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La Regional Preferente echa  a rodar con siete equipos turolenses La Regional Preferente echa  a rodar con siete equipos turolenses
El Alcorisa y el Alcañiz inician el curso con objetivos diferentes. Archivo

La Regional Preferente echa a rodar con siete equipos turolenses

La categoría se renueva con un formato de tres grupos en el que habrá cuatro ascensos y dieciséis descensos
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Javier Gascó
Las vacaciones han llegado a su fin y eso significa que vuelven las competiciones. La Regional Preferente aragonesa echa a rodar mñana. El grupo tres acogerá a los siete equipos turolenses. Aunque no todos parten con los mismos objetivos en el horizonte, la complejidad del grupo hará que cada jornada sea vital tanto en la parte alta como en la zona de peligro de la tabla. 

La normalidad trata de volver al fútbol modesto. Tras una temporada convulsa, en la que varios equipos tuvieron que ausentarse debido a la crisis sanitaria, diecisiete clubes serán los encargados de darle forma a la Regional Preferente de la zona.  El grupo cuatro, que el pasado curso acogió a los clubes de la provincia, desaparece en esta ocasión y suma varios participantes de otros grupos. La Regional Preferente aragonesa contará con tres grupos muy variados en los que la igualdad será la tónica dominante a lo largo de la competición.

Con el objetivo de recuperar el formato anterior a la pandemia, con dos grupos de 18 equipos en cada uno, la Federación Aragonesa de Fútbol tratará de reducir el número de equipos participantes en la categoría con vistas a la temporada 2023-2024. Para conseguirlo, esta campaña descenderán como mínimo 16 conjuntos, por lo que la lucha por salir de los puestos peligrosos de la tabla será frenética. 

Los campeones de cada grupo ascenderán de manera directa a Tercera RFEF, mientras que los segundos y el mejor de los terceros se medirán en un play off para determinar quién es el cuarto equipo en subir de categoría. La batalla por salir campeón también estará agitada  y los puestos altos de la clasificación quedarán reservados para los que muestren una mayor regularidad a lo largo del campeonato.

La Regional Preferente aragonesa echa a rodar mañana y durará, si la situación sanitaria lo permite, hasta el 29 de mayo. No obstante, aquellos que tengan que verse las caras en las eliminatorias por el ascenso concluirán el curso allá por el 26 de junio, cuando se conozcan los agraciados definitivos con la suerte del ascenso.

Cerca estuvo de lograr la machada el CD Utrillas, que la pasada temporada peleó hasta la última jornada para volver a una categoría en la que estuvo por última vez en el año 1997. Una derrota, por la mínima, en la última jornada contra el Caspe le privó de conseguirlo. Para este curso, el conjunto utrillense peleará por ascender de categoría. No lo tendrá fácil debido a la llegada de equipos potentes de otros grupos de la Regional aragonesa. Conjuntos como el Actur Pablo Iglesias o la Almunia serán, a priori, los rivales a batir para conseguir devolver al club a la Tercera División. 

El cuadro blanco, que esta temporada también tendrá la oportunidad de disputar por primera vez en su historia la fase previa de la Copa del Rey, se ha reforzado tanto en defensa como en ataque. La Vega disfrutará de nuevo de los goles de Adrián Hernández, que vuelve al CD Utrillas tras un periplo de dos temporadas en el CD Teruel. El equipo dirigido por Pitu Lerga, que llega con dos ascensos a Tercera a sus espaldas, ya está preparado para el arranque liguero tras una buena pretemporada. 

Tendrán que demostrar su teórica superioridad desde el primer día. Su debut será ante el Alcañiz en una reedición del partido de pretemporada de este verano que acabó ganando el conjunto utrillense.

Por su parte, el Alcañiz querrá poner tierra de por medio y hacer ver que la irregularidad mostrada la pasada temporada es precisamente eso: una cuestión del pasado. Durante el curso 2020-2021, los alcañizanos no fueron capaces de encadenar más de tres partidos sin conocer la derrota. Un hecho que les acabó relegando a la mitad baja de la clasificación y que dejó demasiado lejos la cuarta posición que ocupaba el cuadro blanquinegro  cuando el fútbol regional aragonés se detuvo debido a la pandemia. 

