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Réquiem por lo vivido Réquiem por lo vivido
Bea Sastre. Nacida en Zaragoza un 9 de octubre del 76 y criada en Alcorisa, al que considera su pueblo y el lugar al que se escapa siempre que puede. Le encanta el arte en cualquiera de sus expresiones, especialmente la fotografía.

Por Rubén G. Bielsa Andorra *
 

Anhelamos obtener tiempo para usarlo en vivir las experiencias con las que llevamos horas. dias, o semanas rumiando. Personalmente tengo una carpeta en mi móvil que define aquellas bonitas circunstancias: hit different. Su traducción significa algo así como eso golpea diferente, y van desde la instantánea tomada en un gran evento hasta una simple fotografia de mi madre feliz con su tio de 90 años.

La variedad sin tapujos del ser humano hace que cada uno sienta como únicos momentos que a otro le pueden parecer baladies y viceversa Tomemos como ejemplo la instantánea que apoya este relato; la cotidiana charla que pueden tener dos familiares en un cangilón de noria se convierte en una obra de arte para la fotografa que les observa escondida entre los últimos coletazos del dia. Mientras ella baja la exposición de la imagen para añadir un toque mistico al neón azulado, puede que esos mismos familiares no estén hablando de lo de siempre y uno confiese al otro que por fin ha tomado la decisión de renunciar al trabajo que le privaba de algo tan simple como ver el atardecer acompañado de alguien al que estima. Esos son los momentos que golpean diferente de una manera esclarecedora.

La memoria es una jugadora importante de estas situaciones. Recientemente lei un libro sobre un neurologo que contaba diversos episodios en sus dias de consulta. Me quedé especialmente con el caso de una anciana octogenaria, quien fue en busca de su ayuda aludiendo a que tenia una radio constante en la cabeza. El tiempo le diagnosticó una variante epiléptica compleja, pero, por una vez, la enfermedad no era lo más importante. Aquella mujer escuchaba en bucle en su cabeza unas viejas canciones irlandesas que no oia desde que tenia cinco años, momento en el que emigró a Estados Unidos tras el trágico fallecimiento de sus dos progenitores. En efecto, su mente le provocaba ese estado musical permanente, algo que consiguió paliar con antibióticos. La señora agradeció al neurólogo que le hubiera curado, pero por otra parte no pudo evitar confesarle que aquellas canciones que ella creia olvidadas tras tantos años le habian rememorado bonitos recuerdos de su infancia y de sus padres. Se fue de la consulta dando las gracias, posiblemente a su propio cerebro por tal inesperado regalo.

Luis Buñuel aludió a la memoria como algo de lo que jamás podríamos desprendemos: es nuestra coherencia, nuestra razón, muestra acción, nuestro sentimiento. No seríamos nada sin ella. Estaba en lo cierto. Una fotografia puede decirte en un segundo el por qué valió la penaempezar en esa solitaria profesión, una visita a la noria puede ser necesaria para cambiar el rumbo a mejor de una vida. Acordarse de ello es el engranaje necesario para que todo ruede hacia adelante.

La memoria emociona. El mismo día que devolvi el libro a la biblioteca me encontré por casualidad a la hermana de mi abuelo fallecido cuando yo era pequeño y solo pude pensar una cosa: bendito encuentro. Hacia años que no la veia y el segundo que me acerqué a darle dos besos fue como una última charla visual que nunca se me permitió tener con mi abuelo. Más adulto. Más cuerdo. Menos inocente. Quizás es cierto aquello de que la adversidad es útil cuando hiere a las almas bien templadas.

No son pocos los autores que han reflexionado sobre los recuerdos y muestra tendencia, en especial, con mirar hacia la memoria más tierna, la de las cancioncillas irlandesas o la de la mirada paternal. La escritora Esther Salaman dijo hace décadas que "todos somos exiliados de nuestro pasado, y como tal, necesitamos recuperarlo", una búsqueda introspectiva que termina poniendo el centro de control en la propia persona, sabiendo actuar en sus problemas acuciantes. ¿Hasta qué punto es lícito reducir esos ejercicios de la memoria por llevar una vida que no se quiere? La señora octogenaria tuvo suerte en su enfermedad, pues normalmente no son tan benignas y mucho menos si es el cerebro la parte del cuerpo atacada. Olvidar las sensaciones experimentadas en el cangilón de la noria seria una catástrofe en una vida cada vez más inconsutil y lineal

Es complejo vivir con la idea de que toda la vida puede fundirse a negro en cualquier momento, pero ayuda a focalizar las expectativas personales de cada uno y, sobre todo, a poner en tela de juicio aquello de estar 10 horas cubriendo temas alejados de tus intereses en una oficina o compartiendo la vida con alguien autocoaccionado por miedo a lo que vendrá.

Aprender taxativamente el dogma de la hormiga sin ni siquiera dejar que la cigarra se explique puede ser un error a medio plazo, empezando porque quizás no existe un largo plazo. Saber medir las circunstancias, pero con miras a las reivindicaciones de los nuevos tiempos. En definitiva, y como ya afirmó el filósofo alemán Rudolf Eucken en sus escritos: "La lucha por adaptar el tiempo a los breves limites de la vida del hombre es comparable al intento infantil de construir castillos de arena en la playa para enfrentarlos a la marea ascendente". Desafiémosle entonces, dándole un golpe de esos que se sienten diferente.


* Escritor licenciado en el doble grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual en Madrid. Trotamundos europeo, ha dirigido dos documentales, así como varios vídeos en redes de sus viajes y vivencias. Su libro sobre la historia de la selección española de fútbol masculino saldrá a la venta a finales de este año.

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