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Primera victoria del verano para  un CD Teruel que derrocha intensidad (0-1) Primera victoria del verano para  un CD Teruel que derrocha intensidad (0-1)
Los jugadores del CD Teruel celebran el tanto de la victoria. CD Teruel

Primera victoria del verano para un CD Teruel que derrocha intensidad (0-1)

Borja Romero anota el único gol de una tarde en la que los rojillos vuelven a acabar con diez ante el Lleida
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Javier Gascó
El CD Teruel logró el primer triunfo de la pretemporada en el duelo disputado este sábado ante el Lleida Esportiu en el Camp D’Esports. Los de Víctor Bravo volvieron a dar una lección de intensidad, al igual que en los dos compromisos anteriores, para obtener una victoria por la mínima, pero que deja un buen sabor de boca en el seno de la enitdad rojilla. Borja Romero fue el autor del único gol de un partido, en el que los turolenses volvieron a acabar con un jugador menos tras la expulsión de Borja Martínez en el minuto 25 de la segunda mitad. El equipo parece mantener la filosofía que le llevó a alcanzar el éxito el pasado curso y tras dos derrotas, las buenas sensaciones comienzan a llegar de la mano de victorias. Por delante, todavía queda un mes para continuar la preparación y llegar en la mejor forma posible al inicio de liga, pero los primeros pasos son firmes.

El CD Teruel se veía las caras ante un rival de Segunda RFEF por primera vez en toda la pretemporada. Sin embargo, el técnico turolense no quería escatimar y sacaba un once muy titular con Taliby en la portería; línea de cuatro para Carmona, Cabetas, Julen y Aitor Pascual; centro del campo para Nacho Castillo y Tena, con Ahn y Aparicio por las bandas; y delantera para un Borja Romero que mantiene su nueva demarcación más ofensiva y Sergio Buenacasa.

Con el pitido inicial, ambos equipos demostraron que el encuentro de amistoso solo iba a tener el nombre, ya que ninguno de los dos quería cometer errores que pudiesen conceder ocasiones al rival. Sin embargo, el primer intento corrió de cuenta de los catalanes, con un disparo lejano que Taliby no tuvo mayor dificultad en detener. 

La intensidad volvía a ganar protagonismo de la mano de dos equipos que realizaron un gran esfuerzo para dar el callo pese a las altas temperaturas veraniegas. 
Pasada la primera media hora de juego, Ahn era el que probaba fortuna para abrir el marcador, pero su disparo se marchaba desviado sin llegar a encontrar portería. La intentona del surcoreano animaba a los turolenses, que antes del descanso a punto estaban de hacer el primero gracias a una genialidad de Aparicio, que intnetaba sorprende con un disparo por encima de la cabeza del guardameta rival.

Esa fue la última acción de una primera parte pareja en la que los rojillos volvían a mostrar una imagen sólida, especialmente en defensa. 

Tras la reanudación, Víctor Bravo cambió la defensa y el centro del campo, pero mantuvo a sus dos titulares en la delantera. Borja Romero y Buenacasa fueron las referencias ofensivas en una tarde en la que el gol tardó en llegar 55 minutos.

Justo antes de que el Teruel abriese la lata, el Lleida pudo hacerlo hasta en dos ocasiones, pero el bloque aragonés se mantuvo férreo para evitar el tanto rival. 

Y en una nueva demostración de efectividad, que tan buenos resultados dejaron el pasado año, los de Víctor Bravo consiguieron desatascar el encuentro. Víctor Sanchís cabalgó por banda derecha y puso un buen centro al interior del área, donde Borja Romero aguardaba con hambre de gol. El centrocampista reconvertido a atacante controló el esférico, tuvo tiempo para pensar y la envió al fondo de la red en una buena acción de delantero. El seis de los de Pinilla se ha adaptado a las mil maravillas a su nueva función dentro del terreno de juego, por lo que el míster puede tener un bendito problema a la hora de elegir a sus once titulares. 

Tras el tanto, el CD Teruel dio un paso hacia atrás y puso en práctica el juego defensivo que tanto gusta en el cuerpo técnico. Borja Martínez lo intentó a balón parado a falta de veinte minutos en la que iba a ser su última acción sobre el verde del Camp D’Esports, ya que poco después iba a ser expulsado por doble amarilla.

El ambiente subió de temperatura, pero los turolenses fueron capaces de mantener la calma para asegurar el primer triunfo de la pretemporada. Los catalanes se hicieron dueños del balón en una recta final en la que, sin embargo, no fueron capaces de encontrar huecos en la defensa rojilla.

De nuevo con intensidad y de nuevo por la mínima, el CD Teruel se reencontró con el triunfo tras las dos derrotas iniciales. El 0-1 reconforta a un platilla que trabaja sin descanso durante los noventa minutos y que parece haber entendido a la perfección la idea de fútbol que ronda por la cabeza de Víctor Bravo

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