En esta ocasión, el encargado de comandar la expedición será un viejo conocido de la casa. Después de estar más de diez temporadas como técnico en las categorías inferiores, Manolo Blasco se pondrá a los mandos de una nave que tratará de volar más alto que la campaña pasada.

Con el objetivo de mirar a las plazas altas de la clasificación, el Alcañiz dará protagonismo a muchos de los pilares de la pasada temporada como el capitán, Javier Martín, o el cerebro del equipo, Miguel Bagan. 

Una pretemporada en la que las incorporaciones le han ganado el protagonismo a los resultado ha sido suficiente para encarar el inicio de la competición liguera, en un año en el que el Alcañiz tiene que dar un golpe sobre la mesa y volver a poner la mirada en los puestos altos de la clasificación.

Mientras que el CD Utrillas y  el Alcañiz deben iniciar la campaña con el objetivo del ascenso entre ceja y ceja, el resto de representantes turolenses partirán mañana con un enfoque bien distinto. Huir de los puestos bajos durante el mayor número de jornadas posibles será sinónimo de éxito.

El Atlético Albalate y el Cella se verán las caras en el primer encuentro de la temporada. Las chispas pueden saltar en un duelo en el que ninguno de los dos conjuntos querrá irse a casa con el amargo sabor de la derrota. Los albalatinos deben mejorar la imagen del pasado año si no quieren perder la categoría. Con una sola victoria en catorce partidos, el Atlético Albalate fue el peor equipo de toda la Regional Preferente aragonesa. 

Sin embargo, desde el club se ha planteado un verano de revolución para tratar de revertir la situación y salvar los muebles. Desde el banquillo hasta la delantera. Sergio Sanz, más conocido como ‘Tibu’ será el encargado de llevar las riendas del proyecto. El entrenador hijarano conoce de buena mano el club, ya que militó en sus filas como jugador durante varias temporadas. Conseguir la permanencia cuanto antes sería el sueño de una plantilla con más de diez incorporaciones en todas las posiciones. Además, el conjunto albalatino ha mantenido a algunos de los pilares fundamentales de la plantilla como Dani Bernad o Enrique Carbonel.

El rendimiento en el campo de Los Arcos será clave para determinar el desarrollo de la temporada. La primera prueba será mañana a partir de las 17:30 ante un rival sin ritmo de competición desde hace más de un año.
 

Cella y Andorra están de vuelta


Un total de 553 días es lo que lleva el Cella sin disputar un encuentro en competición oficial. Desde que el coronavirus llegase, arrasando con todo, en marzo del 2020, el equipo cellense no sabe lo que es competir. La decisión de la directiva, con el beneplácito de los pesos pesados del vestuario, de no formar parte de la competición dejó en blanco los ingresos del club. Sin embargo, la normativa dejaba en manos de las entidades la decisión de competir, ya que aquellos que optaran por no hacerlo no iban a perder la categoría. 

De este modo, el Cella se reencuentra con la competición oficial en una temporada repleta de incógnitas. El cuadro celeste tendrá que afrontar el reto de sobrevivir en la categoría tras un año de parón. Para ello, la pretemporada del Cella ha estado totalmente enfocada en retomar el contacto con el fútbol de competición. Varios rivales de menor entidad han servido para poner a punto al equipo turolense de cara a su debut liguero ante el Atlético Albalate.

La apuesta del equipo por gente de la casa empieza por los banquillos. Alberto López, que ha pasado por varias de las categorías de la entidad cellense, será el encargado de encajar los engranajes de una plantilla que intentará volver con buen pie y escapar de la zona peligrosa de la tabla lo más rápido posible.

