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La subasta de la Feria de Calomarde para cazar en la reserva adjudica los 77 permisos por 70.000 euros La subasta de la Feria de Calomarde para cazar en la reserva adjudica los 77 permisos por 70.000 euros
Cuernos de ciervo expuestos en la muestra que ayer se estrenó en Calomarde

La subasta de la Feria de Calomarde para cazar en la reserva adjudica los 77 permisos por 70.000 euros

En esta primera edición se vendieron todos los precintos disponibles, la mayoría por un precio superior al de salida
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Cruz Aguilar

Los 77 permisos para cazar ciervos, corzos y cabras en la Reserva de los Montes Universales que salieron a subasta este sábado en la I Feria de Caza y Medio Ambiente de Calomarde se adjudicaron, lo que supuso una recaudación de casi 70.000 euros. La mayor parte de los trofeos de ciervo se vendieron prácticamente por el precio base con el que salieron, que eran 4500 euros, pero sí hubo una gran subida sobre la cuantía de salida tanto en las selectivas como en el resto de precintos.

Desde la organización calificaron el evento de éxito, puesto que se logró vender todo superando con creces la cantidad de partida. Entre los participantes en la subasta había mucha gente de fuera de la provincia y también personas procedentes de la contornada, algunos pujando por cazadores externos. Como apuntó el alcalde de Calomarde, Andrés Hernández, la subasta de este sábado fue una manera de empezar a rodar y en la misma se vendieron un total de 74 recintos de las localidades de Calomarde, Torres, Frías, Orihuela del Tremedal, Royuela y Albarracín, además de los de Ciudad y Comunidad. Cada localidad percibe los precintos que le corresponden en función de las hectáreas que tiene en la Reserva de Caza y varían de un año a otro.

En la imagen, los representantes institucionales durante el recorrido por la Feria de Caza y Medio Ambiente


El director provincial de Medio Ambiente y Turismo, Emilio Pérez, destacó durante la inauguración de la muestra el gran número de precintos subastados, que son casi la mitad de los 170 totales. En su opinión este modelo de gestión “repercute en las arcas de los Ayuntamientos al lograr unos mayores ingresos” y también es una forma de lograr más transparencia al tratarse de una puja pública. “La cuestión cinegética tiene que ser lo más abierta posible, sobre todo si se quiere incorporar a más gente”, aseguró el responsable.

En la puja se vendieron para esta próxima campaña seis trofeos de ciervo por un valor de 27.400 euros, de los que tres corresponden a Ciudad y Comunidad y los otros tres a Orihuela, Frías y Torres. Por los cuatro trofeos de corzo, cuyo precio de partida era de 1.200 euros por unidad, se alcanzó un total de 5.200 euros. Los 54 precintos de selectiva de cérvidos sumaron una recaudación de 20.000 euros y Andrés Hernández destacó que alguno de ellos había alcanzado los 500 euros, una cifra muy elevado puesto que nunca se suelen superar los 400.

El buen ambiente y el éxito de la subasta aseguran la continuidad tras esta primera edición, según confirmó Hernández, quien señaló que ahora el objetivo es que se sumen a la subasta más localidades de las 13 que forman parte de la reserva.

El alcalde de Calomarde fue el encargado de dirigir la subasta de los precintos y a la misma acudió numeroso público


La feria fue un hervidero de gente durante toda la mañana y entre los asistentes había tanto cazadores experimentados como otros que están empezando y curiosos de diferentes pueblos de la zona y de otras cercanas que acudieron a pasar la jornada. La mayor parte de los 25 expositores ofrecían productos específicos para el sector pero había otros dedicados a la alimentación o la bisutería. El ocio lo proporcionaron dos simuladores de caza y en la zona exterior un espacio con varias rehalas. El buen tiempo animó a la participación en familia y durante toda la jornada hubo un gran bullicio en el prado y la nave municipal de Calomarde.

El vicepresidente de la Federación Aragonesa de Caza y delegado en Teruel, Manuel Beltrán, destacó la importancia que tiene la realización de una subasta pública para la Reserva de los Montes Universales y concretó que “es lo que todo el mundo planteaba hace tiempo” para la comercialización de los precintos.

La caza mueve mucho dinero en los municipios serranos y supone la llegada de un gran número de personas interesadas en la actividad cinegética. Precisamente esa atracción de público especializado era uno de los objetivos que se perseguían y que, a tenor de la elevada participación y variada procedencia, se logró este sábado en la muestra con creces.

