

Rubén Bielsa, periodista y escritor deportivo andorrano: “Mi último libro es una especie de homenaje para que vean que su voz sigue viva”
El autor presentó el pasado viernes en su localidad natal su segundo libro ‘Un balón como patria’El periodista andorrano, Rubén Bielsa, presentó el viernes pasado en su localidad natal el que es ya su segundo libro, Un balón como patria, con tan solo 25 años, en el que recoge 21 historias en las que trata de dar voz a 21 futbolistas cuya vida dio un vuelco con el estallido de la Guerra Civil. Su pasión por la historia y por el fútbol, y su carácter proactivo son los móviles que le llevan a desarrollar este tipo de historias que, bajo su criterio, “merecen ser contadas”.
-Lanza ya su segundo libro después de aquel que hablaba de la historia de la selección española, ¿Cómo se siente?
-Tampoco es que yo lo pensara y dijera con 25 años voy a tener dos libros, sino que ha sido parte de un proceso que va relacionado con mi forma de ser, que pasa por ser proactivo, hacer cosas también por mi cuenta, como viene a ser en este caso, y, sobre todo, mucha investigación y fútbol. A fin de cuentas el fútbol, junto a la historia, son dos de mis pasiones y siempre me ha encantado mezclarlas.
-Al igual que hizo con el primero, presentó la semana pasada su libro Un balón como patria en Andorra, ¿cómo fue la experiencia? ¿Siente valorado su trabajo?
-Tanto en el primer libro como en el segundo la verdad es que he tenido mucha suerte porque ya no solo de mi localidad, sino en toda España me han mostrado apoyo. Con el primero estuve en Gijón, en Sevilla, en sitios muy lejos de Aragón y lo noté. Pero sí que es verdad que Andorra merece un renglón aparte porque tanto la biblioteca como el propio Ayuntamiento incluso o Andorra TV siempre que he ido a decirles “mira tengo este proyecto en mente a ver si podemos darle cobertura y que salga”, pues siempre se han volcado y siempre me han tratado muy bien. Eso también lo puedo extender de hecho al Diario de Teruel o La Comarca, que también me han tratado bien. En general, en relación a todo lo que está cercano a mí, todo lo que rodea Teruel, no me puedo quejar, ya que vuelven a demostrar que somos una provincia de mucha unión.
-En esta ocasión lanza Un balón como patria, ¿De qué trata este libro?
-Otra vez vuelvo al primer libro porque están los dos ciertamente emparentados, y es que cuando yo componía el libro de la selección española, cuando llegué a la parte de la Guerra Civil, yo mismo me di cuenta de que de repente los mejores jugadores que tenía la selección y el país en sí habían desaparecido y luego ya a la vuelta del parón que hubo desde el 36 hasta el 41 ya no existían ni estaban por ningún lado.
Es como si ahora todos conocemos a Villa, Torres, etc., pasa una hecatombe y de repente ya nadie sabe nada de ellos. Entonces yo me quise meter un poco en la piel de la persona que fuera fan de aquellos jugadores y dijera “oye que ha sido de esta gente”, porque no habían fallecido ni mucho menos, sino que la mayoría de la gente se había exiliado. Así pues, a raíz de eso compongo 21 historias, cada una diferente, algunos sí que entre ellos se conocían, otros no tenían nada que ver, pero que les une en todo momento la Guerra Civil. Son jugadores que incluso no son de la misma generación, pero que todos tienen el mínimo común de la Guerra Civil.
-Ahora que habla con conocimiento de causa, ¿qué sucedió con los futbolistas y con el fútbol en España durante la Guerra Civil?
-Hay algunas investigaciones que indican que no había habido fútbol en la guerra y, en parte, eso es verdad, porque la liga oficial se paró. Sin embargo, no se puede decir que no hubo fútbol porque hay constancia de que hasta en las propias trincheras, en las zonas de guerra, hubo treguas, como aquella famosa de la Primera Guerra Mundial, en diversos puntos de España donde jugaron republicanos contra el bando franquista. Y luego también es verdad que en una escala más social por así decirlo hay dos cosas famosas que son la Liga Mediterránea y la Copa de la España Libre, que digamos que eran como los torneos de la zona republicana. De hecho, alguna vez el Barça ha reclamado esa Liga Mediterránea y el Levante ganó la Copa aquella que era como una especie de Copa del Rey.