Por su parte, el Andorra protagoniza el otro gran retorno a la competición oficial. El histórico equipo turolense vuelve al ruedo con el objetivo de sufrir menos de lo que lo han hecho en los últimos años. Una vez solventadas sus dificultades económicas, la entidad andorrana pretende hacer honor a su historia y devolver al club a las categorías más altas del fútbol español. 

La falta de ritmo competitivo, tras su ausencia del pasado curso, no se ha echado en falta en una pretemporada en la que únicamente ha concedido tres derrotas. Su última victoria frente al Magallón sirve para marcar el rumbo de lo que deberá hacer el conjunto minero a partir de mañana. 

La combinación de futbolistas de la casa con nuevos fichajes hacen del Andorra un proyecto ilusionante en busca de la estabilidad. La experiencia en las categorías humildes de jugadores como Víctor Arribas junto a las ganas de demostrar su valía de jóvenes promesas como Choren son los motivos de la afición andorrana, que esta temporada podría alcanzar la cifra de 3000 abonados, para pensar en algo más que los puestos medios de la clasificación.

Un renovado Alcorisa también formará parte del selecto grupo de equipos que intentará poner en apuros a los favoritos. Tratará de hacerlo por vez primera mañana en el José Roca ante La Almunia. Davíd Rodríguez, nuevo técnico del club, tendrá que hacer una ardua tarea a la hora de elegir a los once jugadores que serán de la partida en el debut liguero. Casi una decena de caras nuevas llegan a la localidad bajoaragonesa para tratar de mejorar los registros de la pasada temporada. 

Dos victorias y cuatro empates sumaron los azulgranas a lo largo de todo el curso. En un grupo mucho más competido y con rivales de mayor entidad esas cifras supondrían peligro. Bajo el lema ‘Un pueblo, un equipo. Club Deportivo Alcorisa’, el club pretende contar con el apoyo de la afición para hacer del José Roca un fortín.

Las múltiples llegadas de jugadores han servido para lavar la cara a una plantilla que luchará por conseguir la salvación y mantener la categoría. El técnico, ex del Herrera, podrá contar con una plantilla de 25 jugadores que será clave para hacer frente a los momentos más duros de la temporada.

Un recién ascendido con ganas


El Calanda será el séptimo representante turolense en la categoría. Participará por segunda vez en la Regional Preferente aragonesa, tras su precoz paso por ella en la 2014-2015. El objetivo es que el último puesto que ocupó al término de aquel curso no vuelva a repetirse.

Para ello, Carlos Trigo, se pondrá el mono de faena y será el encargado de dirigir al cuadro calandino. Su experiencia en los diferentes equipos de la casa le permite conocer a la perfección la historia y la filosofía del club. 

Tendrá que hacer valer la juventud de sus fichajes en una categoría muy exigente para tratar de conseguir el sueño de la salvación.

El ascenso, conseguido en un grupo con tan solo cuatro equipos, tendrá que consolidarse en una campaña mucho más complicada como la que empieza mañana ante el Maella, un rival con el que se tendrá que batir el cobre por salir del infierno de los puestos bajos.

Ganas y actitud serán los ingredientes de la receta para demostrar que la Regional Preferente es la categoría que merece una localidad como Calanda. 

Diez rivales a los que batir


Los siete equipos turolenses deberán verse las caras con otros diez clubes aragoneses, que también tendrán distintas aspiraciones. La parte alta debería estar capitaneada por conjuntos como el Actur Pablo Iglesias o la Almunia. Sin embargo, las sorpresas y las rachas, tanto positivas como negativas, serán algunos de los aspectos a tener en cuenta en la lucha por los ascensos a Tercera RFEF.
Mientras, la pelea en el barro será bonita e intensa a partes iguales. Los recién ascendidos querrán tener voz en un debate no apto para cardíacos, con muchos participantes y en el que la última palabra será crucial. Habrá que esperar hasta finales de mayo para conocer el desenlace. Hasta entonces, solo queda disfrutar del encanto del fútbol modesto aragonés, que un año más, y en esta ocasión con algo más de normalidad, dotará de magia a las tardes de domingo.

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