Se trata de una afición en la que “no se escatima”, indicó Manuel Beltrán, mientras que Rafa Bayona, que tiene una tienda especializada en productos de caza en Valencia, corroboraba sus palabras, al asegurar que es una clientela que no tiene reparos en renovar sus productos, aunque eso sí, “sólo en temporada”, de ahí su participación en ferias.

Mercado para dos muestras

La de Calomarde es la segunda Feria de Caza que se celebra en la provincia, donde Captur, en Calamocha, suma ya 23 ediciones. Los responsables de la Institución Ferial de Calamocha acudieron con un expositor y el gerente, Juan Ignacio Ibáñez, indicó que “hay mucho mercado” para ambas muestras. Aseguró que la subasta puede convertirse en un referente para el sector y lo que convierta la feria en una cita obligada para muchos cazadores. En su caso, señaló que acudieron para colaborar con el Ayuntamiento de Calomarde en la organización, pero también “para conocer expositores nuevos” y publicitarse entre personas que todavía no conocen Captur.

El relevo y la incorporación femenina, los retos de futuro

En la provincia de Teruel hay actualmente 30.000 licencias de caza lo que supone que en la última década se han perdido más de 5.000, según los datos ofrecidos por la Dirección Provincial de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón. También el número de cazadores federados ha caído y actualmente hay en el conjunto de Teruel 8.000, 28.000 en todo Aragón, a tenor de los datos que baraja la Federación Aragonesa de Caza.

Ana Civera, ayer disparando con el simulador de la Federación de Caza

El vicepresidente de la Federación y delegado en la provincia de Teruel, el monrealense Manuel Beltrán, señaló que los objetivos que persiguen a corto plazo es aumentar el número de jóvenes, puesto que falta relevo generacional, e incrementar las cifras de federadas, ya que la caza sigue siendo un terreno eminentemente masculino. Pese a ello, Beltrán comenta que la de caza es una de las federaciones más numerosas de Aragón y, sin duda, la que más integrantes tiene del medio rural.

Una de las cazadoras que había en la feria era Ana Civera, que es de Calomarde y estaba por la mañana probando cómo funcionaba el simulador que la Federación de Caza había instalado para que los asistentes probaran su puntería con los jabalíes que iban saliendo en la pantalla. Ella lleva cazando siete años, desde los 32, y señaló que cada vez hay más mujeres, sobre todo con rehalas de perros.

Civera destacó que la feria es una iniciativa que “puede beneficiar tanto al territorio como a las entidades locales”, pero también a la población en general puesto que ayuda a “mostrar la gestión de la caza en los Montes Universales”, algo que es desconocido para muchos pese a que en la reserva “están los mejores ejemplares a campo abierto de España”, comentó.

Taxidermia, un safari cinegético por África o réplicas de trofeos con impresión 3D

La caza es un negocio muy lucrativo y prueba de ello son los expositores que este sábado acudieron a Calomarde. Entre ellos había tanto un taxidermista -que convertía en recuerdo tanto cabezas de piezas de caza como los cuernos hallados por el monte- hasta una empresa que desde Bordón ofrece experiencias para cazar en África. Su propietario, Carlos Manrique, indica que participar en un safari cinegético ya está al alcance de cualquiera y que entre sus principales clientes tiene a jóvenes y jubilados, pero también parejas de luna de miel y familias con niños pequeños. “Antes era para ricos, ahora por 4.000 euros más el vuelo tienes todo incluido, desde el alojamiento a las armas”, detalló.

Carlos Manrique, en el centro explicando las opciones del safari de caza


El taxidermista de Olocau del Rey Ignacio Ejarque señaló que “con un poco de imaginación” todo se puede aprovechar, desde los cuernos y las pezuñas de corzos y jabalíes para hacer perchas a una gran cornamenta de cabra que él convirtió en un jamonero.

A los cazadores les gusta prolongar la experiencia de las jornadas cinegéticas más memorables y a ello les ayuda Mateo Castillero, un joven de Cañete, en plena Serranía de Cuenca, que hace réplicas exactas, pero en miniatura, tanto de los trofeos de caza como de los perros más apreciados por el cazador. Utilizan una impresora en tres dimensiones y luego pintan las piezas de resina para lograr el mayor realismo. En los dos años que lleva trabajando en el tema han realizado más de mil réplicas

Entre los expositores también había de alimentación y de venta de productos específicos para caza. Rafa Bayona acudió desde Valencia, donde tiene una tienda especializada y señaló que lo más demandado son las fundas acolchadas para rifles y escopetas, los chalecos para los perros o las cananas o cinturones para meter cartuchos y balas.

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