Así que, aunque no fuera ese carácter oficialísimo porque no jugaban todos los equipos, sino en este caso más los de la Comunidad Valenciana, Cataluña, etc., sí que es verdad que esos torneos eran bastante célebres. Sin embargo, lo que mucha gente no sabe es que en la parte que ya había conquistado el bando nacional también se hicieron una especie de partidos amistosos entre lo que era la selección española o un intento de ella, ya que no habían vascos ni catalanes, etc., y Portugal, que era lo más accesible. De hecho costan dos partidos, uno en España y otro en Portugal. En resumen, hay muchas pruebas de que no se paró el fútbol.
-¿Y los jugadores profesionales de los que habla jugaron en esta especie de ligas amateur? ¿O cómo continuaron con su carrera?
-No, lo hicieron de otra forma. En el libro sobre todo me baso en la gente que se exilió. Sí que hay alguno que volvió e incluso participó en campeonatos de Cataluña y demás, pero la mayoría se exilió. De hecho, hay algunos que son mucho más conocidos en sudamérica o en otros lugares que aquí. Pero no es ni blanco ni negro, ya que hay también muchos casos de jugadores que después de la guerra volvieron e hicieron vida normal. No tenemos que olvidar que al fin y al cabo eran futbolistas y, aunque no es como ahora, en aquel entonces ya eran una figura respetada.
-De esas 21 historias que cuenta hay muchas que hablan de futbolistas vascos, ¿esto a qué se debe?
-Es verdad que hay muchos vascos. Todos conocemos el País Vasco, Cataluña y esa idiosincrasia, ese tejido industrial, esa cultura que tienen que es como un poco más combativa, entonces, si alguien se iba a exiliar, era de aquellas zonas porque podían intuir que podían ser más perseguidos que otros, aunque luego no fuera como tal.
-Habla de 21 historias, ¿hay alguna de esas que conecte con Teruel? ¿O conoce alguna que lo haga?
-Como tal en el libro no cuento ninguna, pero sí que conozco una que, además, he trabajado bastante, y es que Lángara, que es el primer capítulo y era el máximo goleador que tenía la selección española en los años 30, se hizo famoso por jugar en el primer Oviedo que subió a Primera y a su lado tenía a un tal Casuco, uno de los mejores extremos de España, que no era aragonés ni nada, pero por vicisitudes de la vida encontró la muerte en Teruel entre la zona de Montalbán, Alcorisa..., aunque no está muy claro el lugar exacto. Se ve que le cayó una especie de proyectil y murió aquí.
-¿Qué metodología ha empleado para desarrollar el libro?
-Dentro de lo que es ponerte a investigar había como tres casos. Por un lado estaban los conocidos en el mundo del fútbol y de la investigación, de los cuales hay mucha información que se puede contrastar fácil. Luego hay un término medio que son los jugadores que sí que pueden haber sido conocidos por su vida futbolística, pero no se conoce tanto sobre su vida durante la guerra. Y luego ya está el tercer caso, que son de los que no se sabe nada absolutamente en español. Con estos últimos es con los que más he tenido que trabajar a conciencia de contraste y demás, y eso ha sido gracias a encontrar fuentes que no estaban en español. En este sentido, he trabajado mucho con hemerotecas de otros países.
Luego también puede hablar con la hermana de uno de los futbolistas de los que hablo, que era ruso, y, de hecho, esto es casi de lo que más me he alegrado al hacer el libro porque me agradeció mucho que pudiera dar voz en castellano a la vida de su hermano porque en Rusia se había hablado alguna vez de él, pero nunca en su patria, en el país al que había pertenecido. Eso también te hace valorar el trabajo porque es una especie de homenaje también a ellos para que vean que su voz, en este caso en español, sigue viva, y es que, si no investigamos y no lo traemos a colación, todo eso tarde o temprano se va a perder.
-¿De dónde le viene ese interés por desarrollar este tipo de historias?
-Me nace de que siempre me ha gustado la historia y el fútbol, y vi también que hay como un vacío de sabiduría. Veía que había muchas historias que todavía no se sabían y valía la pena contar.
-¿Tiene algún proyecto para el futuro?
-Tengo pendiente un proyecto en el que quiero abordar la historia no del Andorra CF, sino del fútbol de Andorra. Algo ya he hecho, de hecho ya he podido entrevistar a ancianos que jugaron en su día antes de la fundación del Andorra y ya me van contando cosas.
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