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María Luis e Ignacio Aparicio, ganadores del I Premio Campus Ars de Arte en la Universidad: María Luis e Ignacio Aparicio, ganadores del I Premio Campus Ars de Arte en la Universidad:
Ignacio Aparicio y María Luis, en el Edificio de Bellas Artes de Teruel. MA

María Luis e Ignacio Aparicio, ganadores del I Premio Campus Ars de Arte en la Universidad: "En esta época que nos ha tocado vivir, el arte tiene que tener un compromiso social"

Hoy se ha inaugurado en el Campus de Teruel la muestra con las instalaciones premiadas
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La oscense María Luis y el zaragozano Ignacio Aparicio son estudiantes de 4º de Bellas Artes en Teruel y ganadores de la primera edición del concurso de arte universitario Campus ARS. Hoy miércoles se ha inaugurado en los exteriores del Campus de Teruel una exposición con su obra, Esto no es juego, junto con las otras cuatro propuestas que obtuvieron un accésit.

-¿En qué consiste vuestra instalación?
-Ignacio Aparicio: En un recorrido interactivo y libre a través de doce puntos distribuidos por todo el campus y sus edificios, por los que, siguiendo unas instrucciones, puede ir moviéndose el espectador.

-¿Es algo así como una yincana a través del campus?
-María Luis. Esa es la idea, utilizamos esa herramienta pero quitándole la connotación infantil o trivial que puede tener el término, precisamente porque los tres temas principales que tiene la instalación, el género, el medioambiente y el propio campus universitario, nos parecen lo suficientemente importantes. De ahí el nombre de la instalación, Esto no es un juego.

-¿Qué se encontrará el espectador en cada uno de esos doce puntos?
-M. L.: De todo. En uno puedes ver un código QR con acceso a información seleccionada y que el espectador tenga que decidir cuál es la que más le interesa.  Todo gira en torno a cuatro conceptos; la creatividad, criterio propio, respeto y aprendizaje voluntario, porque nos parece muy interesante el hecho de que quien recorre la exposición lo hace por voluntad propia.

-I. A.: En otros puntos podrán encontrar obras físicas, pequeñas instalaciones, o elementos tan simples como un folio en el que hay un acertijo, una prueba que resolver o una simple pregunta para reflexionar.

-¿El género y el medioambiente os interesa especialmente a la hora de expresaros?
-I. A.: Más allá de que en este caso las bases de Campus ARS lo valoraban positivamente, así es. Nos importa porque son dos temas de actualidad en los que creemos que hay que insistir.

-¿Entendéis el arte únicamente como una herramienta de transformación social? ¿O también es legítimo el arte no comprometido, el arte por lo puramente estético?
-I. A.: Ese es un debate muy extenso... Yo creo que el arte tiene que tener un componente social. Hacer arte por el arte puede resultar muy bonito, y el entretenimiento puro está bien, pero entra dentro de la concepción más capitalista e industrial del arte. A nosotros nos interesa mucho la concienciación, el diálogo y la conexión con la gente, y el arte en ese sentido tiene mucho que aportar.

-M. L.: Es legítimo entender el arte únicamente como algo estético, pero en el tiempo que nos ha tocado vivir y crecer existen muchas cosas sobre las que hay que llamar la atención, expresar quejas, muchas cosas importantes que nos preocupan.

-Se ha echado de menos más participación en Campus ARS,  que tiene cierta dotación económica y que proporciona visibilidad a los estudiantes a punto de acabar la universidad. ¿A qué atribuís la baja inscripción?
-I. A.: La pereza tiene mucho que ver. Mucha gente está concentrada en la universidad, con sus trabajos y un montón de cosas que hacer, y prefiere no complicarse la vida. A veces falta un poco de iniciativa, que es precisamente una de las cosas en las que insistimos en nuestra propuesta.

-M. L.: A veces se nos pinta a los estudiantes como gente dormida, que va a clase, vuelve a casa, come, y al día siguiente todo se repite. Pero también es verdad que muchos concursos y convocatorias pasan desapercibidos. Nosotros nos enteramos un poco de casualidad porque nos llegó un correo electrónico en septiembre, después de todo el verano. A veces estas cosas están un poco ocultas entre otros 30 correos, y en ocasiones se te escapan.

-Tantos canales de comunicación a veces conducen a la incomunicación...
-I. A.: Estás todo rato expuesto a una sobredosis de información y es importante qué seleccionas y qué dejas pasar. Creo que deberíamos a empezar a tomarnos las cosas más tranquilamente a ese respecto.

-Muchas de las propuestas de Campus ARS tienen que ver con la comunicación, la comunidad, el contacto estrecho... ¿Tiene eso que ver con la pandemia de la que venimos? ¿Ese periodo va a determinar estética o conceptualmente el arte que se va a crear durante los próximos años?
-I. A.: Creo que sí. A todos nos ha afectado, y aunque se ha vuelto tan mainstream hablar de la pandemia que genera cierto rechazo, necesariamente quedará un poso bastante grande. De ahí que Campus ARS lo refleje. A lo mejor el poso no será tanto de criticar el aislamiento, sino al contrario, de reconectar y volver a lo anterior.

-M. L.: En cualquier caso no creo que la pandemia tenga una nueva estética muy definida, sino que el arte gire en torno a conceptos comunes como juntarse, conocerse, hablar y recuperar el contacto personal. Pero es que además la pandemia coincide con crisis medioambiental, con crisis energética... de algún modo es como la gota que colma el vaso en un momento especialmente crítico.

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