que saltó al terreno de juego con su habitual perfil vistoso y atrevido, estuvo atinado conteniendo las acometidas de los zaragozanos, y además acertó con el cero a uno a manos de Sofian justo antes del descanso, un gol psicológico. De hecho, a la reanudación, el Atlético mantuvo su buena facha, sostuvo el resultado durante prácticamente todo el acto, pero el empate de Niabaly cerca del minuto 80 despertó una fase final de partido que no pudo ser bien gestionada. Antes del tiempo de añadido Cerón consiguió el segundo tanto del Quinto, dejó los puntos en la ribera baja zaragozana, y sirvió para incendiar esa zona baja de la clasificación en la que todo se comprime.