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Fin de un ciclo de cuatro años con dos ascensos casi consecutivos Fin de un ciclo de cuatro años con dos ascensos casi consecutivos
Fran Gracia y Víctor Bravo, durante uno de los entrenamiento de pretemporada de la primera temporada en Segunda RFEF

Fin de un ciclo de cuatro años con dos ascensos casi consecutivos

El director deportivo llegó al club en el año 2020 de la mano de Víctor Bravo
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Javier Gascó
Fran Gracia desembarcó en el CD Teruel en verano de 2020 de la mano de Víctor Bravo para encabezar un proyecto humilde que pronto empezó a carburar. El director deportivo puso los cimientos de una plantilla que en esa primera temporada consiguió el ascenso de Tercera División a una renovada Segunda RFEF.

Con una base sólida de jugadores aragoneses y varios fichajes de nivel, Fran Gracia y Víctor Bravo debutaron en la cuarta categoría del fútbol nacional con las mejores sensaciones posibles. El club rojillo completó una temporada de ensueño y consiguió colarse en la promoción de ascenso a Primera RFEF tan solo un año después de subir desde Tercera. El Mérida, en la prórroga de la final del play-off, se impuso y el cuadro turolense tuvo un año más para preparar la llegada al fútbol semiprofesional.

En el verano de 2022, Fran Gracia consiguió renovar a buena parte de los hombres que habían estado a punto de alcanzar la gloria tan solo unos meses antes, con el único “pero” de Jaime Barrero, que se marchó dejando un vacío importante en el centro del campo. Taliby, Cabetas, Julen, Borja Romero, Aparicio, Emaná o Guille Andrés hicieron de base de un equipo que se reforzó con nombres que a día de hoy siguen siendo importantes como Fran Carmona, Víctor Sanchís, Fran Tena o Dani Villa. Y esa combinación obtuvo recompensa. El CD Teruel firmó uno de sus mejores años de la historia con Víctor Bravo en el banquillo y consiguió el ascenso directo a Primera RFEF.

El desafío en la categoría de bronce del fútbol español suponía un desafío mayúsculo para una entidad que contaba con uno de los presupuestos más bajos de la categoría. De nuevo, Fran Gracia se puso manos a la obra para elaborar un equipo que cumpliera con las características del juego de Víctor Bravo, pero pudiera dar la talla en una división que se parecía bien poco a las anteriores. Gracia volvió a renovar a piezas fundamentales como Taliby, Cabetas, Fran Carmona o Fran Tena, pero se deshizo de jugadores carismáticos como Emaná o Guille Andrés, que aportaron mucha pólvora en la zona de ataque. Para suplir las bajas, el exdirector deportivo rojillo buscó sustitutos de nivel que, a su vez, tuvieran cierto arraigo al club aragonés. Así pues, Gracia consiguió firmar a jugadores aragoneses como Alastuey, Gabarre o Buenacasa que no han conseguido rendir como se esperaba; pero también incorporó a jugadores destacados tanto de esta categoría como de la inmediatamente superior, como Borja Martínez o Nacho Castillo.

En este último curso, los resultados no acompañaron y el ciclo que iniciaron dos jóvenes aragoneses, Fran Gracia y Víctor Bravo, parece estar llegando a su fin.

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